domingo, 30 de diciembre de 2007

Una fiesta... especial.

La que hemos vivido hoy en Madrid, tropocientas personas, en el día de la Sagrada Familia. No sé qué habrán echado por la caja tonta, pero conociéndola me extrañaría que fuera algo bueno. Yo os cuelgo aquí un pequeño vídeo que he grabado in situ (siento no haber llegado a pillar el escenario: había demasiada gente; pero al menos véis el ambientillo).



Gracias a todos los que os pegásteis el madrugón para poder juntarnos a rezar por las familias.
Gracias a mi propia familia (los que lleváis mi apellido y los que no), por todo lo bueno que recibo de vosotros... especialmente gracias por poder compartir la fe.
Gracias a Dios, Padre de esta gran Familia que formamos sus hijos, por querernos y cuidarnos tanto.
(Picar encima para agrandar.
¡Ah!, gracias, Sergio, por tus fotos de frente).

sábado, 29 de diciembre de 2007

Lo prometido es deuda

Y yo os prometí una foto del Belén de Hadasita.
Aquí la tenéis. Pinchando encima se agranda, como siempre.
Ya os avisé que es un poco... "extraño", aunque cada cosita tiene su significado, por supuesto. La peque no pone las cosas por poner, los niños no entienden de rellenos.
Por ejemplo, asomados a la cabecera de la cuna hay un ángel sonriente -Nereo se llama- , aupando una muñequita de Boo, la nena de Monstruos SA con la que tanto se identifica. Y están ahí porque es lo más cerquita que se puede estar del Niño sin llegar a meterse dentro, claro.
El patito también es simbólico. Como no tenemos sitio para montar un río, lo hemos puesto en el cielo, que es como un río también pero del revés. Dicen que los patos andan, nadan y vuelan, y todo lo hacen mal. Por eso a Hadasita le caen bien y los colecciona. Igual que los burritos, y las ovejitas... Todos están ahí, como si fueran pastorcillos, acercándose al portalico (más chiquitín imposible) y al Niño que es lo más importante.
Mientras os escribo ésto me pide que os diga que esta foto no vale, que haremos la definitiva cuando encuentre un pan de juguete que quiere ponerle al Bebé debajo el brazo...

El protagonista...

... de estas fechas (y de todas las demás), es Él.
Os cuelgo este vídeo que he encontrado. Os gustará.
El año pasado yo también metí las manos en pintura, e intenté algo parecido (aunque no me quedó tan bonito). Al menos me sirvió para rezar mientras lo hacía; igual que me ha valido ahora ver este vídeo... por eso os lo pongo, por si le sirve a alguien más.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Los regalos de la Navidad

Cuando era más pequeña que ahora, mi papá y yo poníamos un enorme árbol de Navidad a la entrada de casa, lleno de espumillón, pelotitas de colores, lazos, luces, muñequitos... ¡de todo!. Y en la Nochebuena, bajo ese árbol, colocábamos al Niño Jesús, que yo entendía que era el fruto de la Navidad.

Durante algunos años, el Niño nos trajo un pequeño regalito a cada uno. Yo no lo veía bien del todo: me parecía una especie de "premio de consolación" por no dejar a Santa Claus entrar en nuestro hogar (nosotros somos fieles a sus Majestades de Oriente). Digo que no entendía lo del regalito, porque me parecía que el regalito era Él, el propio Niño, aunque en vez de en papel de colores estuviera envuelto en pañales y paja.

¡Pues estaba equivocada! ¡Un cero patatero para la teóloga! Y ha sido Hadasita de nuevo, con sus preguntas, la que me ha hecho pensar (estos días anda como loca correteando por la casa, sobre todo alrededor del Belén que ha montado, llenito de peluches y cosas extrañas... ya os colgaré alguna foto). Estaba yo en el sofá, y ella mirando al Niño fíjamente. Y va y me pregunta:
- ¿Dónde está el pan?.
- ¿El pan? ¿qué pan?.
- ¡¿El pan que traen los niños debajo del brazo cuando nacen?!
No supe qué contestarle. Ella estuvo un rato diciendo cosas como "pues vaya", "pues debería tener pan", "¿y por qué nuestro Niño no tiene pan?", "¿Y si buscamos un pan de juguete y se lo ponemos?"... pero yo casi no la escuchaba. No podía dejar de pensar en este mismo Niño que hoy habita en mi casa, y que antes poníamos bajo el árbol mi padre y yo. Y en en pan, o en sus regalos: en lo que nos trae, vamos. Porque es verdad que el regalo más importante de la Navidad es el propio Niño; pero lo es, porque ¡este Niño es Dios! ¿Y quién es el Rey de los regalos por excelencia, sino Dios? ¿Quién nos lo quiere dar todo, y nos lo puede dar todo, sino Dios?
Me acerqué al Belén, Hadasita se me sentó encima y se abrazó a mi cuello, y juntas miramos la cunita, en silencio. Y Jesús nos miró, sonriente, invadiendo nuestro comedor con sus regalos...

"Os regalo a mi Madre, para que sea vuestra Madre.
Os regalo mi alegría, para que tengáis una fuente inagotable de paz.
Os regalo mis fuerzas, para que os sostengan en el cansancio cuando sirváis a los demás.
Os regalo la serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar, y la fuerza para cambiar las que sí.
Os regalo mis Palabras, como bálsamo para las penas.
Os regalo mis llagas, para que os conforten en el dolor y crezca en vosotras la esperanza.
Os regalo mi sangre, para que lavéis con ella vuestros pecados.
Os regalo mi amistad incondicional, para que en ella os apoyéis.
Os regalo mi amor como prenda de vuestra felicidad.
Os regalo mi estrella, y mi ángel, para que os muestren el camino hacia Mí.
Os regalo mi pesebre, para que en él reposéis el corazón.
Os regalo mi humildad, para engrandeceros..."


Os regalo... os regalo...
Y lloramos...

boomp3.com

martes, 25 de diciembre de 2007

¡Felíz Navidad!

A todos. Porque desde que Dios es Hombre, el hombre es hijo de Dios. Y esta es nuestra mayor dignidad. Éste es el regalo de la Navidad, el de verdad.

Nosotros hoy lo hemos celebrado en familia, como hacemos siempre en mi parroquia. Misa del Gallo, y chocolatá con villancicos. La foto es de nuestro Belén de este año(pinchar encima para verlo bien: ¡es precioso!).

Y lo grande de la Comunión es eso: que cada cual lo vive cómo y donde sea, pero aun así estamos juntos, porque lo que celebramos es lo mismo. No hay más. Navidad es Nativitas, Nacimiento... Dios-con-nosotros, Dios hecho un Niño... ¡INSUPERABLE!

boomp3.com

lunes, 24 de diciembre de 2007

Esta noche es Nochebuena...

... y mañana Navidad. Y para felicitárosla, os cuelgo el PowerPoint que hice sobre "El Belén que puso Dios", de Enrique Monasterio (lectura que fervorosamente recomiendo hacer en estos días). Felicidades a todos vosotros, familiares, amigos, compañeros de la vida. Pero especialmente felicidades al Buen Dios, que se pasó, y se pasa, cada Navidad y cada día. ¡Oooolé!.
¡Feliz cumple, mi Peque del alma!

domingo, 23 de diciembre de 2007

Corre caballito

Ya huele, ya está; es cuestión de horas... llega el "Dios-non-nosotros"...
Y para ir haciendo ambientillo de fiesta y alegría -que no puede haberla mayor- os cuelgo este villancico que me mandaron el año pasado, y que guardé porque me hizo mucha gracia, es saladísimo. Espero que os guste...

viernes, 21 de diciembre de 2007

Vacaciones... ¡merecidas!

Por fín estamos oficialmente de vacaciones. El cole podrá sobrevivir sin nosotros unos cuantos días, ¿no?.
Ay, si me tocara el gordo...

En fin, mensajito para 3ºA con cariño: que paséis una feliz Navidad, que seáis buenos, que descanséis, que disfrutéis de la gente que queréis, y ojalá encontéis algún hueco para arrimaros a la cuna a mirar al Niño y descubráis el misterio y la verdadera grandeza de estas fiestas. Besitos.


(Aquí vuestra foto de hoy. Pinchando encima se agranda)

domingo, 16 de diciembre de 2007

Gaudete!

El domingo del GAUDETE, que es hoy, nos invita -como su propio nombre indica- a alegrarnos. Y el motivo no puede ser otro: EL SEÑOR ESTÁ CERCA... Anda rondándonos. Es un "defectillo" común a todos los enamorados. A veces estamos tan espesos que no pillamos sus mensajes; y entonces se ha de hacer más claro, más evidente, parece que se empeña en ser escuchado...

Hoy he recibido noticias suyas por email. Me habla de esperanza, de no tener miedo a nada, de compañía en el sufrimiento, de amor incondicional. En seguida le he reconocido (aunque suele escribir con emails diferentes). Su tono es inconfundible. He llorado un poco, claro; siempre se me escuaja el corazón cuando me habla Dios. "GAUDETE!" me dice, "alégrate, Hadasita... con alegría perpetua... La pena y la aflicción se alejarán... porque viene tu Dios en persona, resarcirá y te salvará" (Is 35).

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Guadalupe

Con el corazón en México, aquí un pequeñito homenaje a nuestra Señora en su día. Gracias por tantas gracias.

Hoy empiezo un intento importante en mi vida, y sé que no es coincidencia que sea en 12 de diciembre: bajo tu protección lo dejo todo, Madre de la Esperanza, Niña de Guadalupe.



Música: Martín Valverde, "Águila que ama".
(Por si alguien no conoce de qué va el tema, os dejo el enlace del Nican Mopohua: http://www.virgendeguadalupe.org.mx/apariciones/Nican%20Mopohua/Nican%20Mopohua%20espa%F1ol%201.htm)

lunes, 10 de diciembre de 2007

Darse la ocasión de darse

Esta tarde la peña de 3ºESO se la ha dado. La ocasión de darse, digo.
Hemos estado en el Cotolengo, haciendo una especie de festival con bailes y villancicos y esas cosas. Un grupete me ha comentado que quieren volver. Y no me extraña. Porque es dando como se recibe: no hay otra manera. Paradojas de la vida.

Desde este pequeño rinconcito de la red, un aplauso a mis chikis: porque se lo han currado, pero sobre todo por la lección aprendida.
Espero que os deis más ocasiones...

(Nota: clikando la foto se agranda; y os cuelgo aquí los enlaces YouTube de vuestros playbacks; siento no haber podido grabarlos todos, pero mi cámara tiene sus límites).

Vídeo 1: http://www.youtube.com/watch?v=cAdg0EgiLMA
Vídeo 2: http://www.youtube.com/watch?v=iaVTd8_vyPY
Vídeo 3: http://www.youtube.com/watch?v=mdl9VlQrWsM
Vídeo 4: http://www.youtube.com/watch?v=WzhcVV7mPrI
Vídeo 5: http://www.youtube.com/watch?v=donUppIqoVM

domingo, 9 de diciembre de 2007

Sin fronteras

El otro día puse en Bachiller "El violinista en el tejado", por ilustrar un poquito el tema del judaísmo que acabábamos de ver. Ni qué decir que os recomiendo la peli al 100%: ¡es una preciosidad!. Pero al caso: una de las muchas historias de amor que cuenta es la de una chica, judía por supuesto, que se enamora de un cristiano ortodoxo. Su padre le sale con lo de "cada oveja con su pareja", puesto que así lo dispuso Dios desde el principio. Por supuestísimo, mis niñas no lo entendieron, porque "si se quieren... ¿qué más da?. El amor no conoce barreras".

En realidad las crías no saben bien lo que dicen; pero sin querer dicen cosas bastante coherentes. A mí al menos me dan que pensar. Y recordé aquella canción de Luis A. que decía: "¿Quién levantó la primera ancestral barrera de piedra?. Piedra sobre piedra, odio sobre odio, miedo sobre miedo. ¿Quién levantó esas viejas orgullosas, inmensas barreras... Que dividen al mundo separando a los hombres con mil banderas: unos quedan dentro y otros quedan fuera. Los ricos de los pobres, los listos de los tontos, los buenos de los malos tienen fronteras...".
Y le voy con el tema al Señor, a ver qué opina Él, y me pone la puntilla...
Leemos en la Misa de hoy:
"Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea"
(Is 11).

El mezcladillo de parejas que hace no tiene desperdicio. Dios, como buen Niño que es, tampoco conoce barreras. No sabe distinguir (a Hadasita le pasa exactamente lo mismo: en casa me colocó sus peluches como le vino en gana, y de muestra el botón de la foto). Y claro: este nuevo Noé que es Jesús, no supo meter en el arca y salvar a una pareja de cada especie... Nos quiso meter a todos, porque no entendió la palabra "especie". Y porque pensó algo parecido a lo que dicen mis niñas del cole: "Si los quiero, ¿qué más da?"...
¡¡¡El Amor no conoce barreras!!!.

Nota: no puedo evitar el impulso de poneros el final de la canción. Es tan... ¡de Adviento!
"Cuándo nacerá esa mañana clara y luminosa, cuando al levantar la vista, se pierda en el espacio infinito de la tierra, nuestra mirada, sin nada que la interfiera. Y los hombres marchando a paso regio y decidido, lleguen hasta los confines de la vida, y descubran que los hombres son iguales en todas las partes de la tierra. Que no importa el nombre que se emplee para llamar "madre" a quien te pare, o "hijo" al que nace fruto del amor de sus entrañas. Que no importa la palabra que se use para llamar al pan que te alimenta, y a la libertad, y a la belleza, y a la dignidad de ser persona. Y ese día entonces, luminoso, desde lo más profundo de la tierra, se escuchará el grito jubiloso de la naturaleza: ¡¡¡sin fronteras!!!"

sábado, 8 de diciembre de 2007

Ave-Eva


Hoy, día de la Inmaculada, os regalo esta historia que copié no recuerdo de dónde... absolútamente basada en hechos reales. ¡Bendita María, Madre de la Esperanza!

Era en Belén, y era Nochebuena la noche. Apenas crugió la puerta cuando entró. Era una mujer seca, harapienta, con la espalda curvada. Venía sucia de barro, de polvo de los caminos. La iluminó la luna, y no tenía sombra. Tembló María al verla; la mula no, ni el buey, rumiando paja y heno igual que si tal cosa. Tenía los cabellos largos, color ceniza, color de mucho tiempo, color de viento antiguo. En sus ojos se abría la primera mirada, y cada paso era tan lento como un siglo.
Temió María al verla acercarse a la cuna. En sus manos de tierra, ¿qué llevaría?. Se dobló sobre el Niño, lloró infinitamente; y le ofreció la cosa que llevaba escondida. La Virgen, asombrada, la vió al fin levantarse. ¡Era una mujer bella, esbelta, y luminosa! El Niño la miraba. También la mula. El buey mirábala y rumiaba, igual que si tal cosa.

Era Belén, y era Nochebuena la noche. Apenas crugió la puerta cuando se iba. María, al conocerla, gritó y la llamó: "¡Madre!". Eva miró a la Virgen y respondió: "¡Bendita!"
¡Qué clamor! ¡Qué alborozo y qué brillo el de la estrella! Fuera aún era pura, dura la nieve, y fría. Dentro, al fin, Dios dormido sonreía, teniendo entre sus deditos la manzana mordida...

jueves, 6 de diciembre de 2007

¿Customizar?

Es una de esas nuevas adquisiciones que ha hecho nuestra lengua. Bueno, la gente "chic"; los de a pié en su mayoría siguen sin tener ni idea de qué es eso, ni falta que les hace. Entre otra cosa, porque es palabra inglesa. La plebe seguimos diciendo "personalizar".

Es una costumbre bonita, propia del ser humano (los animales no customizan, os lo aseguro). Por ejemplo: la agenda del cole. Cada alumno la tiene forrada a su gusto, con sus fotos, sus firmas, sus dedicatorias y sus corazones correspondientes. Todas fueron idénticas el primer día de clase, y dejaron de serlo al segundo (en la mía firmé "Hadasita", y al lado puse una pegatina de una ovejita...). Y digo que me parece una costumbre bonita, porque hacemos que de alguna manera las cosas hablen de nosotros, de lo que somos (o de lo que soñamos, de lo que nos gustaría ser). Damos mucha importancia a lo personal, a lo que es mío único, de mi yo irrepetible. Y eso está bien, porque es cierto que cada cual es cada cual, y que en el poder de Dios las combinaciones genéticas son infinitas y jamás existirá en el mundo nadie que sea como yo: mi combinación no se repetirá.

Ahora... será cuestión de ser coherentes, y customizar un poco todo, no sólo las agendas y derivados... Llevada por un ataque de exaltación de mi propia personalidad, dispuesta a intentar pasar de todo y vivir las cosas a mi manera y según creo, y cansada de ver Papás Noeles clónicos colgando de las ventanas de la gente, me planté en la quinta planta del Corte Inglés -adornos navideños- hace unos días, en busca de un calendario de Adviento. De entrada ya es curioso que la sección sea "adornos navideños" y que no exista ninguna sección de "adornos de adviento", ¿no os parece?. Me atendió una chica muy amable.
- Hola, buenas. Quería un calendario de Adviento.
- ¿Un calendario de adviento? Uff, no tenemos de eso exactamente. Pero... bueno, por si acaso, te voy a enseñar una cosa que nos ha entrado nueva...
Y me llevó hacia la derecha. Allí, colgado con una chincheta, había un trozo de tela con un enorme Santa Claus de barbas blancas; en su tripa redonda, descomunal, había 25 bolsillitos, a customizar por el comprador.
- Ya... pero no, gracias. Es que yo soy un poco anti-Papá Noel...
- Sí, me lo he imaginado en cuanto me has pedido un "calendario de Adviento"; pero bueno, por si acaso yo te lo enseño. Es lo que hay.
- Pues no, lo siento. Pero gracias.
- Bájate a la primera planta, "papelería", es posible que allí tengan algo.
Le dí las gracias de nuevo y, sumergida en el río de gente y bolsas que inundaba la escalera metálica, me bajé a la primera. Esta vez me atendió un chico (vestido con su uniforme, pero con el pelo customizadito en plan cresta engominada neo-pija). Muy amable también.
- Buenas. ¿Tienes calendarios de Adviento?
- ¿El qué?
- Calendarios de Adviento.
- Sí, los calendarios están aquí.
Os confieso que me ilusioné. Le seguí muy contenta, hasta llegar a un estante giratorio llenito de "calendarios 2008" de Piratas del Caribe, Harry Potter, y el Valencia CF.
- No, no, esto son calendarios de año. Yo quiero un calendario de Adviento.
- ¿De Adviento? ¿Y eso qué es?
Me quedé tan alucinada que no le contesté. Le dije "Déjalo, no te preocupes; muchas gracias de todas formas", y me fui a mi casa. Por lo visto, la personalidad de los cristianos supera la capacidad de satisfacer al cliente que tiene el Corte Inglés.

Gracias a Dios, en la pequeña papelería de enfrente de mi colegio, encontré uno... Yo lo veo muy infantíl, pero a Hadasita le ha gustado. ¡Ya tenemos "customizado" el comedor como queríamos!: coronita y calendario. ¡Y VIVA EL ADVIENTO!...

Aquí os dejo la foto.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Adviento

He encontrado en la red otra cancioncilla para este tiempo.
Bonita, ¿eh?





adviento - Videos Orange
adviento - Videos Orange

adviento - Videos Orange
a través de una canción, te invitamos a prepararte para recibir la Navidad
Palabras clave:canción adviento

domingo, 2 de diciembre de 2007

Maranatha

Mis amigos de Sal y Luz me enviaron ayer por correo su nuevo disco, "¿Dónde nacerá?", con canciones para el Adviento y la Navidad. La primera de todas se llama "Maranatha" (= Ven, Señor Jesús), y os la he preparado con imágenes, en vídeo, como regalito de comienzo de Adviento. Espero que os guste.



(Tenéis la web del grupo en los enlaces de interés)

sábado, 1 de diciembre de 2007

Y apareció una estrella...

Estos días las ciudades brillan de una forma especial. Parece que andan poniéndose guapas, como hacían antes las mozas en los pueblos preparándose para la verbena. Es cierto... huele a fiesta... Y se encienden mil luces: las de los coches sumidos en atascos consumistas; las de las vallas publicitarias que felicitan una navidad sin adviento, improvisada; las luces de neón y las que adornan de lado a lado las calles; los escaparates con sus arbolitos y las bombillitas de colores que se encienden y apagan al compás de un villancico... Faros, que no sé bien hacia qué puerto nos guían.

Quizás habrá que mirar un poco más arriba. Sabemos que están, aunque no se vean: ¡las estrellas! La ciudad con sus luces nos deslumbra y nos impide verlas. Pero están. Habrá que subirse a la azotea, para recuperar la noche. Para poder ver las cosas desde otra dimensión: la de la altura. Seguro que la vemos: sale por estas fechas... es una estrella especial... y su mensaje suena parecido a éste:

Quiero anunciarte la alegría, el año de gracia del Señor,
el fin de la vergüenza y del dolor, la esclavitud que para siempre se termina.
Él vendará los corazones rotos y liberará a los oprimidos,
dará la victoria a los cautivos, su gloria cantarán pueblos remotos.
Restaurará las ciudades desoladas y las viñas, por fin, darán su fruto,
hoy se termina, Israel, tu luto y una nueva primavera se prepara.

Y yo me gozaré de su presencia, y exaltaré al Dios de mi esperanza,
se llenará mi boca de alabanza y amarlo sólo a Él será mi ciencia.
Porque de salvación me ha revestido con el manto de justicia del esposo,
como la novia, me adorno con el gozo de contemplar ante mi lo prometido.

¡FELIZ ADVIENTO!

viernes, 30 de noviembre de 2007

La sangre del pelícano

Pensaba esperar a llegar al final del libro para recomendároslo... pero no hace falta. ¡No me aguanto!. Si alguno lo ha acabado ya, no me lo contéis, por favor; ¡me tiene con el corazón en un puño!.

Sobre todo leerla aquellos que en su momento os tragásteis el Código Da Vinci, Ángeles y Demonios y derivados... Aquí tenéis una novela del mismo género, con la diferencia que ésta sí está bien escrita, sí tiene acción hasta reventar, sí es creíble, y no necesita pasarse un pelo contra la Iglesia o los Dogmas para enganchar al 100%.

Una prueba más de que no hace falta venderse para vender.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Cambios

Ahora que vamos a empezar un nuevo año litúrgico, que se acerca la Navidad con sus buenos propósitos, que llega el Adviento que es un tiempo fuerte de puesta a punto por dentro, andaba pensando en los cambios...

Muevo los sofás de sitio y pongo un mantel y un florero, y digo que he cambiado el comedor. Me corto el pelo y afirmo que he cambiado de look. ¡Y me lo creo, y la gente que me rodea también!. Pero me pregunto si Dios se tragará nuestra intención de cambio de vida con reformitas tan superficiales; o si será conveniente tomarle bastante más en serio y revisar a fondo qué es lo que está fallando en nosotros. No vaya a ser que llegue enero y nos encuentre con las mismas teclas y tan amuermados como siempre...
¡Que disfrutéis el vídeo!

sábado, 24 de noviembre de 2007

Gracias!


El contador de Hadasita ha superado las 1000 entradas en poco menos de dos meses.
Gracias a todos los que os pasáis por este rinconcito, a leer, a comentar, a saludar, a cotillear o a lo que sea. Se use el verbo que se use, de alguna manera es compartir la vida. Enchufáis el ordenador, y me dejáis que me cuele en vuestras casas, en vuestro corazón, y que os robe un cacho de tiempo... Pues eso: GRACIAS!

viernes, 23 de noviembre de 2007

Premios "Eleazar"

En el segundo libro de los Macabeos (6, 18-31) se nos cuenta la historia del anciano Eleazar, un hombre valiente y coherente, que prefirió el martirio a la mentira y a la infidelidad. Si los detalles de la narración nos suenan un poco a sueco, puesto que nosotros no entendemos el problema que es para un judío comer o no carne en contra de la Ley, sus palabras finales sí nos sirven para pensar un poquito. Dice: «A nuestra edad no es digno fingir, no sea que muchos jóvenes creyendo que Eleazar, a sus noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas, también ellos por mi simulación y por mi apego a este breve resto de vida, se desvíen por mi culpa y yo atraiga mancha y deshonra a mi vejez. Pues aunque me libre al presente del castigo de los hombres, sin embargo ni vivo ni muerto podré escapar de las manos del Todopoderoso. Por eso, al abandonar ahora valientemente la vida, me mostraré digno de mi ancianidad, dejando a los jóvenes un ejemplo noble al morir generosamente con ánimo y nobleza por las leyes venerables y santas.»

La importancia del ejemplo...
Rodéate de gente que diga tacos, y en pocos días los estarás diciendo tú.
Es lo malo -¡Y LO BUENO!- de vivir juntos: que nos influímos unos a otros.
Conozco a un par de personas tan limpias, tan auténticas, tan buenas, que estando a su lado no puedo evitar sentir deseos de ser yo mejor...
(Tengo a Hadasita aquí, sentada a mi lado, jugando con un cochecito. Hace un segundo le he leído lo que llevo escrito, y se me ha quedado mirando. No me ha dicho nada, pero en sus ojitos la he visto preguntarse cómo estará influyendo su comportamiento en el cole entre los demás nenes...)

Delcaro hoy abierta la primera edición de los premios "Eleazar", a aquellas personas, grandes o pequeñas, pasadas o presentes, que en medio de este mundo loco, con su autenticidad y su buen hacer, son para nosotros impulso, estímulo, modelo. Espero vuestras nominaciones en los comentarios.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Tempus brevis est

Si en el mes de noviembre es bueno reflexionar de una forma especial sobre los novísimos, a mi el Señor este año me lo ha dado hecho. Esta foto la he sacado esta tarde. Es una tumba vacía, la que estaba dos sitios al lado de la de Oscar. Era un buen chaval, con muchos problemas. Hace un tiempo yo le dí catequesis de confirmación en mi parroquia. El martes por la tarde marchó volando, como los pájaros, sin despedirse de nadie... quizás se le olvidó que en su cuerpo no había alas...

Como he llegado al cementerio con tiempo, he dado una vuelta, leyendo los epitafios. Entre los típicos "tu familia no te olvida" y similares, he visto algunos que me han conmovido...
- "Tu amor nos ayuda a ser mejores".
- "Vivió feliz, e hizo felices a los demás".
- "Te llevas tanto amor y nos dejas tanto amor..."
¿Cómo resumir en una frase la vida de un hombre?
¿Cómo resumir en una frase mi propia vida?

Las tumbas vacías me han dado escalofríos. Había un montón, cientos. Esperando a cualquiera de nosotros, en cualquier momento. Son un despertador bestial de nuestra inconsciencia. Tempus brevis est. Por eso he fotografiado ésta, y no la de mi amigo Oscar: porque además, allí descansará de momento su cuerpo roto; pero su alma -que, como todas las almas, sí tiene alas- se salió de allí al encuentro con Dios. Y ese vuelo sí merece la pena.

¿Dónde está, muerte, tu victoria?
¿Quién nos separará del amor de Dios?

viernes, 16 de noviembre de 2007

Remember

Esta semana, entre otras cosas, me ha dado por desempolvar viejas canciones, y regrabarlas en recopilarorios caseros. Las sesiones de música de los 80 y 90, en las discos, se llaman "Remember". Supongo que cada cual tiene sus historias, y las imágenes que vengan a la cabeza con aquellos acordes serán las propias. Yo me pongo a los Guns y veo a Gonso, a Kody, a Emilio, a Alex, a Sonso, a Eva, a Carola, a Manolo, a Willy... peña de la que hace como 15 años que no sé nada... Remember... Y veo aquellas noches temáticas contándonos la vida en Viver, metidos en los sacos, apretujados, mirando Jérica desde el mirador... o una hoguera al frente, haciendo el payaso, los mofletes hirviendo y los corazones hinchados, y la guitarra de fondo, don't you cry tonight...

Dicen que el presente es lo único que tenemos; que el pasado está guardado en la Misericordia de Dios y el futuro en manos de su Providencia. Permitidme que no esté de acuerdo del todo. El pasado es parte de mi presente, y mi presente es parte de mi futuro. Y agradezco a Dios el regalo de la memoria, que me hace re-cordar (=volver a repasar en el corazón) aquellos rostros y aquellas aventuras de cuando era todavía un poco más pequeña que ahora. Quienes fueron mis amigos entonces dejaron su huella en mí: que el Buen Dios les bendiga por ello, estén donde estén. Y que nos junte de nuevo algún día, cuando lleguemos todos a la meta, alrededor de una enorme fogata con nuestras guitarras, en una sesión Remember insuperable...

sábado, 10 de noviembre de 2007

El calor de la Palabra

Esta noche hemos tenido un ratillo de esos de música y oración que tanto bien nos hacen... regalitos del Buen Dios.
Nos ha visitado Chito, de Brotes de Olivo. Aquí os dejo una cancioncilla que he grabado para vosotros. Abajo os pongo la letra, porque entiendo que los que no se la saben, en un directo, se pueden perder mucho (aunque, justamente de Brotes,... ¿quién no se las sabe todas? ¡Si llevamos la vida entera rezando con ellas!).
Espero que os guste. No diréis que no pienso en vosotros, ¡siempre!.



Cerca del hogar que calienta mi alma,
quiero yo saber lo que en comunidad Tú quieres de mi.
Sintiendo el calor que me da tu Palabra,
quiero responder a lo que me pides, sin que a nada yo pueda temer.
A nada, a nada, nunca he de temer,
yendo junto a Ti, con tus ojos de fe, nunca he de temer (bis).

Sólo beberé de tu fuente de agua,
sé que sólo ella será la que sacie mi hambre y mi sed.
Tú eres el Señor que alimenta mi alma,
y si hago mi opción por seguirte a Ti, nunca jamás yo temeré.
Llegan hasta mi momentos sin calma
que me hacen dudar de si mi camino se orienta hacia Ti.
Comienza a faltar la paz en mi alma,
y sin esperarlo apareces Tú, haciéndome ver que a nada he de temer.

Libro de visitas

Últimamente, en las entradas, veo comentarios que en realidad no comentan la entrada (parece un trabalenguas, jajaja). Por eso he creado, en la columna de la izquierda, un libro de visitas: es el lugar correcto para dejar mensajitos más personales. Así, en comentarios tendremos cosas que tengan que ver con lo que escribe Hadasita, y no saluditos, recados, recordatorios, etc.
Soy una histérica del orden, qué le vamos a hacer.
Hala, os dejo, no os entretengo más, que tenéis que firmarme (:P). Besitos mil.

viernes, 9 de noviembre de 2007

¿Y tú...?

- ¿Y tú qué quieres ser de mayor?.
¡Buenísima pregunta!
De nivel, sí señor (un nivel de 4ºESO).
Y Hadasita se para y empieza a soñar:
las posibilidades son muchas...
astronauta, bombero, cocinera,
peluquera, abogada... ¡¡periodista!!
cantante de rock, pirata, decoradora, informática...

- Espera un momento. ¿A dónde vas, Hadasita? No te embales, baja de la luna.
Dime la verdad... ¿cuál es tu sueño? (otra pregunta, de un nivel muy superior: 3ºESO).

Después de contestar no-sé-cuántas tonterías sobre un doctorado en Roma y volar en ala delta, salgo del aula y me voy al "cuarto mágico donde los sueños se hacen realidad". Desde un rinconcito de la capilla le pido al Buen Dios que de mayor me haga muy pequeña... Y cierro los ojos, y me sueño jugando, y riendo, haciendo castillos de arena, disfrazándome con un pañuelo, haciendo marionetas con calcetines, dando volteretas en el sofá y merendando bocadillos de nocilla. Lo bueno de los niños -de los niños de verdad- es que viven tranquilos, que no son rencorosos, ni orgullosos: no les da vergüenza no saberlo todo, ni llorar, ni dar un beso; saben que hay muchas cosas que no pueden entender, pero no les preocupa: porque hay alguien más grande, más listo y más bueno que ellos que sabe cuidarlos bien...

Este es mi sueño... y sé que hay Alguien (más Grande, más Listo y más Bueno) que velará para que no llegue a "mayor" sin poder cumplirlo.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

No te fallaré

Hace unos años echaron por la caja tonta una serie que no estaba nada mal: "Compañeros". Estos días estoy viendo capitulillos de aquellos, y me sigue gustando ahora como profe tanto como cuando la veía siendo alumna. Las historias no se van demasiado de la vida real. Esta mañana estaba mirando el pasillo de mi cole, y al sonar la música que señala el cambio de asignatura y abrirse las puertas, he visto salir de sus aulas a mis peques y me ha parecido reconocer a Quimi, a Valle, a Luismi y al resto en los ojitos de los míos. Es un misterio esto de las relaciones humanas. No sé bien dónde se encuentra la frontera y cuándo se cruza, y dejamos de ser meros profesionales de la enseñanza para convertirnos en algo muy parecido a una familia.

Yo quiero que mis peques aprendan a leer y a escribir, que aprendan matemáticas, y biología, y tecnología; que se respeten y se quieran y se apoyen entre ellos -¡y que se enamoren también, qué caray!-; que rían, que lloren, que tropiecen y caigan, y que se levanten y se esfuercen y que se superen; que se lo curren por ser cada día mejores personas y por ofrecer lo mejor de sí como regalo a los otros; y que en algún momento sientan que, bien cerquita de ellos, por los pasillos del colegio, hay otros ojitos que también los miran con un cariño infinito, que hay Alguien que les canta al oído aquello de "no te fallaré"...

viernes, 2 de noviembre de 2007

Meta

Además de mi papá tengo otros muchos amigos que han cruzado ya la meta... Me acuerdo ahora especialmente de Diego, que dió su vida en un río por salvar a un niño.

Cuando acaba la carrera, la vida sigue. Y el tema del examen todos lo sabemos: el amor.

Hace un tiempo ví una película bien tierna, la de Fray Escoba. En una escena, uno de los hermanos le pregunta qué hay que hacer para ser santo; S.Martín le responde -con esa humildad suya que deja sin habla- que él no sabe de ser santo, pero que pensaba que entre ser santo y ser bueno no debía haber mucha distancia. Entonces el otro le vuelve a preguntar: "¿Y qué hay que hacer para ser bueno?". Y Fray Escoba le dice: "Ser un poquito mejor". Ese es el entrenamiento adecuado: cada día, en lo que toca, tratar de ser un poquito mejor: trabajar un poquito mejor, orar un poquito mejor, amar un poquito mejor...

Mi amigo Diego decía que somos como las cerecitas, o como la uva, que vamos en racimo. Una tarde nos prometimos que quien llegara el primero tiraría de los demás hacia arriba, porque o vamos todo el racimo junto o no mola. Porque si no hay mayor infierno que la soledad, el Cielo no puede ser otra cosa que COMUNIÓN.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Yo conocí uno de los buenos

Hoy, día de todos los santos, os cuelgo un cacho de mi corazón en forma de vídeo... Yo conocí a uno de los buenos; jamás me cansaré de dar gracias a Dios por haberme dado el papá que me dió.
Tina, Tocha, os lo dedico especialmente...

(Nota: he suprimido el vídeo de YouTube por respeto a la intimidad de personas que salían en él. Me ha parecido razonable, por eso lo he hecho. Tina, Tocha: podéis seguir viéndolo en vuestros ordenadores).

¿Noche de brujas?


Mientras toda la peña anda por ahí disfrazada de cosas raras, que dan de todo menos terror, yo hoy me he metido en casa a tres chavales de miedo. Tres soletes como la copa de un pino. Tono, Chiky, Miguel: os quiero (niñas: ¡¡¡moriros de envidiaaaa!!! jajaja). Debe haber pocas cosas en el mundo mejores que la amistad. Por eso, antes de irme a la camita, quería aprovechar este rinconcito de mi blog para mandaros un besito a todos los que me regaláis con el privilegio de la vuestra, y al buen Dios que movió las cartas para que salieran estas combinaciones tan chulas de peña.

martes, 30 de octubre de 2007

En la palma de la mano

Hoy hemos estado de convivencia la peña de 3ºE.S.O. La verdad es que sienta bien pasar un día jugando un poco y que nos dé el solete en la cara a peques y más-peques juntos. Antes de volver, a mi grupo le ha dado el ataquito de cariño por servidora, que para algo soy su tuto; y de repente ahí estaban, escribiendo sus nombres en la palma de mi mano, para que -de alguna manera- me los llevara conmigo, o para dejar parte de ellos en mí, o algo así. Es difícil de explicar. He hecho una foto, porque me ha dado ternura. Porque me he acordado que Dios hizo hace siglos una confesión sobre el tema: también Él lleva nuestros nombres escritos en la palma de su mano. En una esquinita, con letra redondita, cerca de su dedo meñique pone: HADASITA...

domingo, 28 de octubre de 2007

Fariseo-publicano

Había una vez un señor mayor, trabajador, responsable, que pagaba su hipoteca y sus impuestos puntualmente, y hasta iba a Misa los domingos. Corbata, y camisa siempre bien planchada, por supuesto. Quizá alguna vez, hace años, supo jugar.

Había también un niño pequeño, que trasteaba, reía, dormía, correteaba, y a veces sin querer rompía alguna cosa. A Misa lo llevaban en cochecito, con algún juguete para estar entretenido, porque no entendía nada de nada. Si le daba por llorar, el señor mayor -desde la primera fila- se volvía a atravesarlo con la mirada.

Había una vez un Padre al que le gustaban los abracitos, los moquetes, los balbuceos, los pañales con "sorpresa" y los besitos con babitas de su peque...

Jesús hubiese sido un buen publicista: sabía cómo vender sus "productos".
Digamos que lo que os cuelgo hoy es un "spot", y que el producto es la humildad.
De nuevo los Valiván, haciéndonos su lectura del Evangelio para niños como tú y como yo. Espero que os guste.

sábado, 27 de octubre de 2007

Belleza relativa

Enrique Monasterio publica hoy en su blog un artículo interesante sobre la importancia del aspecto físico (http://pensarporlibre.blogspot.com/2007/10/el-look-es-lo-importante.html). Es brillante, os recomiendo su lectura.

Esto me ha hecho pensar un poquito en el tema. Porque aunque aunque yo me doy mil vueltas a mí misma continuamente (¡he descubierto que mi ombligo es redondooooo!), la verdad es que a mi aspecto físico le doy muchas menos. Ahora: si me miro al espejo... ahí están, donde no estaban hace 2 años: las canas (cubiertas estratégicamente con mechitas), las patas de gallo, los michelines...

¿Es verdad que las arruguillas o los kiletes afean a las personas? ¿No os ha pasado mirar a alguien "bien cuidado" físicamente y verlo feo? A mí me da que esto de la belleza es relativo. Es verdad que a veces se nos ve mejor y a veces peor: pero no creo que dependa tanto del físico, sino de cómo estés por dentro. A más triste, preocupada, estresada y neurótica, más fea (michelín arriba o abajo).

Tal vez por eso, desde que he vuelto de mi retiro, hay quien me ve "guapetona" (jeje), con otra cara. Y es que el aire libre, el sol, el verde, el silencio, los pajaritos, el tiempo, dormir, la paz, Dios, me sientan bien... ¡Creo que hoy me pondré zapatos y me maquillaré un pelín para celebrarlo! ¿Os parece?

viernes, 26 de octubre de 2007

Pinocho

Como veo que os gustan las cancioncitas y los dibus,
dedico ésta a todas las Hormigas Titinas, a los Brujitos de Gulugú, a los Tomasitos Marineros
y a todos los "niños" y "niñas" que leéis mi blog.

martes, 23 de octubre de 2007

Un corazón tendido al sol


Ando estos días dando vueltas -entre otras muchas cosas- a la importancia que tiene lo que hacemos: a su valor. Porque a veces me ocurre que siento que no sirve para nada tanto esfuerzo, porque no se ven frutos. ¡Malditos sentimientos, por cierto! (dicen que los enemigos del alma son tres: el mundo, el demonio y la carne... A la carne yo la llamaría YO, ese enemigo que llevo dentro de mí, y que es sobre todo -digan lo que digan- sentimientos).

Una de las frasecitas lapidarias que me han calado de este fin de semana es: LO IMPORTANTE ES QUERER. Y entiendo querer en las dos acepciones de la palabra: o sea, lo importante es meter en lo que hago toda la voluntad, y lo importante es hacerlo por amor. El sentimiento de más o menos fracaso con el que me acueste después de eso es tan traicionero y tan relativo como lo son los sentimientos.

Dice una canción de Victor Manuel:
"Dejo sangre en el papel,
y todo lo que escribo al día siguiente rompería
si no fuera porque creo en tí.
A pesar de todo tú me haces vivir,
me haces escribir dejando el rastro de mi alma
y cada verso es un jirón de piel...
Soy un corazón tendido al sol".


(Pongamos mayúscula en los tús y tís, y nos queda una oración preciosa... ¿o no?).

domingo, 21 de octubre de 2007

Ya estoy de vuelta

Han sido unos días estupendos.
Gracias a todos por encomendarme.
Iré compartiendo aquí cositas poco a poco...
Tengo que digerir mucha cosa aún, pero creo que ha valido la pena.
Os dejo una foto de la Virgen de la Ermita.
Besitos a todos.
Hadasita.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Salió el Sembrador a sembrar...

Voy a estar unos días fuera.
Así que dejo este blog
en manos de vuestros comentarios,
sin entradas nuevas.
Os pido que me encomendéis,
porque me voy de retiro,
y ya sabéis que son días importantes...
Sale el Sembrador a sembrar,
así que pedir, para que me encuentre tierra buena.
Aquí os dejo la parabolita, con el toque de ternura
que dan siempre mis amigos, los Valiván.
Espero que os guste.

lunes, 15 de octubre de 2007

15 de octubre...

Casi todos los viajes que he hecho por mi País han sido siguiendo sus huellas. Malagón, Beas del Segura, Toledo, Pastrana, Villanueva de la Jara, Medina del Campo, Segovia, Burgos, Salamanca, Alba de Tormes, Ávila...

Por el camino me hice también amiga de sus amigos: Juan, el medio-fraile, doctor de la Iglesia; el otro Juan, patrono del clero español, llamado ya en época maestro de santos; Pedro, hermano menor, pobre y penitente (alcantarinos se llaman hoy quienes le emulan); Francisco, el de los abecedarios espirituales, que tanto persiguieron por aquel entonces; igual que a Luís, el de Granada, que por aquella época estaba "exiliado" en Lisboa; Íñigo y Domingo, padres de los "padres" de mi amiga... y muchos otros.

Es tanto lo que le debo a Teresa que no sabría por dónde empezar. La he amado hasta la obsesión. Ha sido una muy buena amiga, y una excelente maestra. Y aunque no merecí ser hija suya, sé que encontraré sus brazos abiertos -de los primeros- cuando llegue a la Casa del Padre. Porque ya lo decía El Principito: eres responsable PARA SIEMPRE de lo que has domesticado... El tiempo que ella perdió cuidando de esta Hadasita me hace atreverme a firmar esta entrada, hoy, orgullosa como

Esther de Teresa de Jesús.

domingo, 14 de octubre de 2007

La historia de Abu Muhammad

Sigo dando vueltas al vídeo que colgué con el título "superación personal". El de los ratones y las personitas corriendo por el laberinto buscando queso. Y me ha venido a la memoria un texto que copia Cabodevilla en "El Padre del hijo pródigo", y que os cuelgo aquí.

Abu Muhammad era un hombre pobre que vivía en un barrio extremo de Alejandría. Su casa también era pobre, con un pequeño patio en el cual crecía una higuera junto a un reloj de sol. Cierto día oyó en sueños una voz que le decía: “Vete a Ispahán y al pie de la mezquita, en la fachada trasera, verás una losa más oscura que las demás; levanta esa losa y encontrarás un gran tesoro”. El aviso se repitió tres noches. Ante tal insistencia, Abu Muhammad decidió hacer caso de aquella misteriosa revelación y se piso en camino. Después de muchas y fatigosas jornadas, llegó por fin a Ispahán y, cuando se hizo el silencio en la ciudad, se dirigió cautelosamente hacia la mezquita. Pero antes de poder cumplir su propósito fue sorprendido por unos guardias que sospecharon de él y lo condujeron ante la presencia del juez. “¿Por qué has venido a Ispahán?”. A pesar de la vergüenza que le causaba confesar su sueño a un extraño, optó Abú Muhammad por decir la verdad. El juez se echó a reír. No obstante, ordenó a los guardias que lo acompañaran hasta el lugar indicado y que cavasen en busca del supuesto tesoro; allí no había nada. A la vuelta, el juez rió de nuevo y dijo: “Eres un iluso. ¿Cómo has podido dar fe a tales fantasías? Tres noches seguidas he soñado yo con una gran fortuna en oro que se encuentra oculta bajo una higuera, junto a un reloj de sol, en el patio de una miserable casa de las afueras de Alejandría; ¿quién podría creer en semejante superstición? Vuelve a tu ciudad y olvida tu desvarío”. Abu Muhammad no contestó nada y salió. Inmediatamente emprendió el camino de regreso y, al llegar a su casa, se puso a cavar debajo de la higuera. A dos palmos de profundidad encontró una arqueta de hierro y, dentro de ella, doscientas monedas de oro.

A veces pensamos que lo mejor está fuera, en otro sitio.
Y es necesario recorrer parte de un camino inútil para darnos cuenta de lo que tenemos.
Quizá el queso nuevo esté... enterrado a menos de dos palmos en mi casa.
Quizá la felicidad esté tan cerca de mí misma como mi propio corazón,
ahí donde mora Dios...

sábado, 13 de octubre de 2007

¡Mira la nena!


Hoy he ejercido un poco de chica, y he hecho algo propio de mi sexo, para variar: ir de compras. Una chaquetita, tampoco nada del otro mundo, por si hace fresco en mi curso de Retiro. Comprar los sábados por la tarde es como pasar el día en la jungla: hay tal mogollón de gente que llegar a la caja a pagar acaba siendo todo un reto; y vuelves sudada, despeinada y con la lengua colgando... ¡¡¡Nunca entenderé cómo hay mujeres que dicen que algo así les relaja!!!.

Pues en estas estaba, en mi portal, con la bici en una mano, la bolsa en la otra y el llavero en la boca, cuando ha entrado detrás de mí uno de mis vecinos con su nenita pequeña. Tendrá un par de añitos, no más, con sus dos coletas, chapurreando cosas ininteligibles para mí, aunque su papá le seguía la conversación perfectamente. ¡¡¡Entonces ha pasado!!! Mi vecino le dice a la peque: "Mira la nena: tiene una bici, como tú". Y, a la altura de mis rodillas, he visto cómo levantaba sus ojitos, y con una sonrisa de lo más limpia ha dicho: "Sí, nena tene bici".

Y no he podido evitar pensar... en lo relativo del tamaño. Porque Hadasita sí es una nena, aunque le saque cinco palmos a otras. Por más que me disfrace de treinteañera en crisis, mi vecinita me ha reconocido. A sus ojos soy una nena. ¿Y quién puede afirmar con argumentos de peso que está equivocada?. Ni siquiera yo...

He entrado en el piso, he aparcado la bici, he colgado la chaqueta, me he sentado un momento a recuperar el aliento; y me ha parecido escuchar en el pasillo la voz de Papá-Dios diciendo: "La nena ya está en casa"...

Superación personal



Cuelgo este vídeo hoy, porque dentro de cinco días me voy de Retiro, y me viene bien recordar algunas preguntas importantes, como qué es el queso para mí, cuál es mi actitud cuando siento que pierdo mi queso, dónde es posible que esté el queso nuevo, etc. Algo o mucho presiento que tiene que ver todo esto con el examen de conciencia de la noche y con el ratito de oración... Acepto-ruego comentarios al respecto, a ver si entre todos sacamos una buena "moraleja" que aplicarnos.

viernes, 12 de octubre de 2007

Más efectos secundarios


Hace una semana describí unos cuantos: se recupera el apetito, se restaura el sueño, se está más ágil... Pero además, para nuestro "sistema operativo" es buenísima (hablo de la Confesión, por supuesto); ante una semana espantosa como esta última mía, llenita de "virus" y de "bloqueos" de todo tipo, es un formateo genial; queda todo bien limpito, borrado... Todo lo que estaba mal instalado desaparece, se empieza de cero otra vez. La idea de formatear es buena, siempre y cuando hagas primero una copia de seguridad de las cosas que no quieres que se borren, claro. A mí me ha pasado algo curioso... porque le dí a "format" a toda esta última semana; pero... me quedó cierto antojo de mazapán en la memoria interna, no sé bien por qué... ¡Bona nit!

miércoles, 10 de octubre de 2007

Para Ali

No te entristezcas, mi niña. Yo tampoco tuve mocaorá (vino D.Javier y me trajo un pulpo, eso sí; pero no es lo mismo...). ¿Quieres cargarte a tu soledad?: ¡júntala a la mía! ¿Nos compramos unos de éstos a medias y nos los zampamos juntas de una, celebrando que... que por ahí arriba debe haber unos ojitos que nos miran con amor? ¿Hace? Del pañuelo paso, pero de los mazapanes... Venga, Ali, ánimo, y que pases un feliz primer día de facu, ¡que estás hecha toda una universitaria!

lunes, 8 de octubre de 2007

Destino


Todo viaje tiene un destino. Lo normal es que cuando uno se sube a un tren, sepa a dónde quiere llegar. Uno sabe dónde empieza y donde acaba el recorrido. Lo que resulta imprevisible es lo que puede ocurrir en el camino. Quién compartirá el vagón contigo, cuántas veces pasará el revisor, cuántos túneles, cuántos vaivenes, cuántas paradas, qué paisajes... En este viaje que es la vida, a veces nos sentimos cansados. Llevamos mucho tiempo ya, y parece que todavía falta otro tanto. Y andaba yo pensando que es importante no olvidar un par de cositas: que quien conduce en tren sabe lo que hace, y que sí, que hay un destino...

domingo, 7 de octubre de 2007

Gracias

Estoy muy cansada hoy, y no tengo nada especial que decir tampoco. Sólo gracias. A Tina y Tocha. A Angelito, D.Javier y D.Rafael. A los profes de mi cole. Por su paciencia y cariño conmigo estos últimos días. Al Buen Dios, por ponerlos en mi caminito para que se me haga más amable andarlo.

sábado, 6 de octubre de 2007

Esa cosa pegajosa

Cuidado con las pequeñas cosas. Las grandes las vemos venir (son bastante más ruidosas). Pero las pequeñas cosas...

Y se te pegan. Porque son pegajosas, ¡vaya que sí! Y no sabes bien cómo quitártelas de encima. No son peligrosas, por supuesto, pero paralizan lo suyo. Lo malo de las pequeñas cosas es que están por todas partes... En cualquier momento puedes pisar una. Lo bueno es que te obligan a vivir más atento.

Aquí un vídeo, dedicado a todos aquellos que se lo curran en las pequeñas cosas, por amor. Y que, de vez en cuando, tropiezan con una bien pegajosa, porque no somos perfectos, ¡ninguno!.

Me lo pongo a mí también, para ayudarme a recordar que... ¡¡¡que un chicle no es un océano!!! (ojito con qué te ahogas, Hadasita...).

Feliz sábado a todos.

viernes, 5 de octubre de 2007

Efectos secundarios

Tengo una amiga fantástica que se llama Chon. El otro día nos tomamos un helado en la horchatería de abajo de casa. Y luego se pidió un bocata. Yo la miré un poco sorprendida. Entonces me contó que venía de confesarse, y que se le había abierto el estómago, que se moría de hambre. Me hizo gracia. Se había quedado tan agusto que había recuperado el apetito a tope. Lo mismo ocurre con el sueño: después de una buena confe ¡se duerme tan bien!. Jose Ramón, un señor de mi parroquia, me contaba esta mañana que él, antes de tener mal la cadera, volvía de confesarse pegando saltos por la calle, bajando las escaleras a brincos. Me pregunto: ¿hasta cuántos efectos secundarios se le puede contar a la confe? Cuando nos enferma el alma, ¿dónde nos duele?: en el cuerpo, por supuesto. Es lógico, pues, que al devolverle la salud, el cuerpo también se reponga. A mí hoy me ha dado por llorar...

jueves, 4 de octubre de 2007

Perfecta alegría


Es un poquito largo, pero creo que merece la pena.
Sacado de las "Florecillas de San Francisco".

Iba una vez San Francisco con el hermano León de Perusa a Santa María de los Ángeles en tiempo de invierno. Sintiéndose atormentado por la intensidad del frío, llamó al hermano León, que caminaba un poco delante, y le habló así:
- ¡Oh hermano León!: aun cuando los hermanos menores dieran en todo el mundo grande ejemplo de santidad y de buena edificación, escribe y toma nota diligentemente que no está en eso la alegría perfecta.
Siguiendo más adelante, le llamó San Francisco segunda vez:
- ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor devuelva la vista a los ciegos, enderece a los tullidos, expulse a los demonios, haga oír a los sordos, andar a los cojos, hablar a los mudos y, lo que aún es más, resucite a un muerto de cuatro días, escribe que no está en eso la alegría perfecta.
Caminando luego un poco más, San Francisco gritó con fuerza:
- ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor llegara a saber todas las lenguas, y todas las ciencias, y todas las Escrituras, hasta poder profetizar y revelar no sólo las cosas futuras, sino aun los secretos de las conciencias y de las almas, escribe que no es ésa la alegría perfecta.
Yendo un poco más adelante, San Francisco volvió a llamarle fuerte:
- ¡Oh hermano León, ovejuela de Dios!: aunque el hermano menor hablara la lengua de los ángeles, y conociera el curso de las estrellas y las virtudes de las hierbas, y le fueran descubiertos todos los tesoros de la tierra, y conociera todas las propiedades de las aves y de los peces y de todos los animales, y de los hombres, y de los árboles, y de las piedras, y de las raíces, y de las aguas, escribe que no está en eso la alegría perfecta.
Y, caminando todavía otro poco, San Francisco gritó fuerte:
- ¡Oh hermano León!: aunque el hermano menor supiera predicar tan bien que llegase a convertir a todos los infieles a la fe de Jesucristo, escribe que ésa no es la alegría perfecta.
Así fue continuando por espacio de dos millas. Por fin, el hermano León, lleno de asombro, le preguntó:
- Padre, te pido, de parte de Dios, que me digas en que está la alegría perfecta.
Y San Francisco le respondió:
- Si, cuando lleguemos a Santa María de los Ángeles, mojados como estamos por la lluvia y pasmados de frío, cubiertos de lodo y desfallecidos de hambre, llamamos a la puerta del lugar y llega malhumorado el portero y grita: «¿Quiénes sois vosotros?» Y nosotros le decimos: «Somos dos de vuestros hermanos». Y él dice: «¡Mentira! Sois dos bribones que vais engañando al mundo y robando las limosnas de los pobres. ¡Fuera de aquí!» Y no nos abre y nos tiene allí fuera aguantando la nieve y la lluvia, el frío y el hambre hasta la noche. Si sabemos soportar con paciencia, sin alterarnos y sin murmurar contra él, todas esas injurias, esa crueldad y ese rechazo, y si, más bien, pensamos, con humildad y caridad, que el portero nos conoce bien y que es Dios quien le hace hablar así contra nosotros, escribe, ¡oh hermano León!, que aquí hay alegría perfecta. Y si nosotros seguimos llamando, y él sale fuera furioso y nos echa, entre insultos y golpes, como a indeseables importunos, diciendo: «¡Fuera de aquí, ladronzuelos miserables; id al hospital, porque aquí no hay comida ni hospedaje para vosotros!» Si lo sobrellevamos con paciencia y alegría y en buena caridad, ¡oh hermano León!, escribe que aquí hay alegría perfecta. Y si nosotros, obligados por el hambre y el frío de la noche, volvemos todavía a llamar, gritando y suplicando entre llantos por el amor de Dios, que nos abra y nos permita entrar, y él más enfurecido dice: «¡Vaya con estos pesados indeseables! Yo les voy a dar su merecido». Y sale fuera con un palo nudoso y nos coge por el capucho, y nos tira a tierra, y nos arrastra por la nieve, y nos apalea con todos los nudos de aquel palo; si todo esto lo soportamos con paciencia y con gozo, acordándonos de los padecimientos de Cristo bendito, que nosotros hemos de sobrellevar por su amor, ¡oh hermano León!, escribe que aquí hay alegría perfecta.

Y ahora escucha la conclusión, hermano León: por encima de todas las gracias y de todos los dones del Espíritu Santo que Cristo concede a sus amigos, está el de vencerse a sí mismo y de sobrellevar gustosamente, por amor de Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e incomodidades. Porque en todos los demás dones de Dios no podemos gloriarnos, ya que no son nuestros, sino de Dios; por eso dice el Apóstol: ¿Qué tienes que no hayas recibido de Dios? Y si lo has recibido de Él, ¿por qué te glorías como si lo tuvieras de ti mismo? (1 Cor 4,7). Pero en la cruz de la tribulación y de la aflicción podemos gloriarnos, ya que esto es nuestro; por lo cual dice el Apóstol: No me quiero gloriar sino en la cruz de Cristo (Gál 6,14).
A Él sea siempre loor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Pequeñas luces


Llevo rato mirando desde la ventana a mis vecinos. Y estoy bastante impresionada, la verdad. No sé si a vosotros también os ha pasado, o si os habréis fijado...

Hoy he tenido un día de esos de antología, malo a rabiar. Creo que ya me he levantado cansada, y el resto ha sido llover sobre mojado. A veces ocurre. Pero por fín ha llegado la noche. Se agradece un poquito de silencio para variar. Y me preguntaba cómo será la vida de la gente que me rodea. Debe ser agradable también llegar a casa, después de un día agotador, y sentirte acompañado, querido, escuchado. Poder compartir lo bueno y lo menos bueno con la familia. Yo vivo sola, y ese tesoro me lo pierdo, por desgracia.

Partiendo del presupuesto de que un hogar debe ser un espectáculo digno de admirar, he levantado la persiana, y lo que me he encontrado es lo que os dejo en la foto. De muchas de las casas que tengo en frente, la única luz que sale por la ventana es... ¡LA DE LA TELE! (he enmarcado algunas con un circulín rojo).

Y digo yo: si después de un día catastrófico, una persona llega a su hogar, y se encuentra a la familia apoltronada en un silencio mortal delante de la tele... ¿no estaré yo, que vivo sola, más y mejor acompañada? Vale que hoy juega el Valencia; pero yo sé de un Padre que prefiere el canal de la vida real, y que es adicto a las niñerías de su pequeña Hadasita, balbuceando tonterías asomada a una ventana.

martes, 2 de octubre de 2007

Felicidades, Nereo!


Gracias por tu fidelidad.
Por tener tanta paciencia conmigo.
Por los mil tropezones que me has evitado
sin que yo me dé cuenta.
Por pelear siempre a mi favor.
Por defenderme del Bicho Malote.
Por ser tantas veces mi Pepito Grillo.
Por ir un paso por delante de mí, dando luz.
Por tantos pequeños favores.
Por tu cariño. Por tu bondad.
Por susurrarme -de parte de Dios- palabras de amor.
¡No me cansaré de presumir de Custodio! ¡Eres el mejor!

lunes, 1 de octubre de 2007

A destajo


Hoy estrenamos mes. Y con él, las clases por la tarde.
Es lunes, son las 18,00h, ¡¡¡y me parece que ya no puedo más!!!
Desde las 6,30 de la mañana sin parar... el ritmo es bueno ¿o no?.

Esta forma de trabajar tan a lo bestia
me ha hecho recordar algo que leí hace poco:
"Los miembros de la familia de Dios
no trabajamos a sueldo, como los mercenarios.
Trabajamos a destajo: como los buenos hijos".


Estoy contenta. Porque hoy Adrián ha aprendido a distinguir
sustantivos concretos y abstractos, propios y comunes,
¡Y lo ha aprendido conmigo!
¡Yo he sido testigo privilegiado de ese momento!
Pero aunque absolutamente ninguno de mis chavales
hubiese aprendido nada hoy,
mi trabajo ha sido bueno...
si al menos me ha ayudado a hacerme un poquito más buena.
Mientras los hijos de Dios trabajamos a destajo,
Dios se cuida de nosotros en exceso, como los buenos Padres...
¡Ese es su trabajo!

Una de marcianos

Angelito: subo tu vídeo
para que lo vean todos,
porque está muy chulo.
Me ha encantado. ¡Gracias!

domingo, 30 de septiembre de 2007

Saltando

Dedicado, con cariño, a D.Javier,
mi "conejílope",
empeñado en enseñarme a ver
el vaso medio lleno...

Lección para pródigos: la M con la A...

Este verano compré un libro: “El Padre del hijo pródigo”, de Cabodevilla. No tardé ni un día en empezarlo. Pensé que me haría mucho bien, porque llevo un tiempo especialmente sensible con este tema, que me parece el ABC de la vida cristiana: “Dios es mi Padre”. Desde que empecé a tomarme en serio lo de salir de la dichosa crisis de los 30, cuando me preguntan qué tal estoy –por dentro, se entiende- respondo que recomenzando desde el principio, desde la base: la M con la A= MA. Vale. Pues para mí, la MA es “Dios es mi Padre”; porque si esta premisa es cierta, todo lo demás está controlado.

En el fondo, estoy convencida que en estas cuatro palabras se esconde la fuerza suficiente que la persona necesita para su re-conversión. Lo repito muchas veces, lo escribo, incluso lo dibujo… porque pienso que es el único medio que tengo para que me calen dentro. Es como cuando criticas a alguien, y le vuelves a criticar, y dale que te pego: eso despierta una tirria visceral real a esa persona en el corazón. De igual manera, pienso que es posible que repetir una y mil veces “Dios es mi Padre” me ayude a conocerle y a amarle -¡a sentirme amada!- como hija.

La escena es el siguiente. Por la mañana compro un libro, y por la noche lo abro y empiezo a leer. Y al primer párrafo ya estaba llorando. Decía: “imagina a Adán, mirando las estrellas, insomne, la primera noche que pasaba fuera del paraíso…”. De repente me sentí Adán, y me sentí el hijo pródigo. El libro habla también de cómo debió ser la primera oración de este Adán, no tanto con palabras sino con una especie de grito: “¡tengo hambre!”… el mismo que movió al hijo pródigo a ponerse en camino hacia la casa del Padre. ¡Y yo también tengo hambre!… Y –al igual que ellos- no sé si tengo hambre de Dios, o de lo que espero encontrar en Dios porque no consigo que nadie más me lo de: no consigo que nadie me de paz; no hay nadie que pueda alegrarme la vida (que me ayude a pasar un buen rato sí, pero que me alegre la vida…); no hay nadie que pueda abrir una ventana y gritarme: “¡hay futuro!”, y convencerme de ello (tengo la mala costumbre de pensar que mañana será… más de lo mismo); no hay nadie que pueda evitar que yo me sienta sola: ni aunque estuviera rodeada de toda la gente que dice quererme gritándome a coro: “te queremos, te queremos”… no, no me siento querida. Al menos no como deseo sentirme querida. Y sobre todo, no hay nadie en el mundo que pueda curar el asco que siento cuando miro hacia esa gran parte de lo que ha sido mi vida hasta aquí: mis pecados, mi estancamiento, mis sentimientos traicioneros, mis caídas estúpidas, mis rendiciones, mi vulnerabilidad, mi inconstancia, mi infidelidad… Nadie puede reconciliarme conmigo misma mas que Dios. ¡¡¡Nadie puede salvarme de mí misma mas que Dios!!!

No sé si esto es tener hambre de Dios, o de lo que sólo Él puede ofrecerme: pero tampoco sé si el hijo pródigo quiso volver al hogar por el Padre o por la tranquilidad que pensaba que tendría en su casa, ni si Adán echaba más de menos sus paseos con Dios al caer la tarde o el Paraíso mismo… En todo caso, sentir hambre ya es bueno; porque hasta que no se toca fondo, uno no se plantea volver. Es… como el principio de la conversión.

Desde que ando con este libro entre manos he empezado a sentirme mejor, porque sé que ha empezando ese principio del fin. Porque la propia palabra “Padre” ya me conmueve -¿será de tanto copiarla?-; y porque si sale algún ratito algo bueno de mí, sale cuando… cuando me pinto como esa pequeñaja Hadasita, que no es otra cosa que… ¡el hijo pródigo!

sábado, 29 de septiembre de 2007

Soltarse

Cortar los hilos.
Cuesta, como costó también atarse.
Quisimos con todas las fuerzas ser marionetas.
Anhelamos el aplauso, el reconocimiento, la aceptación. Y nos vendimos.
Y ahí están los hilos: son tan finos que apenas se ven.
El hilo de la vergüenza, el del temor al rechazo,
el del miedo al sufrimiento o a la soledad.
El guión era sencillo: la cultura de la tele, el lenguaje de la calle, la moral de la masa.
Vamos donde nos llevan. Hacemos lo que nos dicen.
Dedimos lo que esperan oir.
Y no vivimos: actuamos. Como las marionetas.
Acaba la función y a la cama. Hasta la próxima.

Soltarse es doloroso. Bajar del escenario y pisar la calle.
Vivir la vida cotidiana, corriendo el riesgo de pasar desapercibidos,
de no resultar "guays", de no estar a la moda,
de ser criticados por pensar y vivir de manera diferente.
Ser coherente está mal visto. La integridad no vende.
Soltarse es arriesgado. Como lo es decidir por uno mismo.
Porque te puedes equivocar. Te puedes caer. Puede doler.
Vivir es eso: una aventura.

- Pero al fin y al cabo, si me suelto del Mundo...
¿no es para atarme de nuevo a otro Amo?
¿No somos también marionetas de Dios?

- No, Hadasita. No somos marionetas.
Porque las manos de Dios no están arriba, sujetando los hilos,
sino abajo, sosteniendo a sus hijos...
"Cuando caemos, no caemos más abajo de las manos de Dios".

Discúlpeme, pero no

Echando un vistazo a vídeos de viejos amigos,
recupero éste de Martín Valverde.

Dedicado especialmente a mis alumnos, con todo el cariño.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Arena y agua


Hoy he ido a comer a la playa con el resto de profes de mi cole. Antes de entrar en el restaurante, Raquel -un genio del griego y la cultura clásica de veintipocosaños- y yo nos hemos quedado prendadas mirando lo que os dejo en esta foto. Me ha dado qué pensar. ¡Cómo con materiales tan simples como arena y agua se pueden construir cosas tan bonitas!. Todo sirve. Es cuestión de modelarlo bien. También Dios, con nuestra pobre materia prima, hace pequeñas maravillas, ¿o no?. Siempre que nos dejemos "amasar" por sus cálidas manos y nos fiemos un pelín de su buen gusto y hacer...

Con estilo

A propósito de lo publicado ayer en "no es lo mismo". De las caídas, y de tomarse la vida de otra manera. Me estaba acordando de Buzz Lightyear, de la depre que coge en Toy Story 1 cuando descubre que no es un guerrero espacial sino un muñeco, y que no puede volar, sólo caer. Al final de la película, digamos que suena de nuevo el despertador, y nos encontramos a un Buzz felíz de ser el muñeco de Andy; y vale que no vuela: sólo cae... PERO CAE CON ESTILO!!! De eso se trata.

jueves, 27 de septiembre de 2007

No es lo mismo

- Es que siempre me confieso de lo mismo!
- ¡Toma, y yo! Pero no es siempre lo mismo.
- ¿Cómo que no? Lo mismo hoy que la semana pasada; lo mismo que el año anterior. ¡Fijo que el cura se sabe mi lista de memoria!
- Sí, pero... ¡no es lo mismo!. La materia sí, pero el pecado es nuevo. Mi pecado de hoy, aunque sea de lo mismo, es diferente al de la semana pasada y el año anterior.
- ¡Peor me lo pones! Pues vaya desastre...
- Que no, Hadasita, tontina. Que el perdón también es nuevo. ¡Y el Amor! ¡Y la vida!
- ¿Qué dices? La vida no es nueva. Es... la que es. ¡Ya quisiera yo!: no tener que levantarme siempre temprano, coger el mismo bus, ir al cole donde me esperan los mismos chavales que ayer, volver a casa, hacer los "deberes", poner la lavadora, limpiar, salir a comprar... Siempre la misma rutina, todo milimetrado...
- Ya, para, Hadasita. Que no, que te equivocas de nuevo. ¡Que no es lo mismo! El horario sí, pero el día es nuevo. La ocasión es totalmente nueva, a estrenar. El despertador sonará mañana a la misma hora, y el trabajo será el de siempre... Como mucho quizá puede que llegue alguna "tormentilla" inesperada a fastidiarte la colada. Pero todo eso se puede vivir de una forma distinta, totalmente nueva, si metemos más amor... (¿sabías que en portugués novios se dice os novos, o sea, los nuevos? El amor es así...¡LA VIDA ES ASÍ!).

miércoles, 26 de septiembre de 2007

La oveja perdida

Aquí un vídeo de mis viejos amigos los Valiván.
Los niños lo ven con la boca abierta.
Otros niños no tan niños lo acabamos con los ojitos húmedos...

Tormentas y diluvios


Siempre me han gustado las tormentas; sobre todo las tormentas por la noche, desde la camita. Sé que hay gente que se deprime los días de lluvia. A mí me pasa justo lo contrario: cuanto más llueve, más contenta estoy, y parece que hasta el trabajo me cunde más. Es como si llevara encima una dosis extra de cafeína. Aún no me ha dado por cantar bajo la lluvia, aunque… nunca se sabe. Soy rara, ya lo sé. Pero hay que reconocer que el agua no es mala; cuando falta durante un tiempo largo, viene a ser un poco como el hambre: ayuda a que los hombres miremos hacia arriba –si las tierras se secan, ¿qué nos alimentará?; porque no sólo de pan, pero… ¡también!-. Cuando llueve imagino a Dios regando su plantita, su Hadasita, para que crezca fuerte y sana…

Miles de veces he escuchado decir, hablando de la vida espiritual, que las tormentas son buenas. Entiendo tormenta aquí como “mogollonazo de cosa negra que te cae de repente, sin que tú puedas evitarlo; que sientes que te rodea por todas partes, y que de alguna manera asusta (¡esos rayos, esos truenos!) y paraliza (me quedo en casa)”. Ya sé que no es una definición muy ortodoxa…

Una tormenta se hace gota a gota: es como una acumulación de pequeñas situaciones que te empiezan a desbordar: a mi ordenador le ha entrado un virus, me he disgustado con mi mejor amiga, no dejo de estornudar y sonarme, llevo una semana durmiendo mal, el trabajo se me sale por las orejas, apenas llego a fin de mes, mis pecados hoy son los mismos que ayer y que la semana anterior, y cuando quiero dedicarle un ratito a Dios en la oración, o sólo me salen quejas, o directamente me duermo. Todas estas gotas juntas, para mí son una tormenta. Otras personas hablan de noche oscura o purificación pasiva del sentido. Una piensa: “un día malo lo tiene cualquiera”; y tira para adelante, echándole más o menos humor. Las tormentas, al igual que el hambre, pueden ser de Dios; pueden –deben- acercarnos más a Él; deberían hacernos más conscientes de que, por más que nos empeñemos, si el Señor no construye la casa…

OMNIA IN BONUM! ¡Todo es para bien! Dice una buena amiga mía, Teresa de Jesús, que Dios es el gran experto en sacar de los males bienes. Las tormentas deberían al menos hacernos crecer en confianza. Recuerdo aquella historia de tormenta en el mar: el barco a punto de naufragar, y un niño que ni se inmuta, que sigue tan tranquilo. Cuando le preguntan responde que no pasa nada, que está todo controlado, que su papá es el capitán. Si Dios está con nosotros, ¿qué mal –mal verdadero, mal malo malote del todo- nos puede pasar? Aunque duerma en un rincón de la barca, sabemos que con Él a bordo nada nos hará naufragar.

El problema viene cuando a un día de tormenta le sigue otro, y otro, y otro más. Y no deja de llover en una semana, en un mes, en un año… La tormenta se convierte así en diluvio, y en vez de fecundar la tierra arrasa con todo. Las tormentas pueden ser de Dios, pero los diluvios no.

Yo tengo un Padre, un Padre Fuerte y Bueno, que un buen día colgó su arco en el cielo, y que prometió que jamás permitirá que ningún diluvio acabe con la vida de sus hijos.

Imagino que la paz debe ser...


...algo parecido a acostarse por la noche con la conciencia tranquila, y dormir a pierna suelta, sabiendo que –pese a los sufrimientos o contradicciones que hayan podido surgir con esto que llamamos “vida cotidiana”- todo está bien. Que igual que puedo dejar la ropa colgada en una percha en la ventana, y recogerla a la mañana siguiente ventilada de malos olores y fresquita, puedo “colgar” mi día en las manos de mi Padre Dios y retomarla renovada al despertar. Y que si es voluntad de Dios que la tierra gire y hoy vuelva a amanecer, también es voluntad suya que yo abra de nuevo los ojos y me ponga a caminar. No soy ingenua. Sé que cada día hago mil cosas mal. Pero imagino un papá, con una nenita de… pongamos dos años: ha salido el sol y la peque despierta, ¡hambrienta por cierto! ¿No sabe su padre que, a lo largo del día, la niña se caerá, pataleará porque no le gusta que la bañen, tendrá ganas de juguetear a todas horas, se manchará la ropita, llorará, lo toqueteará todo, incluso puede que rompa alguna cosa? ¿Y no es igual de cierto que su chiquitina es la alegría de su corazón, y que no hay nada que pueda ella hacer para evitar que su padre la quiera más que a su vida? Ha llegado la noche, y es hora de que los peques nos vayamos a la cama. El papá acuesta a su niña, la arropa, le besa la frente… ¡Eso es la paz!

Es un texto de Tagore, de La Luna Nueva.

Me gusta pensar que Dios pueda hablar así de mí...

"No llores tú, hijo mío. ¡Qué malos deben de ser esos que siempre te están regañando sin motivo! ¿Te han llamado sucio porque cuando estabas escribiendo te manchaste de tinta los dedos y la cara? ¿Y no les da vergüenza? ¿Se atreverían a llamar sucia a la luna nueva porque se ha tiznado la cara con tinta?

Hijo mío, por cualquier cosilla te culpan. Todo lo tuyo les parece mal. ¿Que te rompiste tu ropita jugando? ¿Y por eso te llaman destrozón? ¡Y no les da vergüenza! ¿Pues qué dirían de la mañana de otoño cuando sonríe detrás dé las nubes rajadas?

Pero no les hagas tú caso, hijo mío. ¡Qué bien contaditas te tienen tus faltas! Todo el mundo sabe lo goloso que eres. ¿Y por eso te llaman tragón? ¿Y no les da vergüenza? Entonces, ¿cómo nos llamarían a nosotros porque tú nos gustas tanto que te comeríamos a besos?"
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