domingo, 31 de agosto de 2008

Fortaleza prestada

Dice un santo de nuestro tiempo que "Toda nuestra fortaleza es prestada".
Ellos saben mucho de estas cosas. Y su experiencia nos previene contra tortazos de los buenos. La soberbia es uno de los hoyos más grandes en los que podemos caer.

Os cuelgo este vídeo, porque me encanta. Me encantan Brotes, me encanta la canción, y me encanta la imagen. Cuando veo que de un tarugo bien duro se puede modelar algo tan hermoso, me sereno. Es uno de los efectos secundarios de la Esperanza.

Hoy acaba el mes, empieza la semana; y me veo regalada con un día entero por delante para coger carrerilla. O sea, para sentarme en mi balancín y cantar: "En mi debilidad me haces fuerte". Con esta especie de ofrecimiento de obras, con este dejarlo todo en manos de Aquel que nos presta su fortaleza, mañana saldré de casa camino al trabajo dispuesta a poner toda la carne en el asador: cantando, tranquila, confiada. No puedo más que querer que sea lo que Dios quiera. Será, sin duda, una obra maestra tallada en un duro tarugo.

sábado, 30 de agosto de 2008

Tiempo

El tiempo va pasando. No me había percatado, hasta que he actualizado el álbum de fotos de Carry. Acaba de cumplir 6 meses, mi campeona.

El tiempo va pasando. El verano se acaba. Los días van tan cargaditos de cosas que no te das ni cuenta. Entre una foto y otra, ¿qué ha ocurrido?. Un cambio de casa, por ejemplo. Un viaje muy especial, el mejor de toda mi vida, al otro lado del charco. Un cumpleaños. Gente que se va, y otra gente que viene. Personas que cruzaron ya la Meta. Miedos que quedaron superados. Pecados perdidos en la pésima memoria de Dios. Miradas grabadas a fuego en el corazón. Puestas de sol eternas.

El tiempo va pasando. Sí. Las fotos lo confirman. Carry crece. Y yo estoy más morenita, y más rubia, y más feliz. No sé en qué cajón guardé los kleenex, ni falta que me hacen. Cuando me pongo seria, lo hago de verdad; y cuando me río, me río con ganas. He ganado en autenticidad. Duermo como una niña; y la lista de las cosas verdaderamente importantes se me ha reducido a una sola palabra. Todo lo demás no me preocupa. Todo lo demás pasa, como el tiempo. Al final de la vida sólo contará si supe AMAR...

El mejor de los premios

Para mí, el mejor de los premios que se puede llevar un blog es el que recibo yo cada día: cientos de visitas. Todas las semanas tengo que publicar una entrada de este tipo. Y nunca deja de conmoverme vuestra fidelidad. La medalla es, pues, para vosotros. Gracias de nuevo.

viernes, 29 de agosto de 2008

Premios

Hoy Carlos me ha regalado un premio. Hace un tiempo, M.Jesús también me regaló otro. Si me sorprende tanto que me leáis, que haya gente que confiese que éste es su blog favorito me deja sin palabras. Tendríamos que inventar la jornada nacional de blogueros, para vernos las caras y poder decirnos con un fuerte abrazo lo que en momentos como éste no sabemos cómo expresar. Acepto tu premio, Carlos, agradecidísima, de corazón.

Y tomo el relevo, como es norma, y le paso el testigo a otro blog:
El blog de Tina.
Y no lo hago porque sea de mi hermana. Sino por todo el esfuerzo, la constancia, el sudor, la superación que muestra en cada una de sus carreras; y porque los compañeros que aparecen en sus álbumes son todos unos pedazo campeones, y se lo merecen. No puedo dar una copa a cada uno, pero sí les paso un premiazo por medio del blog, a ese colectivo que -con más o menos medallas- tiene el corazón de oro.

Tranquilidad (II)

Ayer os dejé caer una pequeña lista de cosas que ocurren de vez en cuando, y que parece que vienen rodadas para quitarnos la tranquilidad. No sé vosotros, pero yo me pongo nerviosísima, y acabo echando la ropa sucia a la basura en vez de a la lavadora, y la cáscara del huevo en la sartén. Y cuando llego a este punto, toca parar. Hoy lo he hecho. Me he sentado ahí mismo, en el suelo de la cocina, y me he puesto a jugar con Carry y con Hadasita, mordiéndonos y haciéndonos cosquillas las unas a las otras. Luego ducha general y todo arreglado. La cáscara del huevo a la basura, y la ropa sucia a la lavadora. Como debe ser.

Ya las tengo a las dos cenadas y tranquilitas. Carry con un peluche de un perrito en la boca, y Hadasita con su osito. Tal para cual. Pienso que la tranquilidad tiene bastante que ver con todo esto. Con jugar, con reir, con parar, con quererse, con estar acompañada, con darse cuenta que no pasa nada, con levantarse y volver a poner un poco de orden... En resumen: con orar. Salgo al jardín, huele a jazmín, las estrellas brillan allá en lo alto, todo calla. Me tumbo en el balancín, con las rodillas del Buen Dios como almohada, y cierro los ojos. Me ha parecido sentir un beso en la frente... Ya todo es tranquilidad.

jueves, 28 de agosto de 2008

Tranquilidad

Sé que últimamente os tengo un poco descuidados. Pero tranquilos. No pasa nada. Bueno, sí pasa...

Pasa que quedan 3 días de vacaciones, y estoy preparando un poco la vuelta al cole de Hadasita: mochila, cuadernos, lapiceros, libros de texto, forro y esas cositas.

Pasa que, reparando un grifo, inundé la casa. Y me encontré con dos piscinas, una dentro y otra fuera. Y el chorro salía tan a lo bestia dándome en la cara que ni veía dónde andaba la dichosa tuerca. Y todo con Hadasita al lado muerta de risa, y Carry mordiéndome la zapatilla.

Pasa que, con la humedad, se me cayó un trozo de techo de la ducha, y hacer arreglos lleva su tiempo (y más si eres mujer, que no sé en qué lugar de la cadena evolutiva perdimos el gen del bricolaje). Lástima que no tengo foto de la cara que se me quedó.

Pasa que Carry, además de su pienso, empieza a atacar la cocina; y creo que tiene bastante claro que prefiere el gazpacho andaluz, pese a ser maña. Cada vez necesito más 4 ojos -dos delante y dos detrás- para controlar a las peques.

Pasan cosas. Gracias a Dios todas graciosas. Y al final acabo el día desplomándome en la cama sin llegar siquiera a ponerme el pijama.

Tranquilidad. En realidad no pasa nada (desde la ventana, después del "chaparrón", veo el tendedero donde el sol se encarga de secarlo todo). Supongo que a vosotros también os ocurren cosillas de este tipo. Supongo que vosotros también os reís de ellas. Y supongo que entendéis que tenga un pelín descuidado el blog últimamente... al menos hasta que consiga recuperar un poco de tranquilidad.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Localizador de pareja

Lo malo de los días negros es que una se echa a la tele. Es lo mejor para no pensar. Lo bueno, que en 3 minutos recuerda por qué llevaba meses sin verla. Y la vuelve a apagar, por supuesto, con toda la energía que el mando a distancia permite.

No he llegado a ver ningún programa. Entre otras cosas, porque los anuncios invaden el 85% del tiempo emitido. Uno de un gel anticelulítico, otro de una compañía de seguros para coches, y el tercero ha sido la bomba. Venía a ser algo como "¿Quieres saber dónde está tu pareja en cada momento? llama al 0000 y no dejes que te engañe".

No sé cómo expresar la indignación que siento sin utilizar palabras malsonantes. Pensar que alguien puede controlar la vida de otra persona mediante un móvil me parece repulsivo, a un nivel de Gran Hermano (y me refiero a "1984", no al programita que tengo la suerte de no ver: me estimo mi higiene mental).

Declaración de independencia: a nadie le importa un bledo dónde estoy, qué es lo que hago o lo que dejo de hacer. Y quien no se fíe de mí es su problema. Al final tendré que dar gracias a Dios por haber anulado el móvil y por no tener pareja. Así puedo salir y entrar en casa sin temor a ser espiada. No sea que a algún enfermo mental se le ocurra llamar al 0000 y me encuentre en mi cuarto de baño haciendo un pis.

lunes, 25 de agosto de 2008

¡Lo encontré!


Precisamente hoy.

Hoy, que no lo andaba buscando.
Hoy, que ha sido un día malo
(que sí, que también los hay).
Hoy, que no ha amanecido hasta media tarde,
o al menos yo no he visto el sol.
Hoy, que pensé que me perdía de nuevo,
he encontrado mi FARO.

Y mientras haya Faro, hay esperanza.

¿A que es bonito?

sábado, 23 de agosto de 2008

Pisando tierra

Cuando una sueña, lo hace a lo grande. Es lo propio de los sueños. Para quedarse chicos no hace falta soñar.

Recuerdo que de niña yo soñaba con ser periodista y tener mi columna fija en un periódico. Soñaba con un ático, chiquito pero bonito, luminoso, y por supuesto sin hipoteca (los sueños, sueños son). Soñaba con un príncipe azul, una cama con sábanas rosas, y un vestido de novia bien blanco. Soñaba con montar a caballo a la orilla del mar, volar en ala delta, abrir la ventana del cuarto y embriagarme con perfume de jazmín. Soñaba con ser especial, cambiar el mundo, hacer mucho bien. Escribir un libro. Plantar un rosal. Y, si venía una niña, llamarla Teresa.

Pero al final toca abrir los ojos, y la realidad se impone. Y -gracias a Dios- suele superar a la ficción. Al menos en sencillez. He descubierto que los príncipes azules no existen, ni falta que hacen: el cariño de mis grises amigos colma con creces mi necesidad de afecto. No soy periodista, pero tengo mi blog, y quizás no muchos menos lectores que si tuviera una columna fija a saber dónde y sobre qué. No tengo casa propia, ni siquiera puedo costearme un alquiler; pero vivo en lo más parecido a un palacio, y por supuesto ni pienso en hipotecas. Duermo en sábanas azules, he plantado el rosal, y está creciendo el jazmín. ¡Y monté a caballo en el Pacífico!. Y la "niña" de la casa se llama Carry, y aunque tiene bastante más pelo del que imaginé, me lo paso bomba con ella. No soy especial, no cambiaré el mundo, pero haré todo el bien que pueda.

La otra noche echamos una partida al Scrabble Álvaro y yo. Futuro filólogo contra periodista frustrada. Una mira a los participantes, y piensa que el juego debe prometer. Sueña con palabras de 20 puntos, de 8 letras. Y el tablero empieza a llenarse con lo que véis en la foto. Me hizo gracia. A Álvaro también. Las fichas no daban para más, como ocurre a veces con la vida. Pero lo pasamos bomba, y el final fue el que tocaba: ganó el filólogo. Como debe ser. Todo está bien.

No puedo más que dar gracias.
Hemos pisado tierra, al lunes le sigue el martes, y todo está bien.

viernes, 22 de agosto de 2008

No hay una sin dos...

... ni dos sin tres, espero.

Ayer tuvimos la segunda convivencia Nica. Y aunque me fallaron 5 personas (¡¡¡a ver cuándo conseguimos estar TODOS de verdad, que se os echó cantidad en falta!!!), fue un alegrón enorme volver a vernos las caras la mayoría. Hablamos, recordamos, hicimos planes de trabajo... Y cuando me quedé sola de nuevo lloré, a lágrima viva, de pura emoción. Me sentí abrazada por más de uno con un cariño y un respeto tan bestial, que creo que estoy definitivamente curada de algunos malos tragos. No hay nada que sane tanto y tan rápido como el amor. Y doy gracias a Dios, porque tengo dosis de sobra de esa medicina.

Tengo familia en Valencia. Tengo familia en Chile, en albacete, en Zaragoza, en Riópar, y en Nicaragua. Tengo hermanos en medio mundo. Y el corazón abierto de par en par.

Gracias a todos -los de aquí y los de allá, los de antes y los de ahora- por venir a robarme la soledad.

jueves, 21 de agosto de 2008

El estado de los cuerpos...

Trágico accidente el de ayer en Barajas. Sin ninguna duda. Te quedas sin palabras, y más cuando piensas que podrías haber sido tú quien volaba dentro. Cuando volvíamos de Nicaragua, nuestro avión tardó más de 2 horas en despegar, porque había un fallo técnico y necesitaba reparación; incluso en un momento se llegó a hablar de cancelar el vuelo. Finalmente despegamos y llegamos a Miami sin más problema que un retraso de 2 horas que nos hizo perder el siguiente avión. Pero no puedo evitar pensar... ¡¡¡podríamos haber sido nosotros!!!

He visto las noticias, que se repiten una y mil veces a falta de datos nuevos. Y me chirrían los oídos cada vez que sueltan la expresión "el estado de los cuerpos". No sólo por la descripción que le sigue: calcinados, irreconocibles, hasta el punto de buscar restos de ADN para poder identificarlos. Me chirrían sobre todo porque nadie se ha planteado el estado de las almas. Como si lo que viajara en ese avión fueran trozos de carne sin más. ¿En qué condición interior estaba, por ejemplo, la persona que ocupaba el asiento 23A? ¿Era feliz? ¿Qué virtudes la adornaban? ¿Qué pecados se le habían enquistado? ¿Cómo era su relación con Dios? ¿Cuáles eran sus sueños? ¿De quién se fiaba? ¿Quién era su mayor amor? ¿Qué criterios regían sus decisiones? ¿Cuál era el sentido de su vida?
¡¿Por qué nadie comenta nada de esto en las noticias?!

Y me da rabia, porque me hago estas preguntas ahora que ya no están entre nosotros. Así de inconscientes somos. Si el avión hubiese despegado sin problema, tal vez esta noche hubiesen dormido en casa o en un hotel de vacaciones; y hoy tendrían planes de playa o de reencuentro con seres queridos. Y entonces, todas esas preguntas, ¿no serían igualmente importantes? Nuestros cuerpos, más o menos bonitos, más o menos morenitos, más o menos bien vestidos... ¿lo son todo? ¿De verdad hace falta que se parta en dos un avión para que nos planteemos cuál es el estado de nuestras almas?

miércoles, 20 de agosto de 2008

Todos vamos en el mismo barco

Otro pequeño montaje Nica.
La canción me vino a la cabeza muchas veces ya estando allá.
No sé si consigo transmitiros lo que siento...



"Todos vamos en el mismo barco.
Todos somos del mismo barro".
(Brotes de Olivo, "¿Cómo te podré pagar?")

martes, 19 de agosto de 2008

Una tercera dimensión



Hace un par de días fui a ver la nueva peli de Pixar. Y me encantó, como todas. Os la recomiendo. Es mil veces mejor que cualquier cosa que puedan echar en la caja tonta, y además da para quedar con los amigos o la familia y tomarse una horchatita bien fresquita a la salida. Porque sí. Porque hay vida más allá de las olimpiadas.

Además de los valores que transmite el argumento -que no os pienso desvelar- me asombra lo bien que está hecha. Y el truco es... la tercera dimensión. No son dibujos planos, como aquellos de Blancanieves; es un mundo en 3D, muchísimo más real.

Lo mismo ocurre con la vida. Más allá de lo que tengo delante de mi natiz, más allá de lo que alcanzan a ver mis ojos, un poco más arriba, las cosas son más... sí, más reales. La altura da esa tercera dimensión.

Ya lo decía aquel profesor del Club de los Poetas Muertos cuando hacía a sus alumnos subir a los pupitres y mirar a su alrededor para enseñarles que hay una forma diferente de ver lo de siempre. A veces hay que subirse a un pupitre, a una montaña, o a un avión; o simplemente levantar los ojos al cielo en una puesta de sol o cerrarlos en silencio en tu propio cuarto, para darse cuenta que las cosas no son lo que parecen. Porque más allá de nuestras poca visión humana, Dios, que sabe más, domina el tema. Y querer ver las cosas desde sus ojos es entrar en un mundo 3D: es ponerse aquellas gafas de plástico que tenían una lente roja y otra azul, para ver la peli en perspectiva. Y encontrarle su sentido.

Y acabo agradeciéndoos de nuevo que me aguantéis estos rollos con tanto cariño y fidelidad. Porque voy a 1000 visitas a la semana. Y de veras que me tenéis asombrada. Gracias. 17.001 gracias.

lunes, 18 de agosto de 2008

Ser uno

Dejarme que me ponga un poco "ñoña" y os cuelgue hoy un poema. O una oración, según se lea. Digamos que es un poema que puede ayudar a la oración. Al menos conmigo ha funcionado.

Es de Amado Nervo. Llevo todo el día dándole vueltas.
Creo que lo más grande que podemos hacer las personas es amar; y lo que más nos engrandece y alegra y des-centra y colma es amar al Amor.
Lo demás no cuenta. Lo demás es relativo. Lo demás importa si es consecuencia de esto.

UNO CON ÉL
Eres uno con Dios, porque le amas.
Tu pequeñez qué importa y tu miseria,
¡eres uno con Dios, porque le amas!

Le buscaste en los libros,
le buscaste en los templos,
le buscaste en los astros,
y un día el corazón te dijo, trémulo:
«aquí está»,
y desde entonces ya sois uno,
ya sois uno los dos, porque le amas.

No podrían separaros
ni el placer de la vida
ni el dolor de la muerte.
En el placer has de mirar su rostro,
en el dolor has de mirar su rostro,
en vida y muerte has de mirar su rostro.

«¡Dios!» dirás en los besos,
dirás «Dios» en los cantos,
dirás «¡Dios!» en los ayes.
Y comprendiendo al fin que es ilusorio
todo pecado (como toda vida),
y que nada de Él puede separarte,
uno con Dios te sentirás por siempre:
uno solo con Dios, porque le amas.

sábado, 16 de agosto de 2008

Esas pequeñas cosas.

Nunca antes me había parado a darme cuenta de ellas. Son cosas sencillas, que siempre dí por supuestas:
- que, cuando me diera la gana, podría abrir la nevera y encontrar agua purificada fresca que beber (y, de paso, un trozo de chocolate que llevarme a la boca);
- que si sudo puedo ducharme. Y si no sudo también, por higiene;
- que al final del día me espera mi cama, con colchón, y un osito de trapo al que abrazarme;
- que puedo ir a Misa todos los días si me da la gana;
- si tengo mocos, tengo kleenex;
- abro el armario y hago la pregunta del millón: "¿qué me pongo?";
- puedo parar, hacer tres tiendas, ver la puesta de sol, con sus rojos maravillosos, respirar hondo y saber que han sido los minutos del día menos desaprovechados de todos...

Una da por sentado que tiene derecho a todo eso. Pero luego descubre que medio mundo no tiene agua potable, ni ducha, ni cama, ni sacerdotes que les celebren; que se limpian los mocos con la misma camiseta que llevaban ayer, anteayer y el año pasado, porque no tienen otra. Y acaba cayendo en la cuenta que esas pequeñas cosas no son un derecho, sino un privilegio.

Hoy, por casualidad -como solemos hacer las cosas importantes en este primer mundo- he visto la puesta de sol. 8 horas antes la vieron en Nicaragua. ¡Qué bueno es Dios, que pinta esos mil matices brillantes, irrepetibles, con su paleta única, para disfrute de ricos y pobres!. Para que los pobres se sepan un poco más ricos... y los ricos un poco más pobres, y aprendamos a dar gracias.

viernes, 15 de agosto de 2008

El poder de las palabras

Sobre este tema tendrán mucho que comentar los filólogos del blog, sin duda. Las palabras tienen un poder asombroso. Dice un refrán que la "lengua no tiene huesos, pero los rompe y bien gruesos". Gracias a Dios no es sólo eso, auque también. Existe la versión contraria: Jesús decía un "quiero", y el enfermo sanaba...

Sé, por experiencia, la fuerza que tiene un...
- "¡Adelante, sin miedo!", oído al final de una confesión.
- "Gracias", después de una tarde en el Uval hablando de la cooperativa.
- "Hipócrita", de boca de una persona a la que has querido, porque no acepta que decidas comenzar de cero.
- "Sólo quería mandarte un saludo y mucho ánimo. No dejes que nada ni nadie apague la luz que tú das a mucha gente que te quiere. Desde donde nace el "Mundo" muchos besos", en un email bendito de esos millones que no tengo que bloquear.
- "Soy tú", dicho por la persona amada, haciendo referencia a que tu felicidad es la suya.
- "Bueno, bueno, bueno...Estese tranquila. No dilato y ahí llego ya nomasito y platicamos.Va pues!", palabras que me hacen sonreir y me sacan los mocos de pura emoción, porque tienen como intención removerme la alegría con la que llené mi maleta en Nicaragua.
- "Desafiando el oleaje, sin timón ni timonel, por mis sueños va -ligero de equipaje- sobre un cascarón de nuez, mi corazón, de viaje", escrito por Sabina y cantado por Ana... y por mí.
- "¡¡Guau!!", seguido de trillones de lametones, respuesta a mi "Buenos días, princesa" con el que abro la puerta a Carry cada mañana.
- "Te quiero, monilla. Pha, pha, pha", lenguaje típico familiar, sabor a hermanas.

Es cierto que la lengua no tiene huesos, pero los rompe y muy gruesos. Y también es cierto que las palabras tienen el poder de mover corazones, hacer brotar sentimientos, reavivar lo mejor de las personas, levantar del suelo, lanzar a volar...

Al final, las palabras que calan son las que te dicen quienes tienen peso en tu vida. Cuando una persona buena, sensata, madura, con criterio y con intención recta, te dice algo -bueno o malo-, siempre te hace crecer.

Y una se descubre repitiendo palabras que antes ya ha escuchado. Porque a hablar se aprende, y a cómo hablar también. De lo que recibes das. Quien lleva amargura, amargura es lo que transmite. Quien lleva agradecimiento, no puede más que decir -deciros-: ¡¡¡GRACIAS!!!

miércoles, 13 de agosto de 2008

"Amores altamente peligrosos"

He aparcaro el libro en la estantería. No necesito leerlo, porque sé de sobra lo que son estos tipos de "amores". ¿No os ha ocurrido alguna vez que empiezas una relación -del tipo que sea- con una persona, y en el fondo sabes que acabará mal?. A mí me ha pasado estos días. Hay alguien que se ha propuesto intentar arrancarme la paz que logré recuperar en Nicaragua a toda costa. Parece que no soporta verme feliz, lo que me ha sorprendido, puesto que yo la consideraba amiga. Primero fueron llamadas, luego mensajes, luego emails, después comentarios insolentes por aquí... Las mentiras, el abuso de confianza, el acoso insolente está siendo de película.

Por un lado me da pena. Por otro me hace gracia. Me da pena que se esté tomando tantas molestias (hacerme revisar los comentarios del blog antes de publicarlos, bloquear direcciones de email, cambiar de messenger, de teléfono, y esas cositas insignificantes que son tan convenientes en estos casos). Me hace gracia que pueda pensar que con esas cosas me va a robar Nicaragua. Los tesoros que se guardan en el corazón no están al alcance de ningún ladrón. Pero sobre todo, esto me enseña una lección importantísima, de esas que sólo se aprenden a tortas: hay personas -por su condición, edad, etc- de las que es mejor no hacerse amiga. Porque luego te arrepientes. Porque son bombas de relojería que te estallan en las manos. Porque son amores altamente peligrosos. Incluso el mismo Jesús decidió que no valía la pena contestarle a Herodes...

Aprovecho para pediros que recéis por esta persona. Quizás algún día se atreva a mirarse ella misma al espejo, y descubra que, cuando todos le fallan a uno, quizás sea uno el que falla. Y agradeceros, a los que seguís ahí vuestro respeto, vuestro cariño, vuestra comprensión, y vuestra capacidad de alegraros por mí. Porque también hay amores altamente beneficiosos. Gracias a Dios.

La vida no fue igual sin tí...

martes, 12 de agosto de 2008

Blanco y negro

Hay personas que se empeñan en querer verlo todo negro. Si saben que alguien estudia mucho afirman que es un empollón. Si su mejor amiga liga, es una fresca. Si sale el sol les quema, y si llueve se mojan. Nada de lo que hacen los demás les parece bien; y por ser fieles a su "negrura", ni siquiera están contentos consigo mismos.

Hay otras personas que se empeñan en querer verlo todo blanco. Lo mismo les da aprobar que suspender, ser amadas que odiadas, el sol o la lluvia. Viven en su burbuja artificial, pensando ingenuamente que todo está bien, empeñadas en una felicidad que es más una ilusión teórica que una conquista personal.

Y hay quienes son capaces de ver los grises. Que saben que existe el mal, pero que gracias a Dios también existe el bien. Que caminan, y meten la pata, y la sacan, y vuelven a equivocarse, y recomienzan, siguiendo quizás un camino mucho más gris pero más auténtico que el de los hombres de blanco y negro.

Desde aquí, quiero aplaudir fogosamente a los hombres de gris; a los príncipes grises que en vez de a caballo van bicicleta; a las princesas que trabajan como una más en lo ordinario; a los santos de hoy, que lo son sin ser perfectos; a los que se atreven a reinventar su vida, por encima de todo y de todos, con la cabeza bien alta sin perder de vista un Faro...

domingo, 10 de agosto de 2008

En la brisa... y en la tempestad

Quisiera encontrar una imagen. Tiene que ser de un faro. Siempre me han encantado los faros. Tengo un par de imán colgados en mi nevera, otro en un paño de cocina, y otros dos pintados en bandejas. Pero el que yo busco es para la pared. Y quiero que sea grande. El que os he colgado aquí es bonito, pero no expresa bien lo que yo quiero.

Muchas veces vuelve a mi memoria El Principito. Es inevitable, porque de tanto leerlo y releerlo forma ya parte de mí. Cuando hablo del faro siempre me acuerdo del planera del Farolero, el único del que el pequeño príncipe podría haberse hecho amigo, porque tenía un oficio que era útil para los demás.

La primera noche que pasé en el Paraíso de Masatepe, en el noviciado de la Madre Teresita, paseando por el jardín encontré en un rincón, al lado de la cocina, colgadas unas campanitas. Tenían pequeños faros intercalados y uno más grande arriba del todo. Me quedé mirándolos atontada, con la luna brillante al fondo, y el aroma de cientos de flores que no os sabría describir. Y volvió a pasarme lo de siempre. Veo un faro y pienso en Dios. Y la oración brota sola. De mañana hice la foto que véis (haciendo clik encima se agranda).

Es cierto, como dice la primera lectura de hoy, que Dios está en la brisa suave, puesto que su Presencia es paz. Pero no es menos cierto que, en la tempestad, es Faro firme, y ahí también su Presencia es paz. Haya tempestad o reine la calma en el mar de nuestra vida, el Faro sigue, inamovible, y su luz ilumina hasta las noches más oscuras. Y su trabajo, como el del Farolero del Principito, nos es tremendamente necesario.

Ahora que vivo unos días de brisa, que no sé si durarán, pido al Buen Dios que me ayude a serle fiel en las duras y en las maduras; que cuando vuelva la tormenta no pueda decirme de nuevo, como otras veces, y como dijo al mismo Pedro: "¡Qué poca fe! ¿por qué has dudado?".

Y acabo cantando con Carlos Goñi:
"Faro que alumbras al mundo por encima de la tempestad:
devuélveme la esperanza y que brille mi estrella, pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
¡¡¡Faro que alumbras al mundo, alumbra mi vida!!!"

sábado, 9 de agosto de 2008

Reencuentro Nica

Este fin de semana he tenido el privilegio de compartir de nuevo la vida con algunos de los que estuvimos en Nicaragua el mes pasado. Ha sido un gustazo descomunal. Vale que nos ha faltado el gallopinto, que la paella está riquísima pero no es lo mismo. Muchos de los que no han podido estar han llamado por teléfono -y varias veces- porque en el fondo sí estaban... de corazón. Si me leéis, sabed que nos hemos acordado de todos y cada uno de vosotros con muchísimo cariño. Y que el 23 de este mes no tenéis excusa.

Hay una persona que se ha pasado medio año tratando de hacerme entender la importancia de tener relaciones personales gratificantes. Creo que ahora al fin lo he pillado. Lewis lo explica muy bien en la película "Tierras de Penumbra": la experiencia es una maestra brutal. Las cosas no se aprenden de verdad hasta que no se experimentan, por mucho que la teoría esté asimilada. Para mí, lo que vivimos allá, y la amistad que nos hemos traído acá, es una de las cosas más gratificantes de toda mi vida, que ya no es tan corta.

Repasando las fotos de Pilar, que son todas preciosas, al final he optado por colgar ésta. Porque en cada mirada, en cada sonrisa, desprevenidos y al natural, os veo tal cual sois: sencillos, amables, alegres, serviciales, tratando de dar siempre lo mejor de vosotros mismos. Si a los nicas les ha llegado la mitad de lo que me habéis llegado a mí, el pedazo testimonio que habéis dejado en esas tierras ha sido la mejor misión. Y corto ya, que tengo un nudo en la garganta de muerte y se me están saliendo los mocos. Sabéis que os quiero, ¿a que sí?. Gracias, por hoy, por ayer, por el mes pasado, por el que vendrá. Gracias. Mil gracias...

viernes, 8 de agosto de 2008

Marcos y Moses

"Marcos nació en una familia de siete hermanos. Su madre tuvo un parto difícil, pero gracias a la ayuda médica nació sin ninguna tara. Moses también tiene siete hermanos. Durante el embarazo, su madre tuvo problemas y él nació con un pulmón oprimido que ahora le impide respirar con facilidad. Moses nació ayudado por su tía y su abuela, expertas ganaderas.

Marcos disfruta de una alimentación sana y equilibrada. Come verduras, carne, pescado, hierro, fósforo, hidratos de carbono...
A Moses se le cayeron los dientes debido a la desnutrición.
La comida preferida de Marcos es el pollo, y el jamón serrano.
Moses no lo ha probado nunca, pero seguro que le gustaría.

Marcos tiene un abrigo de cuadros para los días de frío.
Moses tiene más suerte, porque en su país casi nunca hace frío y no necesita ropa. Es una suerte doble, porque aunque la necesitara tampoco la tendría.

Marcos sale de su casa para ir a jugar al parque y dar un paseo. Moses siempre está fuera de casa. Marcos no conoce a su padre y no sabe dónde está. Moses tampoco lo conoce, pero sabe que murió en la guerra, aunque no contra quién luchaba.
Marcos no irá nunca al colegio ni aprenderá a leer. Moses tampoco. La esperanza de vida de Marcos es de unos 20 años. La de Moses es mayor, pero él quizá no llegue a cumplir los 20.

Marcos es un setter irlandés.
Moses, un niño africano".

(Autora: Carmen Posadas).


No he podido evitar colgaros este texto. Posque el otro día llevé a Carry al veterinario, y entre la vacuna, el pienso, el collar anti-garrapatas, los huesos limpiadientes, el líquido para las orejas y la chapa de identificación, me dejé 97€ (que es el sueldo de todo un mes de una persona en Nicaragua).

¿En qué planeta de locos vivimos?

Últimamente pienso que somos nosotros, los del Primer Mundo, los que necesitamos ayuda; no vaya a ocurrirnos lo que a aquel Epulón...

jueves, 7 de agosto de 2008

Cara a la pared

No es un castigo. Es la nueva versión de algo que ya hice en mi antiguo hogar. Allí era un mural de corcho, a la entrada, con las fotos más significativas de mi vida. Ahora que esta casa se va pareciendo a mí, toca rehacerlo. Pero he decidido que el enfoque sea distinto.

Puesto que he empezado una nueva vida este verano, rompo el corcho y váis directamente a la pared, a la puerta de un armario. Muchas fotos quedan atrás, porque los recuerdos que me traen han perdido importancia. Otras pocas han sido rescatadas. Pero sobre todo quiero fotos nuevas, que representen el NUNC COEPI en su versión actualizada.

Me siento realmente afortunada con las personas que Dios va poniendo en mi camino: tengo más que comprobado que no se deja ganar en generosidad. Seguro que en breve acabo esta puerta y me toca empezar con otra, porque sois muchos los que me rondáis llenándome la vida con vuestras risas, vuestra paciencia, vuestro ejemplo y vuestras cariñosas palabras. Así que no toméis como un castigo que os ponga cara a la pared. Porque cada vez que me paro a ver vuestros rostros se me hincha el corazón.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Gracias de nuevo

Siempre me sorprendéis. Y no puedo más que daros las gracias. Es alucinante comprobar la cantidad de gente maja que se ha acercado a mí estos meses por medio de este rinconcito en la red. Hay personas que entran y se van. Otros permanecen. Otros hacen una visita de vez en cuando. Mucha gente nueva lo va enriqueciendo. Y entre todos mantenéis viva mi ilusión.

Gracias, en serio. Por compartir conmigo la vida. Por ser tan respetuosos. Por vuestro cariño incondicional. Gracias. 16.054 gracias.

martes, 5 de agosto de 2008

Lugares especiales

Hoy he salido de excursión. Y he pasado por Jérica.
Cuando era niña iba de campamento a Viver en verano, y desde el mirador, de noche, acurrucados en los sacos, mirábamos hacia Jérica, con su campanario iluminado, y se nos abrían los corazones: era la hora de las confidencias, de la amistad en estado puro.

Hay lugares especiales. Porque, al pasar por ellos, brotan en la memoria momentos igualmente especiales. Jérica, Ávila, Roma, Jerusalén, Nicaragua... No son sólo paisajes bonitos: son sonidos, aromas, colores, y sobre todo personas, historias.
Yo no sería yo si no hubiese pasado por esos lugares... o mejor: si no hubiese dejado que esos lugares pasasen por mí. Porque se puede ir a un sitio de visita y con chubasquero, y que ni te roce. O puedes traerte el color de su tierra en la piel.

Es curioso: en todos esos sitios he sentido a Dios especialmente cerca. No creo que sea casualidad que me sigan llenando tanto.

lunes, 4 de agosto de 2008

Una breve meditación sobre el amor

Ando leyendo un libro que se titula "Amores altamente peligrosos". Nunca nadie antes me había enseñado que había formas de amar que eran dañinas, aunque yo misma -por experiencia- me había dado cuenta que se puede amar mejor o peor.

En nombre del amor justificamos conductas destructivas, que dudo que sean buenas (ni para el cuerpo, ni para los sentimientos, ni siquiera para el alma). Creo que sufrir por amor es una pérdida de energía absurda, si ese sufrimiento no va encaminado a buscar el bien mayor para la persona amada, en cuyo caso deja de ser sufrimiento para convertirse en entrega alegre. El amor de verdad, o hace felices a ambas personas, o no es amor. Y me refiero tanto a la relación de pareja, como a la amistad, o al amor al prójimo en general.

Si uno de los dos crece a costa de que el otro encoja, eso no es amor.
Si uno de los dos tiene que autotraicionarse para contentar al otro, eso no es amor.
Un amor que asfixia, que agobia, que invade al otro, no es amor.
Un amor que se sale con la suya a base de chantajes afectivos, no es amor.
Un amor que no sabe esperar, respetar, acompañar, no es amor.

El amor es gratuito.
El amor halla su felicidad en hacer feliz al otro.
El amor no tiene miedo a hablar, porque siempre dice las cosas con cariño.
El amor llena de luz la vida entera.
El amor da sentido y grandeza a todas las cosas pequeñas que forman nuestros días.
El amor engrandece al amado y al que ama.
El amor hace que uno quiera ser mejor, para ofrecer lo mejor al otro.
El amor respeta y se enorgullece de la dignidad y los principios del otro.
El amor crece hacia arriba, salta hacia adelante, se prolonga al infinito.
El amor acerca a Dios.

Y sí: todo esto tiene que ver con Nicaragua.
Y no: todo esto no sólo tiene que ver con Nicaragua.
Digamos que es simplemente una breve meditación sobre el amor.

domingo, 3 de agosto de 2008

En El Crucero...

... hay una casa que las siervas del Divino Rostro, con Madre Teresita "la tordoterreno" a la cabeza, han convertido en horfanato. Os habréis dado cuenta que casi todas las fotos que os cuelgo son de niños. Motivos hay al menos dos:
1- A los niños les gusta que les hagan fotos.
2- Me parece de una insensibilidad y mal gusto morboso espantoso entrar en la casa de un adulto o de un enfermo a echar fotos.
De todas maneras, no quiero que os engañéis: las vidas de los nanos del Crucero no son menos dolorosas que las de sus mayores. Muchos de esos niños han sido abandonados, o están allí recogidos por situación de "riesgo" (o sea, malos tratos o violación). Y podría hablaros de casos con nombres propios que os quitarían el sueño más de una noche. Pero no creo que sea bueno airear lo malo. Me parece bastante más constructivo este pequeño vídeo donde veréis a Álvaro, Luis y Rafa jugando en el horfanato. Y apunto: a veces jugar (como dar de comer al hambriendo, o enseñar al que no sabe, o soportar con paciencia las flaquezas del prójimo) es una obra de caridad de primer grado. ¿Y a que no parece tan difícil?

sábado, 2 de agosto de 2008

"Dadles vosotros de comer"

Frase lapidaria del Señor en el Evangelio de este domingo. Y ahora entiendo la respuesta de aquellos primeros discípulos suyos: "¡Espera, para el carro Jefe, que son 5000 hombres sin contar mujeres y niños, y sólo tenemos 5 panes y 2 peces!".

Lo mismo contestamos hoy nosotros. Y se lo explicamos, como si Él no supiera de sobra que solos no podemos. 5 míseros panes y 2 pececillos; no es nada. Pero lo es todo, porque es cuanto tenemos, y hay que ponerlo para que surja el milagro...

Y recuerdo S.Pablo, y S.Cristóbal, y El Manzano, y El Uval, y todas esas pequeñas comunidades a las que hemos ido con nuestros "5 panes y 2 peces": un Evangelio, una mochila llena de globos, y Amoxicilina a punta pala. Eso es todo.

¿Eso es todo?: no. Y amor, y esperanza, y ganas de trabajar. Y ayer conseguí dos personas más que apadrinaran a mis populares divinos; y sigo en campaña para sacar las 5 cuadras de frijoles para Uval. Y no me da vergüenza pediros, porque así lo hace el mismo Dios... ¿o no sentís su Palabra viva en el aire, susurrando al oído: "Dadles vosotros de comer"?

viernes, 1 de agosto de 2008

La "espesura" del verano

Me ha llamado la atención que algunos de vosotros, en vuestros comentarios, decís sentiros un poco espesos, como "extraños", "rayados"... Y decís que os ocurre "últimamente". Y yo estoy convencida que el verano tiene bastante que ver en esto. Porque aquí, en nuestro privilegiado primer mundo, somos bastante idiotas (con perdón). Nos pasamos todo el curso deseando que lleguen estas fechas para tener tiempo para nosotros, y cuando al fin lo tenemos lo desaprovechamos derrochándolo en nada. No nos cuidamos, ni en invierno ni en verano, y así nos va. Y los efectos de la ociosidad son tan cancerígenos para el alma como el sol de la playa para la piel.

Enrique Monasterio tiene un artículo en su Pensar por Libre que lo describe de lujo. Os recomiendo vivamente su lectura y meditación. Tal vez encontréis en él algún remedio práctico para esas rayadas calurosas y molestas que aprisionan por dentro. Pero ojo, os aviso: estallar la burbuja en la que cada uno intenta protegerse del sufrimiento puede tener efectos secundarios. Podéis descubrir que hay aire fuera, y hasta es posible que se os cuele en los pulmones. Quizás oigáis y veáis cosas de las que antes estábais aislados. Y tal vez os sintáis bastante más vivos...
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