lunes, 30 de mayo de 2016

Mejor mañana

Sí, así de mal estoy:
poniendo un vídeo de una triunfito, jajajaja.
Pero me gusta.
Así que ahí la dejo:
y mañana... ¡mejor!.

domingo, 29 de mayo de 2016

Necesidad de ser curados

Dice el Evangelio de hoy (Lc 9, 11b) que Jesús "curaba a los que tenían necesidad de ser curados". Deduzco fácilmente que había otros, pues, que no necesitaban ser curados. Y que no necesariamente no lo necesitaran porque estuvieran sanos. Esto me ha dado mucho que pensar...

¿Habrá "enfermedades" que Dios quiera en nuestra vida? De ser así, el motivo no puede ser otro que un mayor bien que el de la propia curación, ¿cierto?. Pero vaya, eso no es nada fácil de aceptar. Al menos en principio.

Imagino que hay varios tipos de enfermedades, y que no todas traen como desenlace la muerte (otro día a ver si escribo sobre es asombro que me produce el miedo que la gente le tiene a la bendita Hermana Muerte, porque no consigo entenderlo como un mal). 

Hay enfermedades físicas: la lista de enfermos de cáncer por la que rezo cada día se lleva la palma, parece ser la que se impone imperiosamente a las demás. Pero la cantidad de dolencias físicas es tan larga que ni los médicos se acaban de aclarar, y a muchas de ellas las declaran "enfermedades raras", que no saben ni por dónde cogerlas. Si pasáis una noche en urgencias, en la sala de espera veréis una muestra muy variada: personas con mascarillas, goteros, tiritonas, contusiones, roturas, vómitos, mareos... Las causas, los médicos las sabrán; o no. Puede que Dios piense que no necesita curarnos de ellas, porque para eso inventó a los especialistas. O porque va a resultar que el dolor sí tiene un valor redentor, aunque nadie se atreva a hablar de ello...

También hay enfermedades mentales. Esas parecen ser más vergonzantes. Pero el hecho es que tanto la ansiedad como la depresión son el pan nuestro de cada día. He leído en algún sitio que el Prozac es el medicamento más utilizado en el mundo después de la Aspirina. Por algo será. Sin quitarles ni un pelín de importancia, y teniendo muy en cuenta que muchas de ellas son endógenas e incluso hereditarias, no puedo evitar preguntarme: ¿cuántas veces la culpa de un mal psicológico no está en la actitud del propio paciente?. La ansiedad, por ejemplo: ¿no hay casos en los que la cura consiste sencillamente en aprender a decir "hasta aquí" o "no"?. Pero eso supone un enfrentamiento, o con quien trata de explotarnos, o contra nosotros mismos y nuestra escala de valores; y los enfrentamientos no son agradables. ¿Necesita una persona así que Dios la cure, o ponerse las pilas y tomar el toro por los cuernos?. Buena pregunta, ¿verdad?. Especialistas para ayudar a discernirlo también los hay, y gracias a Dios algunos muy buenos.

Existen otras enfermedades... esas me preocupan bastante más. Son las espirituales. Me preocupan porque son tan gordas que a veces incluso causan además enfermedades físicas y psicológicas. No en vano el alma es la que alienta al cuerpo. Un cuerpo sin alma es un cuerpo muerto. Hasta ese punto hay dependencia. ¿Qué pasa entonces cuando es el alma la que está enferma?. Si existiese una especie de sala de espera para personas con enfermedades espirituales, ¿qué síntomas podríamos encontrar?. Tal vez tristeza, o falta de esperanza, o cansancio y agobio, o miedo y vergüenza, odio, rencor, egoísmo, falta de dominio propio, de paz... No me cabe la menos duda de que Dios quiere curarnos de estas enfermedades, pues precisamente para ello murió en una Cruz. Pero aceptar su curación supone dejarse en sus manos, confiar en Él, escuchar sus Palabras y dejarle que tome el control. Y ahí está la gran enfermedad del hombre moderno: ¡que no queremos dejar a Dios ser Dios!; ¡que en el fondo no nos creemos que Él sabe más!; ¡que no nos da la gana aceptar que su Voluntad sea lo mejor para nosotros, y nos empeñamos en querer entender y entender y entender!... Y ya nos lo advierten los santos, que no está el asunto en entender sino en amar -sin más, y "por ser Vos quien sois"- su Santísima Voluntad. 


Así que Dios de mi alma: si crees que no tengo necesidad de ser curada, no me cures. No te pido la salud: ni la de mi cuerpo, ni la de mi mente, ni siquiera la de mi alma si mis pecados con tu perdón me van a acercar más a Ti. Sólo te pido que no me dejes sola nunca. Y que al final de mis días pueda cantar la mejor de las canciones; en heavy, pop, rock, indie... ¡me da igual!: pero cantar, sí, cantar a pleno pulmón y de todo corazón tu gran Misericordia.

Lo importante

A veces me cuesta discernir entre lo importante y lo urgente.
Hay ocasiones en las que lo urgente se quiere imponer,
y de hecho acabo en urgencias. Anoche, por ejemplo.
Imagino que también era importante que la alergia
no me llegase a las vías respiratorias.
No sé entonces si se trataba de algo urgente o importante,
o ambas cosas a la vez.
Ya he dicho que me cuesta discernir...
Hay cosas que son lo suficientemente importantes
como para que -además- sea urgente hacerlas cuanto antes
y así evitar daños mayores.
Mientras esperaba que los pinchazos hicieran su efecto
y me devolviesen una cara que no fuera un homenaje a Mick Jagger,
estuve echando un vistazo a lo que circulaba por internet.
Es lo bueno de estar sola en una sala de espera,
sobre todo cuando no puedes hablar: que te da tiempo a leer.
Y me encontré con este tweet:


¡Me pareció tan bonito!
¡Me lo pido como proyecto de vida!
Con la convicción
(no me cansaré de repetírmela)
de que no soy lo que hago. ¡Gracias a Dios!.
No soy lo que logro.
Soy mis intentos, mis anhelos, mis sueños;
mis sonrisas -a veces forzadas, pero reales-;
mis decisiones más o menos acertadas
pero todo lo coherentes que me salen.
Mis rectificaciones.
Mis caídas y vueltas a poner en pie.
Esa verdad peleada. Esa pasión.
Ese canto por bandera.
Mis contradicciones, que pese a lo que parezcan
son lo mejor que tengo, porque hablan de vida, 
de camino, de búsqueda.
Sí: mis contradicciones son importantes.
Mi Enrique me entiende, como siempre, a la perfección:



Hoy, esta contradicción andante se va a poner guapa, 
pese a las deformaciones que todavía ha dejado en mí la alergia.
Y me voy a algo muy, pero que muy importante: a Misa.
¡Hoy, que celebramos el Corpus!.

Dios me confirma hoy que lo importante es lo que pasa por dentro,
lo que no se ve bien con los ojos que decía el Principito,
que está más allá de lo que parece físicamente,
en lo profundo, donde sólo se ve bien con el corazón.
Así veo pan, y adoro el Cuerpo de Cristo.
Y su pequeñez, su pobreza, su aparente insignificancia
me fascinan, me atraen, y me sirven de estímulo.
No sé qué se verá de mí por fuera; tampoco me preocupa mucho.
Lo importante es lo que ve Él;
y que en su "pequeñez" y en la mía
se da la grandeza del Encuentro.
Otra contradicción, la más importante. ¿O no?.

viernes, 27 de mayo de 2016

Aquí ahora, de cero

He encontrado esta imagen:


Y me ha encantado.

Gracias, Buen Dios, por el aquí y el ahora.
Porque el agobio de ayer ya no existe.
Porque el mañana está en tus manos.
Pero aquí y ahora estás conmigo.
Tú sostienes mis momentos,
los buenos, los malos, los regulares.
No te cansas de acompañarme,
de frenarme, de serenarme,
de darme la fuerza que necesito en este instante concreto.
El aire que me mantiene viva lo pones Tú.
Este amanecer es cosa tuya.
Las cosas no son ni un castigo ni un premio tuyo:
son tu Voluntad y punto.
Y eso me basta.
Tú eres mi fortaleza.
Tú, aquí y ahora.
A cada día le basta su afán (Mt 6,34);
a cada instante también.
Tus Palabras iluminan mi camino:
tu silencio me llena de paz.
Tú pones a cero mi reloj,
y en el cronómetro de mi vida estoy ahora.
Empezando de cero.
Como decía el poeta...

"Tú puedes empezar de cero,
en cualquier momento,
¡de cero!
Puedes dejar atrás el pasado,
todo el pasado. Y nacer de nuevo.
Te lo dice Jesús.
Te lo manda.
¡Hay que nacer de nuevo!
Murió lo viejo.
Quedó atrás para siempre.
Todo es nuevo.
Todo es gracia.

Tú puedes empezar de cero.
El Espíritu sopla donde quiere.
Y cuando quiere.
Está soplando ya.
Sal del escondite.
Ponte en pié en la llanura.
Y déjate derribar.
¡Déjate!

Tú puedes empezar de cero.
Dios es esto:
El que pone el reloj en nuestras vidas
en la hora cero.
En cualquier momento,
¡cuando tú lo quieras!

Tú puedes empezar de cero
ahora mismo
¿No lloras de alegría?"

(P. Loidi: "Mar Rojo")

miércoles, 25 de mayo de 2016

¿Egoísta?

Creo que ha llegado el momento de ser un poco más egoísta.
No me gusta la palabra, pero no he encontrado otra para definir
que antes que los demás voy yo.
Yo lo llamaría sensatez, higiene mental, responsabilidad...
Pero si digo que paso de los problemas de quien sea
mientras de los míos me tenga que ocupar sola yo;
que me niego a cargar con los rollos de nadie 
que no se esfuerce en superarse al menos lo mismo que yo;
si digo que tengo silenciado a casi todo el mundo,
(excepto a esas personas escepcionales, por supuesto),
cansada de que se me transmita ansiedad
y se me quite tiempo de música, de tranquilidad,
de descanso, de oración, de buena lectura, de PALABRAS útiles;
si digo que no quiero ni quedar, ni salir, ni hacer ningún plan
que no sea sólo con Tesa, con Hadasita y conmigo, para variar;
si digo que prefiero dormir la siesta a estar con nadie;
que me he cansado de tanta red social asfixiante,
que desenchufo el móvil, internet y fijo, 
y que ya me pensaré si miro algún email cuando tenga ganas...
probablemente todos me llamaréis egoísta.
Así que sí: acepto egoísta. 
Acepto el adjetivo como calificativo de cómo quiero ser AHORA.
Acepto hacerme cargo de mí de manera absolutamente prioritaria.
Y me niego a dar más explicaciones.
Soy dueña de mi tiempo. También de mis silencios.
Y a quien no le guste ya sabe dónde tiene la salida:
es una X en la pantalla, arriba del todo a la derecha.

martes, 24 de mayo de 2016

¡Felicidades, Hadasita!

Felicidades, mi niña.
Hoy es un día bonito.
Hoy, el Pueblo de Dios, celebra a tu santa:
Hadassah de Susa, reina de Persia.
Una mujer valiente, como serás tú algún día.
Tómala de modelo, de patrona.
Por su fe inquebrantable.
Por su amor a su gente.
Por su paso adelante en el momento más crítico.
Por su apuesta por la verdad.
Por su penitencia y su oración.
Por su generosidad acogiendo la llamada de Dios.
Por decir que sí en ella a Su Voluntad.
Por creer en la Misericordia del Rey por encima de todo.
Cógete fuerte de su mano, Hadasita.
Ester te enseñará el camino de tu vida.
Sólo el Buen Dios sabe para qué te está preparando, mi niña.
Ojalá algún día te mire al corazón
y te encuentre, de entre todas, la más bonita.

lunes, 23 de mayo de 2016

Confirmado

Como decíamos Mick Jagger y yo ayer... más o menos..., "los viejos hábitos tardan en morir". Y este fin de semana, de alguna manera, lo he comprobado. Lo más sorprendente es que ha sido en personas que apenas me pasan de la cintura. Así que esos "viejos hábitos" parecen estar arraigados en nosotros desde bien pequeños.

Fui a tocar la guitarra a dos Primeras Comuniones, una el sábado y otra el domingo. El sábado me encontraba tan mal que no recuerdo ni qué toqué: era como una especie de máquina desplomada contra mi instrumento, raspando las cuerdas automáticamente. Pero cuando llegó el momento se me abrieron los ojos como platos. Me llamó mucho la atención. A las preguntas del sacerdote: "¿renunciáis a Satanás, a sus obras, al mal, al pecado.. etc?", los niños tardaron en contestar lo suyo. Al final, muy poco convencidos y con un hilito de voz, después de haber escuchado la pregunta al menos tres veces, casi por no quedar mal con toda la gente que les estaba mirando, dijeron un "sí, renuncio" bien poco enérgico. En cambio, cuando se les preguntó si creían en Dios, en su Trinidad, en el Espíritu Santo actuando en la Iglesia, en todas esas cosas tan misteriosas y complicadas de entender, su respuesta fue firme y contundente: "¡sí, creo!". Y pensé: anda, es más fácil creer lo imposible que renunciar a lo tangible. Aun así, concedí cabida a la posibilidad de que esos niños no hubiesen ensayado bien la respuesta, o que no supiesen en realidad qué estaban haciendo. Pero cuando el domingo, con otros peques diferentes, volvió a ocurrir exactamente lo mismo, no pude evitar escuchar en mi interior los acordes del comienzo de guitarra de la canción que os puse el otro día... 

Creo en un Dios Creador; creo que ese Dios, uno y único, es a la vez tres Personas distintas; creo que en el pan y el vino, tras la transustanciación, están el Cuerpo y la Sangre de Cristo; creo en el Espíritu Santo aunque no entiendo bien ni qué es; creo en la Iglesia y su santidad pese a ser objeto de las más duras críticas sociales... ¡Si, creo!. Pero... ¿renunciar a la mentira, al egoísmo, a la falta de amor, a la tentación fácil, al insulto y las palabras hirientes, a la comodidad, a la pereza, al aparentar, a la búsqueda del placer en sí mismo, a querer ser y tener más que los demás?... Uy, eso ya es otro cantar. ¡Hasta los niños lo saben!.  Confirmado: "los viejos hábitos tardan en morir"...

Salí de allí pensando en lo difícil que es ser cristiano hoy en día. Un poco desanimada, la verdad. Pero luego, de repente, unos metros más adelante de la Iglesia, volví a ver esas flores rosa fucsia, como las de la semana pasada. Y pensé en todos regalos pequeños pero continuos que el Buen Dios en quien decimos creer nos hace a diario. Y que en esta tarea de ser seguidores de Cristo no andamos solos: contamos con la mayor de las Gracias. Ésa que hace que en un fin de semana mortífero en el que cuesta hasta tenerse en pié, una se reponga del hábito de la desesperanza, y saque fuerzas de donde no las hay para seguir adelante -contra los viejos hábitos- con una sonrisa como ésta:


Confirmado, sí: con Él...¡se puede!.

sábado, 21 de mayo de 2016

Los viejos hábitos tardan en morir

Es el título de una canción 10 que compuso Mick Jagger para la banda sonora de Alfie. Magistral la música y la película. Pero hoy me quedo dándole vueltas sólo a la frase...

Los viejos hábitos tardan en morir. La conversión no es sencilla.
Aniquilar al hombre viejo, resabiado, quemado a veces,
y atreverse a dejar salir al niño que todavía llevamos dentro.
Superar de una vez por todas pecados que tenemos enquistados,
como si formasen ya parte de nuestra propia piel.
Enterrar para siempre esos recuerdos
que ocupan gran parte de nuestra memoria,
sólo para hacernos daño.
Abandonar el ejercicio de una vida acostumbrada
y retomar el "espíritu de la aventura"*con el que soñamos
cuando empezamos a recordar nuestros sueños.
Pasar de las prisas, los agobios, el qué dirán, la costumbre,
comerse el orgullo que nos pide buscar la autoimagen ideal
que tenemos de cómo debemos ser
y vivir, ¡vivir!, que -como me dijo ayer un hombre sabio-
es algo en lo que nunca podemos equivocarnos.
No se vive bien o mal: se vive y punto. Sin juicios. Sin machaques.
Es la voz del hombre viejo la que nos juzga en nuestro interior.
Pero una costumbre vence a otra costumbre.
Poco a poco, paso a paso, aunque cueste tiempo y esfuerzo.
El hombre nuevo quiere salir a la luz,
dejar que el sol le ilumine la cara,
probar a amar sin comisiones, a ver qué pasa.
Ser fiel, comprometerse, darse a fondo perdido.
Quiere dormir con la conciencia tranquila,
intentar la novedad de sonreír aunque no encuentre motivos,
cambiar viejos hábitos
por otros más saludables, divertidos, espontáneos.
Y que esos nuevos, si resultan merecer la pena, no mueran nunca.


PD: os dejo el vídeo por la canción, 
sin menospreciar la reflexión final que hace el pobre Alfie de su vida.
* Up.

jueves, 19 de mayo de 2016

Crónica de una muerte anunciada

Me ocurre como con Santiago Nasar en la novela de García Márquez: que desde el principio sé que voy a morir. Me va a dar un infarto. Hay cosas que un pequeño corazón como el mío no pueden aguantar de golpe. Lo que esperaba que ocurriese a lo largo de dos días, se me junta en uno y además seguidito. Cuando he visto el cartel me ha dado taquicardia sólo con pensarlo. Tanta emoción junta durante tantas horas seguidas pueden acabar conmigo, y probablemente lo harán. Así que voy a aprovechar para ir acabando algunas cosas antes de marchar a la otra vida. En mes y medio quiero terminar de corregir mi libro, concluir el curso escolar, finiquitar el Postgrado, presentarme a unas oposiciones, ver la saga de la Guerra de las Galaxias, pasar todo el tiempo que pueda con mi Tesa, y decir a toda la gente que me importa que la quiero mucho. No incluyo echarme novio, porque son precisamente dos hombres los que van a matarme: Enrique y Pucho. ¿Qué cuerpo puede sobrevivir a algo así?:

martes, 17 de mayo de 2016

Enamorada

El otro día, paseando por el cauce del río, entre montones de casetas ofreciendo propuestas educativas, me fijé en un pajarito. Era negro, pequeñito, con un pico amarillo precioso. No le hice una foto porque salió volando enseguida. Un poco más adelante me llamó la atención un árbol. ¡Era tan bonito! Rosa fucsia, como nunca había visto antes, con forma de ramo de flores gigante. Ahí sí le pedí a mi compañera de paseo que me hiciese una "memoria instantánea"*:


El caso es que me ha dado qué pensar todo esto. Porque ya no es que me fije en pajaritos y florecitas. Ni que cante por la calle: ¡es que lo hago a pleno pulmón!. Y tengo una sonrisita estúpida de esas que no hay manera de quitarse y que delatan tanto. En fin, tendré que reconocer que estoy enamorada...

Es un chico más joven que yo, 34 añitos, los que dicen que aparento pero que ya hace tiempo dejé atrás. Nunca antes me había fijado en alguien con menos edad que yo. Pero éste me tiene absolutamente encandilada. Abre la boca, y me da tanto gusto oírlo que me quedo casi muda; ¡yo, que soy una cotorra!. Es un friki confeso y profeso. Me encanta todo: sus zapatillas de deporte, esa mezcla de forma de vestir descuidada con una barbita impecablemente recortada, su mirada de niño... La energía que me contagia es brutal: un ratito escuchándole y me siento con fuerzas para comerme el mundo. No sé si será por su juventud o por su personalidad, pero transmite auténtica pasión por lo que hace, y eso sí me vuelve loca. ¡Me da tanta envidia!.Tiene novia, por supuesto: no soy la única chica en el mundo con buen gusto; pero no me importa, no soy celosa, jeje. Además las posibilidades que tengo de que él algún día llegue a fijarse en mí son nulas, con lo que encima me siento segura porque sé que nunca me partirá el corazón. Sin ninguna duda ha sido uno de los grandes descubrimientos de este año para mí. Hace unos pocos días le dí un Grammy en este blog: debería haber añadido el título de "artista revelación".  Repito frases suyas en mi interior continuamente: son una inagotable fuente de inspiración para este blog, entre otras cosas. Cuando estoy realmente saturada, es escuchar su voz y la tensión desaparece. ¡Me encanta cómo me hace sentir!. ¡Es mágico!. Y no dejo de contar los minutos que me faltan para poder verle en persona. ¿Será la primavera?.

Ahora luego, cuando publique esta entrada, se la mandaré en un mensaje. Me lo imagino leyéndome con una sonrisa de las suyas, y me pongo hasta nerviosa, como una niña. Espero que no se lo tome a mal. No creo que nadie pueda sentirse ofendido si le dicen que es un encanto, un sueño, un oasis de alegría en medio de estos "días raros"*. No es mi intención incomodarle, sino -de alguna manera- transmitirle mi agradecimiento. Por esa compañía tan especial que me hace sin darse ni cuenta, y que valoro tantísimo.

Pucho, cariño: eres un sol. Una inyección de serotonina en vena. Una bomba con tanta fuerza que consigues arrasar de una todos mis malos rollos. Sí, pequeñajo: me he enamorado de ti. Y espero que no se me pase en mucho tiempo. Contigo en mis cascos no ando: ¡vuelo! ¡floto!. En pocos días me tendrás entre miles de cabecitas locas escuchándote en persona. Y me harás reír, y llorar, y vibrar... y como entonces no podrás oírme, te lo dejo escrito ahora, aquí: GRACIAS.


*Vetusta Morla: "Memoria instantánea".
*Vetusta Morla: "Los días raros".

lunes, 16 de mayo de 2016

Mi gimnasio

Me dicen que me ven muy bien, que si voy al gimnasio.
Me va a tocar decir que sí, aunque no estoy matriculada en ninguno.
Mis ejercicios son variados, y los realizo en distintas instalaciones.
Me levanto a las 6 de la mañana, y empiezo con uno de oración.
Seguido de desayuno, preparación de clases,
estudio, casa, compras, ducha.
Luego carrera hasta el bus, y maratón por los pasillos del colegio,
con 50 minutos de ejercicios de lengua y mates intercalados.
Sigo corriendo hasta casa,
comida ligerita, 5 minutos rápidos, y paseo con Tesa.
Y vuelta a toda velocidad al bus, a las aulas,
a los pasillos, a las clases.
Salgo pitando y ahí, depende del día, la carrera se direcciona
o hacia la Avenida del Puerto, o hacia Blasco Ibáñez,
o hacia el centro o a mi propio barrio;
o -si es en coche- por cualquier rincón de la capital.
Mis pies me llevan al fin a casa, ya anochecido, 
para salir deprisa a otro paseo con Tesa.
Y de vuelta, después de un simulacro de cena, 
mindfulness, oración, estudio, lectura,
lavadoras, aspirador, cocina, ganchillo,
cine, música, palabras, silencios, 
redes sociales, caricias y besos.
Y en la cama no me meto: Jesusito de mi vida y me desplomo. 
Y se me pasan las 5 escasas horas de sueño en un suspiro.
Una vida absolutamente normal,
pero -como casi todas- a la altura de un atleta
preparando una maratón. ¡Anda que no corro! ¡Vuelo!
Y sí: se llega a todo. Al trabajo, al estudio, a la casa,
en zapatillas de deporte y hasta a veces en tacones.
Sin anfetaminas, ni ginseg, ni siquiera la socorrida cafeína.
El truco, como en el gimnasio, está en el entrenamiento diario,
en la constancia, en la autodisciplina, en coger fondo.
La energía, fortaleza, ánimo y empuje lo da Dios.
Punto. No hay otra.
No es mi fuerza, es su Gracia.

¡Bendito seas, Dios de mi vida,
porque me entrenas mejor que nadie, y con resultados visibles!
¡A Ti la gloria por siempre!. Amén.

domingo, 15 de mayo de 2016

El círculo

En clase de mates estamos dando la circunferencia y sus partes. Y me resulta imposible no acordarme de la explicación que, sobre la Trinidad, recibí en la Facultad de Teología, allá cuando los dinosaurios todavía paseaban por nuestras calles, las pizarras eran verdes y no existía la Wikipedia. Es de las pocas cosas que no se me han olvidado. 

Decía el profe que Dios es como el punto, que lo es todo, que está en todas las figuras. Es Padre y origen de todo lo creado. Cuando el punto se une con cualquier otro punto el resultado es la línea. Dentro de una circunferencia, la línea que une el punto del centro con cualquier punto de la circunferencia se llama el radio. Hay infinidad de radios, como hay infinidad de puntos en la circunferencia que pueden unirse a su centro. Ahí tenemos a Cristo, el radio, que es Dios puesto que está formado de puntos, y que a su vez une a Dios con el hombre, con cada hombre concreto o punto de la circunferencia. Puente (o Pontífice) que conecta en sí la Humanidad con la Divinidad. Pero Dios no se conforma con llegar a una persona, o a varias; en su ser Comunión, busca la unión con todos nosotros, hombres de todos los rincones del planeta y de todos los segundos de la historia. Después de la Encarnación, sigue buscando al hombre en cada punto, en cada línea: es el Espíritu Santo (que procede del Padre y del Hijo, del punto y la línea), que recorre cada punto de cada línea de la circunferencia, llenándola entera hasta formar el círculo. En cada punto del círculo estamos representados todos nosotros en unión con Dios. A mis niñas del cole, en mates, se lo dibujo así:


Es una forma de explicarlo. Hay muchas, tantas como intentos del hombre de acercarse con imágenes o palabras al Misterio. No importa si se entiende bien o no, puesto que Dios es mucho más que una circunferencia o un círculo. De todos modos yo, pequeño puntito de la enorme circunferencia del mundo, no salgo de mi asombro con el radio: que esté unida al centro me parece una prueba de Amor irrevocable. Pero que, además, junto a mi radio vea otros miles de millones de radios, y todos juntos vivamos en una comunión que nos hace uno en el círculo, mucho más allá de nuestras diferencias espacio-temporales o simplemente personales, lo encuentro la pasada de las pasadas.

Hoy me uno a la Iglesia Universal en su homenaje a este "círculo". Y grito en silencio desde lo más profundo de mi corazón: "¡Ven, Espíritu Santo!".

Ven, Espíritu que moviste a Zaqueo a subir al sicomoro, 
y ayúdame a desprenderme de todo lo que me aparta de Dios.
Ven, Espíritu que tocaste el corazón de la adúltera, 
y haz que mis lágrimas limpien la impureza de mi pobre corazón.
Ven, Espíritu que inspiraste a Pablo, 
y enséñame a rectificar posturas
y acercarme sin temores a tu Verdad.
Ven, Espíritu que sacaste a Bartimeo de la orilla del camino,
y ayúdame a pedir humildemente "Señor, que vea".
Ven, Espíritu que moviste a Pedro al arrepentimiento,
y hazme confesar: "Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo".
Ven, Espíritu de desprendimiento de la pobre viuda,
y ayúdame a ofrecer a Dios las pequeñas dos monedas 
que enriquecen mi simple personalidad.
Ven, Espíritu que sacaste a Nicodemo en plena noche,
y hazme nacer de nuevo a una vida según tu Voluntad.
Ven, Espíritu que abriste los oídos 
de los discípulos de Emaús al entendimiento,
y enciende mi interior hasta que arda a la voz de la Palabra.
Ven, Espíritu que provocaste el hambre del niño pródigo,
y llévame de regreso para siempre
al Hogar de los brazos del Padre.
Ven, Espíritu que moviste a María a darte su "sí",
y enséñame a decirte cada mañana un "serviam*" sincero.
Ven, Luz, Sol, Noche, Calma, Inquietud, Silencio,
Calor, Frío, Templanza, Descanso, Actividad, Motor, Pausa,
Fortaleza, Esperanza, Fe, Dirección, Sentido, Metanoia*.
Ven, Espíritu de Dios. Llena los corazones de tus fieles.
Y enciéndenos con el fuego de tu Amor.


*Serviam: te serviré.
*Metanoia: cambio de dirección, enfoque, conversión.

sábado, 14 de mayo de 2016

Nadar contracorriente


Cuando de niña vi por primera vez "El club de los poetas muertos" sentí que algo muy fuerte se removía en lo más profundo de mí. Compré el libro, el VHS, la banda sonora en vinilo... y empecé a leer a Walt Whitam, Robert Frost, Pedro Salinas, Luis Cernuda y Juan de la Cruz, Me levantaba por las noches, cuanto toda mi familia dormía: ponía una manta en el suelo, encendía una velita. Y me tumbaba allí a leer y a escribir; y sobre todo a pensar, a rumiar versos, a buscar en mi interior sentimientos comunes con lo que leía. Fue una época muy intensa y bonita, la verdad.

Con los años volví a ver la película y no me gustó nada. Me pareció que el mensaje de fondo que transmitía era del todo insuficiente. No me convencía el "Carpe diem" si lo que significaba era "aprovecha el momento, porque en breve estarás criando malvas". Es cierto que el tiempo que tenemos en esta vida es limitado y se acaba, y que hay que aprovecharlo de todo corazón; pero me niego a aceptar que lo que podamos hacer ahora sea todo, que ahí acabe la vida sin más, que lo único que pueda permanecer vivo después de dejar de respirar sea, a lo sumo, un buen poema. La falta de trascendencia me reventó la trama.

Sigue pasando el tiempo. Y ahora me descubro conviviendo a la vez con la primera y la segunda sensación que dejó en mi el film las dos veces anteriores. Encuentro cosas criticables, y a la vez otras muy aprovechables. Si hubiese seguido sin más mi primera intuición y hubiese luchado por mis sueños sin límites, como si no hubiese un mañana, tal vez ahora sería la escritora que siempre he deseado ser... o no, y habría acabado como Neil Perry pero sin pistola. Si, en cambio, me hubiese encerrado en la segunda idea sin querer dar importancia a lo efímero del hoy, quizás sería una feliz carmelita descalza, escribiendo sólo para Dios en lo escondido de una celda, poemas que sólo Él leería y que probablemente quemaría en mis últimos días para mantenerlos en la intimidad de mi oración. Pero, en la búsqueda de mi propio camino, he dado con otros intermedios...

El "Carpe diem", sin duda, se parece demasiado a mi "Ahora", mi "Ya" y mi "Ahí". He encontrado en el presente un filón que en nada es incompatible con mi futuro. Es más: creo que es un ejercicio de preparación para esa Vida que me espera, que será puro ahora sin límites. Si entonces mis días ya no serán días sino una sucesión de momentos presentes sin fin que vivir plenamente, ¿por qué no empezar a entender mi tiempo así ya?. ¿Por qué esperar que las editoriales salgan de su pánico a las pérdidas en tiempos de crisis para ponerme a escribir libros, se publiquen o no? ¿No se han inventado acaso todavía los blogs para estas cosas?. ¿Por qué olvidar mis sueños y no volver a lo que no acabé? ¿Por qué no hacer de cada palabra un homenaje a Dios, que me espera más allá de último aliento, en una Vida en la Palabra que fundamenta todas las que voy aprendiendo conforme me acerco a Él?. Aprovecha el momento, sí, pero no porque se acabe; vive el momento presente a tope, porque esa es la manera más bonita de vivir, puesto que es la que eligió Dios para el Cielo. 

Me salgo de la fila, del paso marcado por quienes viven del pánico a perderse en el camino y no tener ya tiempo de volverse a encontrar, y sigo avanzando, a mi propio ritmo. Ahora. El profesor Keating lo llamaba "nadar contracorriente". "mantener las propias convicciones frente a los demás". Quizás sólo me entiendan 3 ó 4 personas en este extraño planeta, y el resto me miren como si estuviese un poco loca; es más que probable. Pero ¿qué importa?: cada caminante siga su camino.

viernes, 13 de mayo de 2016

Repartiendo premios

El pasado 15 de febrero tuvo lugar la 56 edición de los Premios Grammys, en los que se ofrece reconocimiento oficial a lo mejor de la industria musical del momento. Con casi un mes de retraso me animo yo a repartir los míos.
- Premio "Nadie como tú" a A, por los muchos más de 20 años juntos, compartiendo mis penas, mis tristezas, mis ganas de vivir...
- Premio "Eres" a Tesa, mi princesita sin tonterías, tan salvaje, tan amor, tan extrema como yo.
- Premio "Sálvese quien pueda" a Pucho, por enseñarme -con su fuerza, su pasión, su energía- a caminar por la calle con la cabeza bien alta.
- Premio "Copenhague" a J, por darme el valor para empezar, para marcharme pese al miedo a llegar, por sus "mapas" para orientarme, y por ayudarme a huir de espejismos y horas de más...
- Premio "Ahora" a M, grandísimo explorador, por traerme con él a estar "aquí" "ya".
- Premio "Quiero aprender de ti" a S y a R, por estos 6 años formándonos juntas en tantas cosas importantes.
- Premio "Valiente" a Tusy, por engancharse a mi carro de no olvidar los sueños y terminar con tareas pendientes.
- Premio "Lady Blue" (y en versión de un concierto en el que estuve presente, por ahí salgo, jeje) a mi Enrique, por hacerme subir de un salto y sin pensarlo a su Cocodrilo pese a las lluvias de asteroides. ¡La soledad es un lugar tan vacío sin ti!.
- Y premio "Come what may" (pase lo que pase) a Dios, por tanto Amor...

jueves, 12 de mayo de 2016

Tarde

Sustantivo y adverbio de tiempo. Los dos me sirven.
Esta tarde me ha dado por pensar que no es tarde.
No es tarde para afirmar que todavía soy joven.
Aunque sea mayor que antes.
No es tarde para los tacones, la minifalda y la barra de labios roja.
Aunque me haya costado años atreverme.
No es tarde para seguir estudiando,
¡y a lo mejor incluso al fin algo que me guste!.
No es tarde para aprender a decir "no".
Más que tarde es ya urgente.
Y sin tener por qué dar explicaciones:
no es tarde para el "porque no me da la gana".
A veces no es rebeldía adolescente, sino madurez y valentía.
No es tarde para amar. Nunca lo es.
Aunque el amor siga siendo un misterio para mí.
No. No es tarde para decir "te quiero".
Gracias a Dios tengo todavía una capacidad de amar brutal,
casi por estrenar, que he estado conteniendo
un poco estúpidamente;
y muchas personas a las que querer,
de distintas maneras, pero con toda el alma.
No es tarde para aprender a no preocuparme.
Y sí ocuparme de lo que y los que de verdad me interesan.
No es tarde para pasar olímpicamente de muchas cosas.
Empezando por lo que pueda pensar la gente de este pasotismo.
Tengo temas mucho más importantes en los que centrarme
que las urgencias impuestas desde fuera 
que no me llevan ni de lejos a donde quiero ir.
No es tarde -hoy lo he hecho- para subirme a la mesa
y gritar en medio del aula: "¡Oh capitán, mi capitán!"*.
No es tarde para aprender a pedir:
ayuda, mimos, reconocimiento, dinero, tiempo...
A veces sólo hace falta eso:
una tarde para darse cuenta de que no es tarde.

Escribió magistralmente Casaldáliga:
"Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esa hora tardía.
Es tarde
pero es madrigada
si insistimos un poco".


* El club de los poetas muertos.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Las cosas en su sitio

Y la insignia de Elie impuesta a quien más se la merece ahora mismo.
Finalmente salió de Turquía y llegó a España.


Le queda de muerte puesta a este gran explorador
que se ha atrevido a adentrarse en mi yo más oscuro
para sacarme a la luz.
Hoy me he sentido un poco 
como Carl Fredricksen abrazando a Rusell,
y me ha encantado.
Momentazo de la historia del cine, y ahora también de la mía.
Si alguien todavía no ha visto "Up", ya tarda.
A ese niño que anda por Valencia ahora mismo
con la insignia de Elie colgada,
mi más sincero GRACIAS.

martes, 10 de mayo de 2016

Pues no, no lloro

Sí, he suspendido el práctico.
Y no pasa nada.
Todo está bien.
En junio lo intentaré de nuevo.
El resto, lo que siento o pienso,
lo dice mejor la canción;
os la pongo traducida:


*Alanis Morissette: "That I would be good".

lunes, 9 de mayo de 2016

Pues sí, lloro

Me dice mi niña SMM que no llore. Y me saca esto:


Y ocurre lo inevitable: me pongo a llorar.
Ella, que es super especial, se ríe. Lo esperaba, me conoce.
Abro el sobre y empiezo a leer:


Las lágrimas me caen como cascadas.
Me siento condecorada, 
con un diploma de honor que pienso enmarcar.
Y luego la abrazo, y la beso.
Y me siento afortunada, porque el auténtico regalo es ella.
Su ejemplo, su constancia, su trabajo incansable,
su sensibilidad, su cariño, su capacidad de superación personal,
¡ella!, ella es el gran tesoro.
Compartir la vida a diario estos seis años
ha sido uno de los mayores regalos que me ha hecho Dios.
El ejemplo que me ha dado, una lección que jamás olvidaré.
Y va mi niña, que ya es toda una mujer, y remata la jugada con esto:


Y yo sigo llorando. Y llorando llego a casa.
Y llorando escribo esta entrada.
Para que quede público y para la posteridad
el gran corazón que tiene mi S.,
y para poderle gritar públicamente con las palabras,
con esa lengua castellana que tanto hemos trabajado juntas,
que ESTOY ORGULLOSÍSIMA DE ELLA,
y que pase lo que pase, nada nos va a poder separar ya.
Porque hay gente que se viene a vivir dentro del corazón
y adquiere derecho a habitarlo de por vida, sin hipotecas.

Aprobada, cariño. ¡Aprobadísima!.
En todas las asignaturas en las que tanto te esfuerzas,
y sobre todo en humanidad.
Eres una de las personas más bellas que conozco,
no pierdas nunca eso. La gente tan buena no abunda.
Yo tengo la enorme suerte de haber sido regalada con dos.
¡Hay ángeles entre nosotros!

Desempolvando a Alanis

De repente me ha venido su MTV unplugged a las manos.
A veces hacer limpieza es fabuloso, ocurren cosas así.
Y me he acordado de lo bien que me hace sentir su música.
Es un disco llenito de canciones a las que pongo un 10.

Me levanto, lunes por la mañana,
y fuera llueve y hace frío.
Hoy tengo mucho trabajo
y la última práctica de coche antes de mi examen.
Reconozco que estoy muy nerviosa, y asustada.
Y sin embargo siento una fuerza en mí muy potente.
Me siento capaz de afrontar lunes lluviosos
y el resultado del esfuerzo 
(económico, de tiempo, de superar miedos)
sea positivo o negativo, de la prueba de mañana.
Sé que toda mi fortaleza es prestada.
Siempre lo es. Es toda suya.

Rezo y aprendo. Pregunto y aprendo. Vivo y aprendo.
Lloro y aprendo. Río y aprendo.
Enseño y aprendo.
Me mojo y aprendo.
Trago más de lo que puedo masticar, y aprendo.
Resbalo y aprendo. Me levanto y aprendo.
¡Gracias al Buen Dios por tantas lecciones gratuitas!
Él no me cobra las "prácticas".
Espero no defraudarle y seguir aprovechándolas a tope.

Os dejo disfrutando de la fantástica Alanis Morissette
(subtitulada, para los frikis que confundimos inglés con japonés).
¡Feliz lunes!

domingo, 8 de mayo de 2016

Ascensión

Define la RAE, en primera instancia, la ascensión como 
"Acción y efecto de ascender (subir a un sitio más alto)".
Y pienso yo, con mi lógica simple de siempre,
que si los cristianos somos los seguidores de Cristo,
y por eso cargamos con cruces, 
y defendemos la verdad a gritos desde los tejados,
y nos esforzamos en amar con un estilo muy característico,
y aguantamos críticas y chaparrones y traiciones,
incluso la aparente monotonía absurda del taller de Nazareth,
¡cómo no vamos a seguirle en su Ascensión!.

Subir a un sitio más alto.
No parece complicado.
Recuerdo que, cuando hace años 
vi la película de Fray Escoba
se me quedó muy grabada una escena 
en la que un fraile le preguntaba
qué había que hacer para ser santo.
Él respondió que de eso de ser santo él no sabía
(¡pedazo humilde el mulato!),
pero que debía ser algo parecido a ser bueno.
El fraile volvió entonces a preguntarle, 
esta vez qué había que hacer para ser bueno;
a lo que fray Escoba respondió:
"ser un poquito mejor".
Y yo pensé: no parece tan difícil.
Si soy un poquito mejor cada día,
al final seré buena y... 
¡¿quién sabe?!, quizás santa.

Ser un poquito mejor. Subir a un sitio más alto.
Han pasado los años y según mi experiencia, 
de fácil no tiene nada.
Ese poquito diario es HEROICO.
Hay veces que estoy tan agotada de esforzarme tanto
que pienso que dar un poquito más es imposible.
Que me voy a romper de tanto estirar.
¡Y así es!, así es si lo hago sola.
Lo que pasa es que se me olvida,
como pisar a fondo el embrague.
Lo sé, pero a la hora de hacerlo no me acuerdo.
Cuando mi Señor me dice que sin Él no puedo,
¿en qué idioma me lo tiene que repetir 
para que se me quede? ¿en klingon*?.

Estoy en mi ratito de oración de la mañana,
y el Buen Dios me habla con esta frase,
para que no me queden dudas de por dónde va el tema:
"Nunca te desalientes,
porque el Señor está siempre dispuesto a darte
la gracia necesaria
para esa nueva conversión que necesitas,
para esa ascensión en el terreno sobrenatural" (S.J.E: Forja, 237).
Un pasito más, Hadasita, aunque sea a gatas,
con el impulso que da el saber que no eres lo que logras,
Tras las huellas de Jesús hacia los brazos del Padre.
¡ARRIBA!
¡Feliz fiesta de la Ascensión a todos!


* Aclaración para los lectores menos flikis: idioma construido por Marc Okrand como lengua vernácula de la raza klingon en el universo de Star Trek.

sábado, 7 de mayo de 2016

Caca para la burra

Niños: no leáis esta entrada.
Mayores: no dejéis que los niños la lean.
Se acercan improperios.
Ya está aquí el primero...
¡Me cago en la burra!
¡Me cago en la burra 30 veces!
¡Y que se apañe la burra con tanta caca!

Hala, ya me he quedado relajada, ya puedo seguir.
El que inventó el taco inventó un pre-diazepam.
Creo que fue el manzano cuando vio acercarse a Eva.
Soltó el primer "me cago en la burra" de la historia.
Sí, definitivamente debió ser él.

Pues eso: caca para la burra hoy
por muchas cositas juntas que ni me molesto en escribir,
porque me niego a que me roben ni un segundo más.
Cucharadita de nocilla y adelante.
Los médicos deberían recetarla,
y la seguridad social financiarla.
Hay otra forma de ver las cosas
que he decidido que me gusta más.
Como quien decide que las gafas de pasta
le quedan mejor que las gafas al aire.
A mí me queda mejor el pequeño improperio y el humor
que acumular bilis.

En la fantástica trilogía de Batman de Christopner Nolan
el superhéroe, a la pregunta de Afred:
"señor, ¿por qué un mueciélago?",
Wayne responde: "porque les tengo miedo,
y quiero que mis enemigos compartan mi miedo".
Un mensajito parecido me ha hecho llegar Dios
por medio de Twitter, y dice así:


Hoy ha salido nublado,
y como llueva pienso mojarme sin impermeables.
¡Me la reflanflinfla!.
Y como ya no confundo el limpiaparabrisas con la radio
pues a correr. Aunque sea en segunda.
Mi cuerpo, que a veces está tecloso,
otras me da lecciones de las que tomo nota.
Y he descubierto que llorar me da dolor de cabeza
y reír no. ¡Por algo será!.

Querida burra:
lo siento mucho, pero cuando se trata de elegir entre tú o yo,
la caca para ti, que yo no la quiero para nada.
Es más: igual si pillo un huequillo
me invento la "cagoenlaburraterapia", 
que patentaré entre las terapias de nueva generación
junto con "aTanzaniasehadicho!,
"atomarporculoelpasado:yoyanovivoallí",
"rieteagusto", "hastagterapia", 
"marcandotetasyaquiennolegustequenomire",
y "vivamiabcde%".
Y recomendaré la real y fantástica Logoterapia,
origen de todas las anteriores.

¡Hala! A la ducha,
que el club de fans de mis vecinos debe estar
anhelando con ansias profundas mi concierto de hoy.
Espero que os hayáis divertido un poquito
con mi manera friki de afrontar últimamente las cosas;
y que tengáis un bonito sábado.

jueves, 5 de mayo de 2016

Fresa y nata contra el dolor

Ojo, que no quiero decir
que un Chupa chups de fresa y nata cure el dolor.
¡Ojalá fuese así de sencillo!
Pero cuando las cosas duelen demasiado,
a mí se me ocurren tres opciones: blanco, negro y gris.
Blanco: no pasa nada, me resbala, y haré lo imposible por olvidarlo.
Negro: esto es un horror y no tiene arreglo posible.
Gris: hoy me duele, mañana quizás,
ahora mismo no se me ocurre una solución,
puedo ponerme la tele e idiotizarme no pensando
o echarme a llorar como una loca hasta deshidratarme;
o puedo sacar un Chupa chups de fresa y nata y darme un tiempo.
Quizás no sea un buen momento para pensar.
Tampoco para ignorar lo que ocurre.
A lo mejor toca sacar lengua y dar unos cuantos lametazos
hasta llegar a ese chiche cuyo sabor dura unos 20 segundos,
y relajarse un poco.
Respirar. Tomar aliento. Coger fuerzas.
Hacer algo que no suponga una diversión para la que no hay ánimo,
pero que resulte lo suficientemente gratificante
como para reponerse un poco.
El Chupa chups de fresa y nata tiene eso:
glucosa para el bajón, tiempo para tomar perspectiva,
y mientras te lo comes hasta puedes rezar un poco
y pedirle al Buen Dios que meta rosa
entre el blanco, el negro y el gris.
A Tesa sin duda le parece la mejor idea.
¡Se ha apuntado al plan sin pensarlo dos veces!.
Y, como hoy las cosas me duelen demasiado
como para encima enfadarme,
he hecho la excepción de dejarle probar el dulce.
No es lo mejor para ella, pero tampoco la va a matar,
Mañana buscaremos una opción más correcta;
hoy, ésta es la que me ha parecido más útil.
Fresa y nata contra el dolor.
Y va por ti, Mª José, que nos miras ya desde el Cielo
cómo nos comemos este Chupa chups, entre lágrimas y música,
contigo en el corazón, con la decepción de otros en la cabeza,
con la confusión que tú nunca más sentirás.
Me da muchísima pena
no haber podido darte ese beso final que quise.
Pero que sepas que me alegro por ti, que te tengo mucha envidia,
que me consta tu bondad, que me la pido, que me la pegues,
y que te quiero.
Y ahora que lo ves todo,
y que conoces estos esfuerzos, esta lucha mía,
quizás tú mejor que nadie encuentres bonito el vídeo de hoy.


PD: recuerdos a tu Paul Newman...

miércoles, 4 de mayo de 2016

Orgullo friki

¡Felicidades!
A todos los frikis que leéis mi blog.
A los que disfrutáis con mi música friki a más no poder.
Los que seguís el devenir de mis días frikis.
Los que os salís de la vulgaridad normal.
Los que escribís haciendo dibujos. ¡O con faltas!.
Los que habláis al corazón, a veces incluso sin palabras.
Lo que todavía sabéis ver bondad en los fondos.
Los del brillo en los ojos, como el de los niños.
Los valientes, que lucháis contra el mal
que hay fuera y dentro de vosotros.
Los de los "días raros" habituales.
Los de las agendas locas que se mueven solas.
Los que al hablar de placer pensáis en cosquillas.
Los que preferís el huevo frito con patatas al caviar.
Los que os levantáis a las 6 a apagar farolas.
Los que vestís de mercadillo y coméis de super de barrio.
Los que trabajáis con el alma, independientemente del sueldo.
Vosotros, anomalías de la naturaleza,
fikis y a mucha honra.
¡Ojalá os clonasen!
Superhéroes anónimos sin patrocinio de Marvel.
Doctores Honoris Causa de causas perdidas honorables.
Despeinados, sudados, agotados, que vivís con pasión.
¡Os admiro!
A los de los intentos.
A los de los reintentos, requeteintentos y lo que te rondaré morena.
A los que lloráis y reís, sin vergüenza ninguna.
A los que tenéis cicatrices, visibles u ocultas,
fruto de caídas (y remontadas) o de batallas (ganadas o no).
A los que todavía tenéis fe. Y esperanza. Y amor.
¡FRIKIS, QUE SOIS UNOS FRIKIS!
Gracias, de corazón.
No cambiéis nunca, os lo suplico.
¡Bienvenidos al club de los imposibles*!
Yo, que soy un poco así,
hoy me he regalado una camiseta friki para celebrarlo.
A buen entendedor... 
Y si no, Google tiene traductor 
para frikis que no sabemos inglés, ni falta que nos hace.
¿A que me pega?


*Enrique Bunbury: "El club de los imposibles".

¿Turquía?

Me he despertado con un aviso extraño en el móvil:
"Su producto se encuentra en Turquía".
No sé si será todavía un sueño,
o que me falta el café,
o que me ocurre con la geografía lo mismo que con la estadística.
Pero no acabo de entenderlo bien.
¡Me siento como ante el misterio de la pirámide de Keops!

El caso es que he comprado algo para regalar.
Una cosita pequeñita con un significado grande.
Parece tan poquita cosa que, de hecho,
los gastos de envío son el triple de lo que cuesta el detallín en sí.
Y lo tenía aceptado, pues viene desde Estados Unidos.
Claro: ahora que lo pienso tiene todavía más lógica.
Si el trayecto es EEUU, Turquía, España,
el viajecito merece el coste.
Aunque tal cual están las cosas por Oriente Próximo, 
espero que llegue con vida.
Me pregunto: ¿hará escala en Tanzania?...


Nota: Tusy, espero haberte arrancado una sonrisa. Te doy mi palabra que es todo real, no he inventado nada para ti; pero he pensando que, en días como hoy en los que damos el abcde%, empezar compartiendo esta entrada -que quizás sólo entiendas tú- te sacaría una risa energética. #empieaeldiadesdeturquiayaverdondeacaba.

martes, 3 de mayo de 2016

Estadística

Nunca he comprendido bien la estadística.
No en vano la he suspendido repetida veces.
No me había rendido con ella oficialmente,
pero siento que ya va siendo hora...

Querida estadística: lo nuestro es imposible.
Me hablas y no te entiendo.
No es culpa tuya: es que soy de letras puras.
He conocido a las palabras y las amo más que a tus números.
Lo siento. El corazón tiene... esas razones que la razón no entiende.
A estas alturas, nuestros problemas de comunicación
no digo que sean insalvables,
pero no me merecen la pena más esfuerzo;
no me compensan personalmente.
Llámame egoísta. ¡Me llaman tantas cosas últimamente!

Liberada de esta estupidez
que dice que mi 25% de ayer no era mi 100%,
que a los 40 tengo más posibilidades 
de ser alcanzada por un rayo
que de encontrar el amor,
que soy lo que hago,
que tengo tantas probabilidades de aprobar el práctico
como de suspenderlo...
me pongo en marcha, al abcde%.
"Tal vez las paredes ladren y el techo empiece a correr",
y a mí me suena bonito. Así, sin lógica.
¡Que caiga "la bomba universal"!.
Yo sé "lo que me hace grande",
y no depende en absoluto de estadísticas,
aunque me haya caído más veces de las que he sabido levantarme.

De nuevo gracias a mis chicos de Vetusta Morla.
Me visto y me voy a conducir un rato,
a ver "qué asoma detrás",
con la canción sonando de fondo 
en el MP3 que llevo de fábrica instalado en mi interior.

lunes, 2 de mayo de 2016

Mentira


"Eres lo que haces"
¡Mentira cochina!
Me niego a aceptarla.
¡Ni loca!
¡Que le pregunten a San Pablo! (Rom 7, 19).
Yo tampoco hago el bien que quiero,
y hago el mal que no quiero.
Soy lo que soy, pese a lo que hago.
Soy lo que soy, pese a lo que no hago.
No sé qué tipo de idiotas inventan estas frases hechas.
¡Son mentira!
De la que hace daño, además.
Me enfadan enormemente.
Nada de lo que he hecho
cambia en nada mi esencia.
Ni el peor de mis pecados
puede evitar que yo sea lo que soy.
Quien mejor me conoce lo sabe.
Quien mejor me conoce 
cree seriamente en mi bondad.
Quien mejor me conoce, porque me ha hecho,
cuenta con todo lo que hago,
y le da la importancia justa.
Pródiga si queréis.
Pero HIJA.
Eso es lo que soy,
haga lo que haga.
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