lunes, 25 de julio de 2011

Ciudadanos de un lugar llamado mundo

Ni me gusta la publicidad ni la cerveza. Ni pienso promover el consumo de bebidas alcohólicas en mi blog. Eliminando el producto, el spot en este caso me parece un 10 redondo: por eso lo cuelgo.

Yo, que vivo en España, que pienso en Nicaragua cada día, que tengo un cacho de corazón en Chile, un amor muy grande en Roma, lágrimas en Palestina, risas en Francia, oraciones en Portugal, aventuras en Polonia y alguna que otra cosilla, me siento estupenda con este vídeo.

Va para todos los ciudadanos de un lugar llamado mundo. Pero hoy, especialmente, para los amigos de Valencia que tienen la suerte de estar ahora mismo en Nicaragua...

domingo, 24 de julio de 2011

Carmen, no peques más

El griterío de la gente, la desaprobación, el juicio humano…
La hipocresía en forma de piedras, de insultos, de escupitajos.
Los “justos” contra los injustos se ceban con el Justo.
Camino de la Cruz, Carmen y Jesús…

Y cae Jesús por vez primera.
Adulterio. Del tipo que sea. Carmen dijo “sí” e hizo no.
Fue pillada, juzgada y sentenciada.
Y la condena la cumple el Señor, sin haber delito en Él.
Castigado sin juicio justo.
Carga Dios con el pecado ajeno…
el de Carmen, el tuyo, el mío.
“Carmen: no peques más…” (Jn 8, 11).

Y Carmen se levanta. Y con ella Jesús.
La gente sigue gritando, cada vez más fuerte.
Sus palabras son claramente groseras.
Sus burlas, casi diabólicas.
El peso de la cruz crece.

Y cae Jesús por vez segunda.
Egoísmo. Del tipo que sea. Carmen dijo “tú” pero hizo yo.
Y nadie quiere perdonarla.
Nadie, salvo el Señor.
A derecha e izquierda, gente cargando piedras.
Sus gritos, aullidos de lobo hambriento.
Y en medio del Vía Crucis, ella, su pecado y Dios.
“Carmen: no peques más…”

Y Carmen se levanta. Y con ella Jesús.
Ambos agotados. Ambos destrozados.
Desollados por el pecado: el propio y el ajeno.
Mira el Señor compasivo a la gente del camino.
Y la cruz le va hundiendo de tanto peso asumido.

Cae Jesús por vez tercera.
Idolatría. Del tipo que sea. Dijo “Dios” y fue herejía.
Quiso vivir a lo grande - ¡como Dios!- pero sin Dios.
Oropel en vez de oro. Copo de nieve, no perla.
Saco roto, cisterna agrietada.
Carmen, ardor febril: pecado, caída, miseria.
Cristo, Amor sin fin: los clavos, la sangre, madera.


Muere Cristo en el Calvario.
Calla la Tierra dolida.
Lloran ángeles y santos.
Ya ha acabado la agonía.

El griterío ha cesado.
El juicio es piedra caída.
La muchedumbre ha marchado.
La luna gime a escondidas.

Y Carmen viste de fiesta.
¡Volvió la oveja perdida!
Su cuenta ya está saldada,
y la tuya, y la mía.

A precio de Sangre ajena
llega el perdón y la Vida.
Jesús, los brazos abiertos.
Mentira y muerte vencidas.

Con la sangre del Costado
Carmen limpia sus heridas.
“Yo tampoco te condeno:
no peques más, niña mía”.

Y en el banquete de bodas
la Mesa ya está servida.
La cuenta la pagó el Novio:
la novia está redimida.

viernes, 22 de julio de 2011

Supersticiones

Señor, Dios Bueno:
En tu mano están mis azares.

Tú eres mi amuleto de la suerte.
Tú, mi día de vino y rosas.
Mi moneda lanzada a la fuente.
La herradura en la puerta de mi casa.
Mi trébol de cuatro hojas.
Mis doce uvas en fin de año.

No toco madera:
me acojo a Ti.
No pido un deseo si pasa una estrella fugaz:
te rezo a Ti.
No cruzo los dedos:
me pongo en tus manos.
Sí, Dios Bueno:
porque en tus manos están mis azares.

Tú, mi número siete.
La ristra de ajos en mi cocina.
La piedra preciosa colgada en mi cuello.
La ranita, el búho, el elefante.
El gato blanco.
La pata de conejo.
Mi billete de la fortuna.
Mi talismán.
Mi horóscopo.
Mi luna llena.
La moneda escondida en un calcetín.
Mi colección de cristales de cuarzo.
Mi cinta roja.

Todo eso me sobra si me encuentro contigo.
La mentira se desvanece en presencia de la Verdad.
No hay curanderos a los que pagar en presencia del Salvador del mundo.
No hay nada que pueda protegerme de tu protección.
¿Quién me separará del amor de mi Dios?
Todo es para bien si así Tú lo quieres.
Sí, Dios Bueno.
En tu mano están mis azares.
En la ruleta de la vida apuesto por tu número.
Lo invierto todo el Ti.
Y que sea lo que Tú quieras.

Tú echarás mis cartas.
Leerás los posos de mi café.
Y todo estará bien.

Tú diseñaste cada línea de mis manos.
Tú me sondeas, me conoces y me amas.
Y todo está bien.

Sólo quiero rozar tu manto.
Sólo escuchar tu Palabra.
Sólo saber que me buscas, que me atiendes,
que entre tanta gente yo tengo tu atención.

Si Tú me miras quedaré limpia.
Si Tú me tocas volveré a nacer.
Si Tú lo quieres te esperaré siempre.
Confiaré siempre, pase lo que pase.
Porque en tu mano están mis “azares” (Salmo 30).

miércoles, 20 de julio de 2011

Las bondades del buen DIos

Si Dios no fuera bueno las golondrinas en verano no cruzarían las fronteras sin necesidad de pasar las aduanas.


Si Dios no fuera bueno las aguas amargas de los mares no se evaporarían para bajar después del cielo dulces, regando las tierras y los campos.

Si Dios no fuera bueno no habría creado las estrellas con dibujos en lo alto para que los niños jugaran removiendo con arte la imaginación y viendo las mil posibilidades que tienen todas las cosas; los niños no soñarían con ser astronautas ni las niñas reirían pensando que hay un columpio para ellas bajo la blancura de la luna.

Si Dios no fuera bueno se habría conformado con luces del firmamento. Pero quiso ir más allá, e inventó las medusas y otras estrellas bajo el mar.

Sin Dios no fuera bueno las piedras serian piedras. Pero las creó brillantes y llenas de propiedades; y así se llamaron cuarzo, crisólito, topacio, mármol, esmeralda, lapislázuli… E hizo con igual primor bellezas en el ámbar, y en las aguas la perla y el coral…

Si Dios no fuera bueno habría hecho al fuego quemante y nada más, pero lo hizo ardoroso y hogareño para juntar en tertulia a los amigos caminantes; bailarín e inquieto, y también nostálgico e inspirador de confianzas, de confidencias… y de cuentos.

Si Dios no fuera bueno, no habría buscado la amistad de los hombres. Pues ninguna falta le hacía. El hombre sería un mono solitario, incapaz de alzar sus manos al Cielo.

Si Dios no fuera bueno no habría inventado la familia, el amor de los cónyuges, la leche materna, el bizcocho de la abuela, las bicicletas para el verano, la mesa camilla, el abrazo fraterno; pero le gustó tanto la idea –porque es muy bueno- que quiso probarla en persona, y tener una casa, un papá, y una mamá con unas manos siempre dispuestas a acogerle, y a darle el beso que le deja marchar.

Amo al Señor porque es Bueno.
Bendigo al Señor en sus obras.
Bendito el Señor en sus Santos.
Alabado por siempre quien tanto me amó. Amén.

lunes, 11 de julio de 2011

Adulterados

"Sí señor. Yo soy cristiano. De los de toda la vida. Bautizado y comulgado. A Misa no voy mucho, porque no la entiendo y con el cura este nuevo, tan joven, como que no me motiva. Pero si usted viera las cosas que hacen los que los domingos llenan las Iglesia… Lo importante es ser buena persona y ayudar a los demás. ¡Eso es lo que dijo Jesús, nuestro Señor!. Lo otro… bueno, todos sabemos que la Iglesia con el tiempo ha ido inventando mucho. Que no es por criticarla, que yo soy cristiano, de verdad. ¡Mire usted la de obras de caridad que hacen las monjitas! Cuando internamos a mi suegro en un asilo, oiga, la verdad es que el de las hermanas tenía algo especial. Al final entró en otro privado: sí, es más caro, y no tiene capellán, ¡pero tiene gimnasio!. De todas maneras hay que reconocerles el mérito, que hacen mucho bien. Y con los pobres y los niños… Yo tengo un nene apadrinado en una ONG. Bueno, yo no: mi señora. Pero es lo mismo.

En mi familia siempre se ha creído en Dios. A mi José lo bautizamos al mes de nacer, y a la nena igual. Y los dos estudiaron en colegios de pago. Claro que los tiempos cambian, y ninguno de los niños se ha casado ni han bautizado a mis nietos. Pero porque ahora se lleva menos, y con la crisis uno se tiene que pensar dos veces el gasto que supone una boda o un bautizo, ya me entiende usted. Ellos son buenas personas, gente honrada, ¿y qué otra cosa es ser cristiano?. ¡Estoy seguro que hasta rezan de vez en cuando! ¡Como yo! ¡Como todo el mundo!.

Que no hay que ser extremistas, que luego se acaba como los musulmanes esos que ponen bombas. La fe es para ayudarte a ser buena gente. Y ya le digo que yo soy cristiano. Sí. Y lo digo con la cabeza muy alta, que no me da vergüenza ninguna. Aunque tampoco hay que ir contando a cualquiera las intimidades de uno. Que a nadie le interesa si yo creo o no, si soy de derechas o izquierdas.

En el fondo yo pienso que todo el mundo es cristiano de alguna manera. Hasta los que dicen que no. Por ahí dentro tienen la cosa de la fe. Mire si no cuando pasa una desgracia, ¿qué decimos todos?. Pues eso: “Dios mío, ayúdame”. ¿Me dirá usted que eso no es ser cristiano?.

¿Quién se cree a estas alturas que Dios, que tanto nos quiere, nos vaya a condenar por no ir a Misa un domingo?. Esas cosas son de la Edad Media. Ahora las personas tenemos más cultura. Ya no se convence a nadie con amenazas de infiernos. Mi señora, que sí va a la parroquia, a veces llora pensando en los niños. Y a mí me toca calmarla, que ya son mayores y bien educados y buenas personas, y que Dios seguro que ve esas cosas. Yo la dejo que se desahogue, y al final siempre nos dormimos con bastante paz, gracias a Dios…"


Manolo se despierta, como cada día, con un vaso de leche desnatada, café descafeinado y edulcorante: desayuno light del cristiano light del siglo XXI.

viernes, 8 de julio de 2011

Un Dios que se duerme

Se me ha dormido Dios.
Creo que hace ya mucho tiempo.
Para mí que ha sido de puro aburrimiento.
Estaría agotado de tanto no poder hacer nada en mí.
Esperando que yo le diera paso, le abriera puerta,
le cediera turno. Sin poder mover ficha sin mí…

Pero es que he estado bastante ocupado últimamente.
Al menos los últimos 25 años.
Entre los estudios, los amigos, los amores, el trabajo, el matrimonio, el piso, el coche, más trabajo, los niños, los préstamos, las crisis, las discusiones, más trabajo, la muerte de mi padre, la enfermedad de la suegra, mi separación, mi divorcio, la casa nueva, más trabajo, mi novia con mis hijos, los amigos, la bebida, y alguna que otra cosa más, apenas he tenido un segundo para acordarme que tenía a Dios en “llamada en espera”. Y claro, se me ha dormido.

¡En el fondo es culpa suya!.
¡Podría haberme insistido un poco más!
¡Qué manía con la dichosa libertad!
¡Y anda que no me ha hecho falta!
Mi vida ha sido bastante tormentosa.
Aun ahora me siento bien ahogado.
Pero ha pasado tanto tiempo que me da miedo hablarle;
no se vaya a molestar si le despierto…
Tampoco recuerdo bien ya su nombre. ¿Cómo le llamo?:
¿”Tú, al que el viento y el mar obedecen”?

¡Hasta el viento y el mar…
y a mí se me ha dormido!

jueves, 7 de julio de 2011

Amor de los amores

Sé que este amor es Amor porque me sacia.
Porque me levantaré mañana como hoy,
sin desear encontrar otro mejor.
Porque éste, cada día es nuevo.
Porque en éste, ahora vivo en paz.

Sé que este amor es Amor porque, siendo exclusivo,
no resulta posesivo. Porque me abre a otros amores,
se traduce en ellos, y me llega por ellos.
Todo amor bueno queda asumido en mi Amor.
Y eso me llena, me colma.

Me rebosa este Amor,
regando y fecundando la vida que me rodea.
Mi cotidianidad es color “gris-primavera”.
No me adorna más maquillaje
que la cara lavada y la mirada limpia.

Sé que este amor es Amor porque es como el Agua.
La que apaga mi sed para siempre.
La que sacia mis anhelos, refresca mis descansos,
relaja mis nervios, templa mis sofocos, limpia mis heridas.
La que me mantiene viva.
La que es don de Dios…

Sí. Este Amor es como el Agua.
Como el Agua de las aguas,
así el Amor de los amores.
Y –junto al brocal de un pozo-
esta samaritana hoy le canta.

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