Bueno, quizás no todo. Nadie duda de la infelicidad del rey del pop.
Aunque no envidio su desgraciada vida, me quito el sombrero ante obras de arte como esta que os cuelgo hoy. Y sigo dando vueltas a qué hace que una vida sea VIDA; descarto cuanto él tuvo. Les preguntaré a los niños de Nicaragua cuál es su secreto para ser felices... sin ser reyes.
