domingo, 18 de diciembre de 2016

Adviento

En casa ya se han encendido las 4 velas. Los restos del naufragio van encontrando su sitio, y el orden empieza a rodearnos. Fuera llueve. Dentro, Tesa sigue malita. Todavía más adentro, el pábilo vacilante no se ha apagado (Dios cumple sus promesas, siempre). El cansancio físico ya es menor. La música ha vuelto a sonar a ratos. Al final todo llega... también la cuarta semana de un Adviento que pensé que este año no encontraría su hueco entre tanta caja...

jueves, 15 de diciembre de 2016

Malita

Hola, soy Tesa y estoy malita. Tengo algo que me hace pupa en el culete, y van y me ponen una mampara en la cabeza, como si fuese una lámpara. Mi mamuchi me hace mimitos y me llama su bombillita de adviento, pero yo tropiezo por todos los rincones y no me hace ninguna gracia nada de todo esto. En fin... dicen que el martes, si todo va bien, ya me la quitarán. Entre que mi ma ha puesto el ordenador un poco alto, y que paso el día casi entero en casa de mi tita, ya no puedo escribir tanto como antes. Pero quiero que sepáis que, sin contar con lo de mi culete, por lo demás estamos bien. Os dejo una foto y un tierno lametón.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Lo prometido...

... es deuda.
A falta de la caja de adornos navideños, que no aparece por ninguna parte, ésta es la "corona" que hemos improvisado para lo que queda de Adviento. Y que en nuestro hogar jamás falte la Luz.

Cositas bonitas

Tesa está un poco enfurruñada porque quería escribir ella; pero como es tan buena, al final se ha conformado con paz.

Quería contaros algunas cositas bonitas que pasan en nuestro nuevo hogar. Y la que se lleva el primer puesto es que desde aquí escuchamos campanas. No sé qué iglesia será, lo investigaré (estas cosas sólo ocurren conforme te acercas al centro, ¿cierto?). El caso es que... ¡nos encantan las campanas!. También ocurre que, cuando empieza a anochecer, desde la ventana de mi salón se ve la luna: ¡una pasada!. Y que la casa es mucho más grande pero parece mucho más pequeña; probablemente porque todos los días viene la familia a vernos. Tesa ya no se queda sola casi nunca, cuando voy a Misa mi nuevo párroco al verme se acerca a saludarme sonriendo, en la calle hay silencio, y en el orden que vamos creando paz. Es cierto que todavía siento pena: es lo que pasa cuando acabas un libro con un final triste. Pero igual que se pasa de página se cambia de libro, y en eso estamos. ¡Y más de adviento que nunca! No ha aparecido la corona, pero presiento que hoy, al fin, encenderemos las velas. Prometo foto si sucede el esperado acontecimiento. ¡Feliz domingo a todos!.

PD: hogar es donde te entienden. Aquí una imagen perfecta del nuestro...

sábado, 10 de diciembre de 2016

¡Buenos días!

Hace ya mucha luz, pero mi mamuchi tiene un ataque de sueño que le está durando días. Se levanta, deshace y ordena dos cajas, y se vuelve a acostar. En fin. Si duerme es que está cansada, pero tambié tranquila. Le he pedido que haga la misma foto que el otro día pero con esa luz tan chuli que entra, y ha sacado ésta sin levantarse del sofá; así os hacėis una pequeña idea de lo bonita que está quedando nuestra casita. Espero que os guste. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Quien quiera encontrarnos...

... sabe cómo buscarnos.
Yo estoy en la gloria en mi casita nueva. Mamuchi ha dejado de llorar, y las cajas van desapareciendo poco a poco. Le he pedido que me haga una foto, enfocando la misma pared donde el otro día sólo estaba mi cunita. Mirad:


Pues aquí estamos. Familia y amigos, nos tenéis localizadas, ¿verdad?. Feliz lunes a todos. Tesa.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Sábado

Dice mi mamuchi que nuestra casita ya no está vacía del todo. Que lo primero que ha entrado en ella es una cunita para mí. Y le ha hecho una foto para que vea que es verdad. Aquí la tenéis:


Espero que hoy me lleve. ¡Tengo tantas ganas de olfatear el lugar donde vamos a construir nuestro nuevo hogar!

jueves, 24 de noviembre de 2016

Jueves

Hace fresquito. Me cuesta salir de la cama, pero lo hago por acompañar a mamuchi en su ducha y desayuno, y despedirla cuando se va a trabajar. Luego me vuelvo a la camita. Dentro de una semana, a estas horas, empezaremos la mudanza. Mientras intentaré dar a ma todo el calorcito canino que pueda. Ojalá alguien me lea y se anime a ayudar... Os dejo con otra foto que me he hecho, salen regular porque mis patitas no aguantan mucho peso y me tiemblan, pero espero que os guste. ¡Feliz jueves!. Tesa.

martes, 22 de noviembre de 2016

Las cajas

Angelito me pedía ayer una foto de la casa y del mogollón de cajas que nos invaden. Yo no hago las fotos muy bien, pero a lo mejor sirve ėsta, aunque se me haya movido un poco:


Mamuchi dice que con el camión para los muebles gordos, y con unos 12 viajes en coche, igual podemos llevarlo todo. Pero claro, nosotras no tenemos coche... Ma dice que con una furgoneta en 1 o 2 viajes estaría solucionado, y que ojalá le tocara la lotería, y luego se pone a llorar, creo que de agobio. Me huelo que lo que más le preocupa no es hacer esas cajas, ni luego deshacerlas, sino cómo trasladarlas. ¿A alguien se le ocurre la manera de hacerlo sin gastar más dinero?. Yo lo del dinero no lo entiendo en absoluto, porque yo lo pago todo con besitos y mimitos; pero ma cuenta papelitos de colores y se echa a llorar, y le he cogido una manía al dinero ése que no quiero verlo ni en pintura. No sé por qué tiene que formar parte del problema o de la solución de las cosas. A veces pienso que a lo mejor soy un poco extraterrestre, porque me pasa lo del Principito aquél del asteroide B612 que tampoco entendía nada...

lunes, 21 de noviembre de 2016

Lunes

Dentro de 10 días estaremos en la nueva casa. Yo todavía no sé cómo es, no he estado nunca. Ma vino ayer cargada con unas estanterías desmontables, y luego le costó un rato ponerse recta, y lloró. Espero que todo este esfuerzo que hace merezca la pena, y que cuando tengamos nuestro nuevo hogar esté contenta, porque yo me pongo muy nerviosa cuando la veo así. Me imagino una casa grande, llena de colores y de flores y de cosas bonitas, con muchas fotos nuestras por todas partes. Me imagino que la música vuelve a sonar (¡cuánto echo de menos la música!), y que la gente a la que más quiero viene a verme allí, meriendan, y me dan algo de picoteo (jejeje). No sé si habrá algún parque cerca: espero que sí. Así podré hacer amiguitos nuevos. La verdad es que yo estoy muy emocionada, no entiendo para nada por qué mamuchi está tan agobiada y triste. Las personas a veces me parecen un poco complicadas. Por otro lado, las dos cajas del mismo libro que trajo el otro día ya no son dos sino una; la otra ha desaparecido, y eso debe ser bueno, porque ma está contenta cuando mira la que queda y ve que se va vaciando. Ayer me dijo que mi dibujo es el que más le gusta a la gente, y me sonrió. Siempre que hago sonreir a ma se me mueve el rabito, ¿a vosotros no os pasa?. Os dejo, que mamuchi sale de la ducha y no quiero que me pille con el ordenador encendido; le da miedo que lo estropee, dice que es para trabajar... cosas de mayores. Esperad, que me hago antes una foto y os la pongo. ¡Feliz lunes a todos!

sábado, 19 de noviembre de 2016

¡Salgo en un libro!

Ya es de día. Entra luz por todas las ventanas, pero mi mamuchi sigue durmiendo. ¡Últimamente se cansa mucho!.

El otro día llegaron a casa dos cajas más. Las tiene encima de la mesa, porque por el suelo ya no caben, está todo lleno de torres de cajas. Ma dice que parece que vivimos en el almacén de Ikea; yo no sé qué es eso, pero me huelo que no me gustaría...

Bueno, pues en esas dos cajas nuevas había un libro. El mismo libro repetido un montón de veces. Y debe ser un libro importante, porque mamuchi se puso a llorar cuando lo vio. Yo no sé leer, pero ayer cuando me quedé solita lo miré con mucha atención, a ver qué tenía de especial, porque hemos hecho 54 cajas con libros y mi ma sólo ha llorado con éste. ¡Ohhhh!, ¿a que no sabéis qué?: ¡tiene una foto de ella con mi tito Juan Luis y otra de Angelito!. Y luego, mirando los dibujos... ¡hay uno mío! ¡y salgo muy guapa!.

Ma lleva dos días mandando fotos de ese libro por teléfono a todo el mundo, así que no creo que le importe que yo las ponga aquí. Mirad:


Eso es el libro por fuera. Y ahora mi dibujo, que está dentro:


¡Me encantaaaaaa! Me siento importante, ¡salgo en un libro!.

Os dejo, que ma se despierta y no quiero que me pille con el ordenador encendido. Voy a darle besitos. ¡Hasta luego!.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Holita

Hola, soy yo otra vez, Tesa. Mi mamuchi se enteró que escribí aquí ayer y no me riñó, así que sigo. Ėsta es mi foto:
Dentro de 2 semanas nos vamos a una casa más grande, y dicen que mucho más bonita; pero mamuchi sigue llorando, no sé por qué. A mí me hace mucha ilusión, aunque estoy muy nerviosa. Me arranco el pelo pero no lo hago adrede, y mamuchi me ha puesto una camiseta para que no lo haga que no me gusta nada, pero no me la sé quitar. Estamos muy solitas, nadie viene a verme y mami trabaja casi todo el día. Muchos ratos me aburro, pero como hay cajas por todas partes casi sólo puedo moverme de un sofá a otro, y eso no me gusta. Bueno, voy a dormir un poco más. ¡Hasta otro ratito!

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hola

Hola, soy Tesa. Mi mamá está regulín y no tiene ganas de escribir. Yo sí, aunque no lo hago muy bien. Ella llena cajas y yo juego con un plástico con bolitas que explotan, que me encanta. Tengo muchas ganas de que acabe el mes y ver la nueva casa. A veces mi mami pinta muebles, o llora, o duerme. Yo siempre estoy a su lado, calladita, pero a ratos me pone nerviosa verla así y me chupo las patitas o me arranco el pelo, y entonces ella me riñe mucho. Pero yo la quiero igual. Os dejo con un dibujo que me resulta familiar. Un lametoncito a todos.
Tesa.

martes, 11 de octubre de 2016

No sólo

"Ser valiente 
no es sólo cuestión de suerte".
Cierto, amigos de Vetusta.
A veces no te queda otra.
A veces marcharse se impone y punto.
Y la suerte no es ser valiente:
la suerte es encontrar un dónde.

martes, 27 de septiembre de 2016

Sociópatas

¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Yo tampoco, Iván.
A veces pienso que ser un poco sociópata
es muestra se salud mental...

domingo, 11 de septiembre de 2016

¡Sálvese quien pueda!

Puedo volver, dar marcha atrás,
y tirar por la borda todo el camino recorrido.
Puedo callar, no decir nada,
guardarme dentro los gritos hasta que quieran estallar.
Puedo forzar la realidad, decirme a mí misma
que las cosas no son lo que parecen, aunque lo sean.
Puedo doler, hacer que otros por mí se sientan mal,
y depende de a quién le duela, dolerme a mí también por doler.
Puedo arrasar, coger todas las cosas a las que doy valor
y formatearlas, antes que lo haga otro sin derechos 
y me arrase a mí también con/en ellas.
Puedo sentir que no doy mas, que el esfuerzo me ha agotado,
que he llegado al tope de lo que soy capaz de hacer.
Y así es, si me olvido de por Quién y con Quién hago las cosas.
Puedo escurrir, tender y poner a secar mi pañuelo
y dejar que se pierdan mis lágrimas, negándoles su valor.
Puedo pasar, sí: dar otro paso
o pasar de largo sin más, por evitar sufrir más.
Puedo fingir que me da igual, que no importa,
que estoy acostumbrada, que es más de lo mismo.
Aunque cada dolor, como cada pecado,
-aunque sea en lo mismo-, es único en sí mismo.
Puedo incidir, insistir, reintentar, esperar,
apretar, meter quinta, decirme que "esta vez sí".
¿Por qué no?
Puedo escapar, salir del laberinto, 
renegar de mis círculos concéntricos 
y exigirle al Cielo una puerta de salida ya.
Puedo partirme y negociar la otra mitad,
y olvidar en el pasado a la que se dejaba llevar
y comenzar a ser la que pone condiciones.
Porque no todo vale. Para mí no. Ya no.

Puedo romper. De hecho... ¡quiero romper!;
para empezar, todos y cada uno de los espejos de mi casa.
Puedo olvidar, y no como un problema de memoria
sino como una decisión de la voluntad.
Puede comerme la ansiedad, 
mañana, tarde, y noches eternas.
Y añoro el día en que no sea así.
Puedo salir: me parece que ya es de día.
Puede que fuera de estas cuatro paredes haya vida...
Puedo girar, por ejemplo 45º,
y cambiar de dirección, a ver qué me encuentro.
¿Por qué no?.
Puedo ser fácil de engañar; yo, que odio la mentira.
Incluso puedo dejarme engañar adrede por no discutir,
por cobarde.
Puedo joder, y si te jode jódete.
Y no, esta vez no pido perdón.
Puedo encantar, y si te encanto yo encantada.
Si te encanto, quizás tú seas el especial.
¡A Dios le encanto!
Puedo llamarte sin hablar, y puedo hablarte sin llamar
a solas, sin molestar.
Total, ya lo decía el Principito:
"Las palabras son fuente de malentendidos".
Puedo vencer, salir de ésta y subir otro escalón.
Puedo palmar, caer desplomada de puro agotamiento,
y que Dios juzgue mi rendición con justicia y misericordia.
Puedo saber que sin vosotros puede más,
puede que llegue a más, que yo sola me aclare más;
puede que sin tantas zancadillas corra más,
y puede que también la soledad me duela más...

Puede ser que mañana esconda mi voz,
por hacerlo a mi manera;
¡estoy tan cansada de dar explicaciones!
Soy rara, friki, fuerte y débil, lista y tonta,
río y lloro, canto y callo:
pero no es eso lo que me hace sentir diferente. Es que...
¡hay tanto idiota ahí fuera!.
Puede ser que haga de la rabia mi flor,
y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!
Yo, desde luego, pienso intentarlo.

Puedo torcer, malinterpretar, equivocarme,
girar el volante en dirección contraria a la que quiero ir,
desenfocar el tiro, hamartía, pecar...
Puedo lanzar bien lejos de mí ese error,
con la invencible ballesta de la Cruz...
¡y a ver quién puede más!.
Puedo perderme en la obviedad que todos ven,
y creer que soy sólo eso:
un desastre físico, un desastre laboral, un desastre económico...
Puedo servir también, por encima de esas obviedades aparentes,
y resultar importante para el Plan de Alguien,
aunque ni yo misma imagine por dónde puede ir el asunto.
¿Por qué no?.
Puedo cansar con todo este rollo.
Lo siento si os aburro.
Me lo han mandado de penitencia,
así que aquí queda, y queda como queda.
Aunque aún os queda lo mejor:
¡escuchar la canción!.
Yo me apunto.
Grandes, enormes, el mejor directo de este país,
con todos ustedes: Vetusta Morla.
Le doy al play, agrando pantalla y...
¡sálvese quien pueda!.


Vetusta Morla, "Sálvese quien pueda".

martes, 6 de septiembre de 2016

Un poquito más todavía

Tened paciencia conmigo y dadme un poquito más de tiempo todavía para coger la marcha de nuevo aquí. Ya he firmado contrato con una editorial, y estoy dando el último repaso a mi libro "Un Dios que no duerme" para mandarlo a enmaquetar. Entre trabajo, médicos, casa y cosas tengo muy poco tiempo libre, y ahora mismo debo dedicárselo todo a este proyecto, a ver si puede estar en vuestras manos antes de Navidad. Mil gracias por vuestro apoyo y comprensión.

viernes, 2 de septiembre de 2016

De 10

Los mios nunca me fallan. Su atención a mis necesidades me conmueve. La mayoría están ahí conscientemente; otros aparecen en el momento oportuno como por casualidad. Igualmente me siento agradecida...

Ayer, 1 de septiembre, empezó siendo un día duro de vuelta a un trabajo frustrante, precedido de una noche amarga. Y acabó lleno de buena música, de palabras precisas, de emociones profundas. Salió Enrique al escenario a ofrecerme "esa canción que repare tu corazón en el momento peor que hayas conocido". Y sí: fui y soy muy consciente de que tengo un montón de "suertecita"*. La magia que se vislumbra en la foto de anoche que os cuelgo a continuación, que no hace justicia ni de lejos a lo que estaba pasando en vivo y en directo, me la vino a regalar el maestro del rock en español justo ayer, 1 de septiembre. No, no creo en las coincidencias. Todo es bastante previsible, incluida yo. Y como soy profe, le pongo un 10.


* Enrique Bunbury, "Que tengas suertecita".

lunes, 29 de agosto de 2016

Un poco más

Aunque ya tengo varios libros a la venta, siento que el deseo de ser escritora que hay en mí desde que me recuerdo es un sueño todavía no cumplido que me resisto a abandonar.

Hace más de 5 años, cuando empecé a escribir "Un Dios que no duerme", me lo tomé como un mero pasatiempo, una recopilación de buenas entradas de este blog con algo más de forma literaria. No imaginé que me iría enamorando de sus páginas hasta poder afirmar -con cierto orgullo, lo confieso- que este libro es lo mejor que he hecho en mi vida hasta ahora.

En estos momentos en los que distintas empresas de autoedición andan haciendo presupuestos y planteándome sus ofertas, siento que lo imposible está mucho más cerca, casi casi a la vuelta de la esquina. Y tengo una emoción desbordante, como si estuviese a puntito de ofreceros lo mejor de mí, para Gloria de Dios; y como si eso diese sentido a muchas cosas que en su momento parecían no tenerlo.

Quizás este septiembre sea especial, y pueda poneros aquí el libro a la venta. O tal vez en octubre, ¿quién sabe?. Sólo sé que lo que parecía imposible sólo va a tardar un poco más. Y espero que el Señor mire mi trabajo, que es mucho más nuestro que mío sin duda, y sienta también cierto orgullo de esta niña tonta suya que anda buscando, en la noche y perdida entre palabras y borradores, a ese Dios que no duerme...

domingo, 28 de agosto de 2016

Ya está en el horno


A falta de editor con visión de futuro,
en plena crisis, y pase lo que pase,
está terminado y en el horno,
a puntito de salir.
Aquí mi joya.
Lo siguiente: plantar un pino.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Mi última certeza

Estoy pasando por una etapa difícil de explicar. Yo que siempre he sido bastante rígida en algunos planteamientos, afirmando que lo blanco era blanco y lo negro negro y punto, ahora me sorprendo interiormente desconcertada. Porque digo que algo es blanco y siento que no miento, y digo a la vez que es negro y tampoco. Miro a mi Tesa y la veo gris, pero si me fijo mejor y más de cerca, distingo en ella también pelitos blancos y negros perfectamente combinados. Empiezo a pensar que a veces las personas no me engañan; simplemente cambian de opinión, porque van aprendiendo cosas. Y si eso es así, no toda traición es traición y punto. Esto como ejemplo, pero me ocurre con más cosas. Me veo menos firme, menos rígida, y eso también me hace sentir a la vez bien y mal, inestable y avanzando. En fin, un lio de esos bien organizados que a veces nos monta el Señor. Pero como Él me conoce bien y sabe que estas cosas me ponen nerviosita, me ha regalado una certeza absoluta últimamente, que me ha venido en forma de la imagen  que os pongo a continuación, pero de la que además estoy teniendo una experiencia muy clara estos últimos días:

martes, 23 de agosto de 2016

Perdón por el taco pero...

... así es:

Y además soy una gran guerrera: lucho a saco. Y una princesa, hija del Rey. Y mis amigos son los mejores del mundo entero y parte del extranjeto. Y mi Tesa la más buena, y mi Hadasita la más dulce y lista. Y la voz de Dios me habla hasta por pen drive o enlaces via whatsapp. Y tantísimas cosas de las que no me entero o que doy por supuestas, inconsciente de mí igual que soy inconsciente de la mayoría de mis pecados ("absuėlveme, Señor, de lo que se me oculta"*). Vivo, entre el silencio y mil palabras, y -lo confieso- cierto dolor de tripilla ya por la vuelta al cole. Pero hoy, con taco y todo, me miro desde cierta distancia y creo que en verdad es justo dar gracias al Buen Dios siempre y en todo lugar. AMĖN.

*Sal 19,12.

lunes, 22 de agosto de 2016

De vuelta

Voy a intentar superar la pereza que me da escribir últimamente (aunque no he parado con la corrección de mi libro, que espero terminar en breve). También trataré de buscar qué decir, aunque de entrada me dé la sensación que no tengo nada que contar. Voy a ponerme y retomar esta página, porque me hace bien y punto; aunque me cueste, aunque no tenga más motivación que ejercitarme en buenos hábitos.


Puedo decir que este verano ha sido largo y corto, aburrido e interesante, duro y motivador. Por un lado, me alegro que acabe; por otro, necesito quizás otras vacaciones para descansar de verdad, incluso de éstas que finalizan. De fuerzas voy regular, de ánimo progreso adecuadamente. Me he movido bastante poco físicamente, pero un montón espiritualmente. Ha habido tanto lágrimas de ahogo como de consuelo, y momentos de Gracia muy evidentes. Y todavía me queda algo más de una semanita para cargar batería. Así que lo dicho en la imagen: a respirar hondo y seguir. Besitos a todos y feliz lunes.

lunes, 15 de agosto de 2016

8 añitos...

... cumple hoy nuestra Tesa.
8 años regalando amor, día tras día.
8 años de fidelidad y de felicidad.
¡Eres muy grande, peque!
¡Muchísimas felicidades!
¡Y que cumplas MUCHOS más!

sábado, 6 de agosto de 2016

Derivas (II)

No puedo escribir. No encuentro wifi en mi deriva...

lunes, 1 de agosto de 2016

Derivas

En estos días "raros" en los que las palabras, entre otras cosas, no me salen, entre escribir y no escribir he optado por la música. Porque...


Y haciendo memoria de lo que pasó hace menos de un mes en Barcelona, he echado un vistazo a lo que se ha subido a la red sobre el concierto de Vetusta Morla. Y me quedo perpleja viendo cómo Pucho, pese a los evidentes problemas de sonido (no se oía él mismo, se escuchaba más al público que su voz, tuvieron que cambiarle 3 veces de micrófono, no le iba la petaca, en algunas canciones no se le escuchaba absolutamente nada de nada...) decidió seguir dándolo todo, cantando, bailando, metiendo pasión que es lo que le sobra. Su enfado era más que palpable, pero no nos dejó tirados ni un momento... y por supuesto nosotros a él tampoco. Donde no llegaba su voz gritaba la nuestra.

Deriva... La RAE la define como "Abatimiento o desvío de la nave respecto del rumbo establecido, por efecto del viento, del mar o de la corriente". Y ellos le ponen letra y música y cantan "Habrá que inventarse una salida. Que el destino no nos tome las medidas. Hay esperanza en la deriva". Y como ejemplo, el vídeo que os pongo de aquella noche. Y al Buen Dios le pido que me enseñe a mi también, en mis derivas, a seguir en pié, cantando, bailando y ofreciendo al mundo lo mejor que Él ha puesto en mí. 

miércoles, 27 de julio de 2016

¿Pirata?

Si hay un tesoro escondido; si existe una "X" que marca el lugar; si la Palabra es cierta y la promesa se cumple... yo quiero ser ¡pirata!.

Si existen la Paz, el Consuelo, el Descanso, el Amor, la Felicidad, así, con mayúsculas; y si además son bienes al alcance de mi bolsillo, ¿no los comprarė?. ¿O lo que tengo ahora vale más?: un trabajo que detesto, pero que me da para comer; el cariño de cuatro o cinco personas que llevan nosecuantísimos días sin preguntarme cómo estoy; una casa que no es mia; una libertad que oculta la soledad que prefiere quien sabe lo que es estar mal acompañado; un perrita que me come a besos ocurra lo que ocurra; un montón de desengaños, de decepciones, junto a algún bonito recuerdo al que agarrarse para no llorar; círculos viciosos, pescadillas que se muerden la cola, defectos dominantes; un futuro incierto del que ya sólo deseo que traiga estabilidad y que ya no vaya a peor...

¿Es esto lo que tengo? ¿Y todavīa soy tan estúpida como para agarrarme a ello cual Gollum con su anillo, cuando el verdadero tesoro está justo ahí, a un "déjalo todo y sígueme"?.

La perla de gran valor está en el fondo de mi piscina; es tan grande que la veo desde aquí fuera. Y yo que quisiera ser pirata no me atrevo ni a meter los pies... ¿Mi morralla a cambio de un tesoro? ¿Me atreveré a pujar y que sea literalmente lo que Dios quiera?. "Desafiando el oleaje, sin timón ni timonel, por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje..."*.


Sabina, "Peces de ciudad".

martes, 26 de julio de 2016

En silencio

No tengo nada especial que decir. Callo, para no inventar, por no rellenar porque sí, y porque no encuentro palabras. No estoy haciendo nada en concreto, y confieso que la soledad de estos días me está gustando bastante. Sí pienso: pienso en el sacerdote asesinado degollado hoy en Francia. Pienso en todos los cristianos que han muerto por su fe este año en distintas partes del mundo. Pienso en Santo Tomás Moro y en San Juan Fisher. Los admiro, los envidio, los entiendo. Pienso que no es coincidencia que tantos males se sucedan en momentos en los que las personas se alejan de Dios, y doy gracias al Señor que en esos mismos momentos inspira a personas valientes para que vivan una santidad heroica que nos anime a mantenernos firmes. Pienso en Cristo, en su Pasión, en su Cruz, y en el valor de su Redención tan firme, pese a las apariencias y a que no sea una actualidad televisivamente relevante. Miro la inocencia en los ojos de mi Tesa, y pienso en la vida de la gran Santa de Ávila en la que se inspira su nombre, y me estremezco, y me siento ¡tan pequeña!, diminuta... Me pregunto en cuántas cosas debo estar equivocada; incluso me da vergüenza confesar que me escandaliza imaginarme las playas llenitas de gente absolutamente inconsciente de todo tostándose al sol como chuletas de carne a la parrilla, sin alma. Me da vergüenza juzgarlos yo, que estoy llena de pecados y cargo con un corazón tibio. Y ya que no puedo llorar, ruego al Buen Dios con las pocas palabras que me quedan que no se olvide de esta su pobre sierva, que tenga misericordia de mí y del mundo entero, que venga a nosotros su Reino, y que acepte mi silencio como predisposición a acoger su Palabra de Vida. Amén.

jueves, 21 de julio de 2016

El pollito



Me ha hecho mucha gracia la imagen. ¡Me siento tan identificada! Tal vez sea ese corte de pelo de estilo indefinido o ese culete redondete, pero creo que yo, vista desde atrás, ahora mismo me parezco bastante al pollito. Por otro lado, lo veo tirar hacia adelante, quizás sin tener demasiada idea de a dónde va -no parece en la foto que haya nada diferente más allá-, pero con una decisión que le hace... no andar, ¡correr!; ¡incluso volar un poquito, aunque todavía no sepa!. Y esa también soy yo. No se le ve intención de dar marcha atrás. Lleva una zancada decidida. Y no hay ninguna sombra de otros pollitos cerca: parece que va solo... parece. Algo le ha empujado a lanzarse al camino: ¿quizás una palabra? ¿tal vez una canción? ¿una necesidad de búsqueda de alimento, de saciar una sed, de... hacer pis? ¿un anhelo de cambio, de novedad; o un agotamiento por puro estancamiento? A lo mejor simplemente se ha perdido, y anda buscando seguridad. Quizás ha reconocido unas plumitas familiares delante y corre hacia ellas, hacia el encuentro con el/los otros. ¿Quién sabe?: yo, todavía, no. Pero me gusta la imagen, porque vista desde atrás, ahora mismo me parezco bastante al pollito...

lunes, 18 de julio de 2016

La paz

Ese bien que tanto anhelamos. "Busca la paz y corre tras ella" (Sal 34,15).

He estado dando vueltas a cosas que pensaba que me producían paz: como acariciar a mi Tesa, escuchar buena música, poder dormir 7 horas seguidas... Pero en realidad no es paz lo que consigo con esto, sino tranquilidad. Y la tranquilidad es muchísimo más efímera que la paz. Así que he seguido investigando el tema, y me ha saltado en la oración la Palabra con este versículo de Isaías: "Señor, Tú nos darás la paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas Tú" (Is 26,12). Y ahí sí, ahí creo haber encontrado la clave...

Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, más allá de nuestros proyectos personales y nuestras expectativas sobre ellos, al final -por caminos más rectos o más torcidos- la Providencia hace de las suyas, y nos ayuda a sacar adelante aquello que más nos conviene. Si creemos de verdad que solos no podemos nada, que toda nuestra fortaleza es prestada, que Dios es especialista en sacar de los males bienes, y que nuestras empresas están en manos de su Santísima Voluntad, ¿no acaba ahí la búsqueda de la paz? ¿no es eso todo lo que necesito saber para estar segura de que todo va bien?. 

Por encima de mis buenas intenciones, más o menos acertadas; más allá de los movimientos en el tablero de mi vida de quienes sé que no están interesados en mi bien personal; si sé que la norma de lo que va siendo no es una norma fija, puesto que no hay leyes ni pasados ni experiencias que Dios no pueda cambiar a su antojo como le dé la realísima gana y en cualquier momento... ¿de qué temeré? ¿por qué me impaciento? ¿qué puede quitarme el sueño? ¿qué puede darme más paz?. 

Hace dos días agarré la tijera y me hice un desastre en el pelo, motivada por el exceso de calor, de esos que hacen historia. Me miro al espejo y me muero de risa (hace pocos años me habría puesto a llorar, y habría salido corriendo a comprarme un sombrero que cubriera el destrozo catastrófico que me he hecho yo solita, jajaja). Y hoy pienso: quiera yo o no, no hay nada que pueda hacer para evitar que mi pelo vuelva a crecer, incluso mientras duermo, sin prisas pero sin pausa. Dios me va a arreglar los trasquilones en cuestión de días. Y si algo tan intrascendente como unos pelos cuenta con Él detrás, ¿quién (aquí va un taco) va a poder convencerme de que las cosas realmente importantes de la vida no tienen al Señor de su parte para salir adelante?. 

Tú nos darás la paz, sí, porque todas nuestras empresas nos las realizas Tú; las que no salen, o no merecían tanto la pena o no eran para bien; las que tienen que salir, lo hacen aunque Tú tengas que meter mano y enderezar lo que nosotros andamos torciendo con nuestra torpeza pese a las buenas intenciones; y lo que ni imaginamos, que es lo mejor de todo por ser Plan Tuyo sin más, no sólo nos dará la paz, sino una alegría que nada podrá superar. Así que amén, amén y amén. Y en paz.

miércoles, 13 de julio de 2016

Despertando

Aun estando dentro de la burbuja espacio-temporal en la que la música en directo suele sumergirme de forma automática y con duración indefinida, y pese a que me da la sensación de estar moviéndome en un plano diferente al de la gente que re rodea, sin conseguir pisar la acera, sin gravedad, sin que puedan llegarme las interferencias que rebotan contra la impermeabilidad de mi burbuja mágica, aquí dentro el silencio se alterna con el sonido; y hoy reconozco los acordes de una canción con un mensaje muy claro: "Despierta". Confieso varias cosas: que cuando la escuché por primera vez no me dijo nada. Que cuando puse el disco de "Palosanto" en mi casa no lo entendí ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera; me costó bastante más. Los discos de Enrique son mundos a veces demasiado intensos para escuchas rápidas o superficiales. Pero cuando pude oírlo en directo, me pareció una caña el toque roquero que le había metido al espectáculo y le puse un 10. Aunque he tenido que esperar hasta HOY para que la canción me hablara. Son los kairós, los tiempos de gracia que no tienen demasiado que ver con los de los calendarios y los relojes. Fueron sus ojos mirando a los míos fijamente los que me hicieron darme cuenta de hasta qué punto estoy despertando estos meses. Despertando de cuentos de hadas que jamás se harán realidad y ni falta que hace, y de pesadillas que -si fueron reales en algún momento- ahora ya no importan. Me siento distinta porque soy distinta; quizás las cosas no hayan cambiado demasiado, al menos no para bien. Pero yo sí. Mi actitud sí. No sé si desde ahí fuera podréis escuchar lo que yo oigo aquí dentro: por si acaso, y como secundo al 100% la canción, os la cuelgo para deleite y disfrute de los que saben escuchar entendiendo que el buen rock es mucho más que música...

domingo, 10 de julio de 2016

Reseña de conciertos

Desde primera fila se ven cosas que pasan desapercibidas, o que no pasan, cuando ves las cosas desde atrás. También es cierto que se escucha peor, pero a veces hay que tomar postura por una prioridad. A mí, en primera fila, Enrique me miró: dos veces. Y ninguna de las dos cosas que dijo mientras me miraba me dejó indiferente. Me cantó "que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reír, y que el único que te importa es este pobre infeliz"; y así es. Después de unas cuantas canciones más, todas de un nivel cañero muy bien seleccionado, se acercó y me volvió a mirar diciendo: "Hoy te sientes distinto porque eres distinto; lo que fue siempre lo mismo hoy cambió. Permanecía oculto en ti, y ahora está tan claro"... Y ahí confirmé lo que ya sabía: que tiene un don para leer mi alma, que me conoce a la perfección, aunque era la primera vez que me miraba y sabía que yo existía. Yo a eso lo llamo magia. ¿Algo malo del concierto?: lo que tiene estar en un festival, que el tiempo es limitado. Y yo que estoy acostumbrada a bises de más de una hora, con sólo hora y media de concierto tuve la sensación de haber visto un trailer de lo que me espera en septiembre.



Vetusta Morla me dieron una lección de las importantes. Su concierto fue, acústicamente, un desastre. Tres veces le cambiaron el micrófono a Pucho, y no hubo manera de hacerlo funcionar. Ni os cuento lo que imagino que debe ser para un grupo que no se oiga la voz del cantante... su cara lo decía todo. Sus ganas de rendirse y marcharse eran más que evidentes. Pero no lo hizo: todo lo contrario. Sí tiró la petaca, los cascos, incluso al final el puñetero micro: pero no dejó de cantar ni un momento, con una garra brutal que sólo escuchábamos los de la primera fila. Y nosotros cantamos con él, como él, a todo pulmón: de manera que al final la voz que se escuchaba era la de los miles de personas que allí estábamos, sintiendo que sus canciones eran también las nuestras, que "ser valiente no es sólo cuestión de suerte", y "puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera: ¡hay tanto idiota ahí fuera!; puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera: ¡sálvese quien pueda!", y que "el fuego lo guardo yo"... Y aprendí que no hay que rendirse, que hay "días raros" en los que las cosas salen inexplicablemente mal, y aun así merece la pena echar el resto, desbordar de pasión, incluso salir a hacer un bis fuera de tiempo por puro amor y agradecimiento a quien nos ve, desde delante o desde arriba, cada cual elija lo que más le importe. Cuando se estaban despidiendo, Álvaro (el bajista, que estuvo interaccionando conmigo todo el concierto) me miró agradecido; y le enseñé la camiseta que llevaba puesta, madeinjorge, con "Vetusta mola"; y sus gestos de agradecimiento y de llevarse el mensaje en el corazón me recordaron lo importante que es el reconocimiento al trabajo bien hecho, pese a los resultados. Lo que he escrito en otras ocasiones: no somos  lo que hacemos, gracias a Dios, sino cómo lo hacemos, lo que motiva lo que hacemos. Un 10 para mis chicos, y trillones de mensajes de queja a la organización del Cruilla por tratar así a artistas de una talla tan enorme.


Yo ya sé lo que os hace grande, ya entiendo "el cómo y por qué". Gracias a ambos por una de las noches más mágicas de mi vida. Conforme vaya bajando mi nivel de adrenalina seguiré repasando momentos y tomando nota de todas las cosas que me enseñáis con vuestra música. Un placer haberos escuchado en persona para variar, a vosotros que resonáis en mi salón y en mis cascos en diferido continuamente. ¡Y que sean muchas veces más!

viernes, 8 de julio de 2016

Probando sonido

En dos horas estaré subida a un bus camino de Barcelona, y en 10 metida entre 200 mil personas, dispuesta a disfrutar de los dos conciertos más bestiales de este año en nuestro país. Uno detrás de otro. Bunbury y Vetusta Morla. Anoche Enrique estuvo haciendo pruebas de sonido en el escenario, y nos ha colgado una foto para ir abriendo boca:


Para mí no sólo es un placer en grado máximo: es mucho más. Es un premio de fin de curso bien merecido. Es una recompensa que me concede Dios a un esfuerzo del que sólo Él es plenamente testigo. Es un "todo llega", un "vale la pena", un "sigue adelante" un "tú puedes", un "vamos allá", un "estamos en el buen camino".  Os diré que todavía estoy en mi casa y ya empiezo a hiperventilar de la emoción. Si hubiese podido pedirle al Señor un regalazo para este fin de curso, en mis sueños habría sido exactamente éste. Es de mi gusto al 100%. Después de todas las lágrimas que me ha visto derramar tantas noches en silencio, y de las que sólo Él ha sido testigo, hoy me verá llorando a moco tendido de puro gusto, con la música a unos decibelios indecentes, acompañada en persona por aquellos que ponen letra a lo que lleva mi alma y yo no sé expresar. Y me imagino que, de alguna manera, a Dios le va a gustar el espectáculo tanto como a mí... aunque sea por motivos distintos... Me voy con mis cascos puestos, probando sonido. A la vuelta os cuento.

miércoles, 6 de julio de 2016

¿Zona de confort?

Yo debo ser cortita o algo. Porque no tengo ni idea de qué es en realidad una zona de confort. Sí sé que es una expresión que debe estar de moda, porque la escucho en todas partes. Es una continua llamada a salir de esa zona para ponerse como a tiro para que te ocurran otras cosas diferentes, nuevas. Imagino entonces que hace referencia a un lugar o estado donde la persona se siente segura. Si se trata de eso, mi pregunta es: ¿existe realmente la zona de confort?; porque yo desde luego no la tengo. En cualquier momento, sin saber de dónde, me puede venir un hachazo. Hasta sentadita en el sofá de mi casa tranquilamente, en cuestión de minutos puedo llenarme de urticaria entera. La gente entra y sale de mi vida sin importarle un pimiento el destrozo que su presencia o su ausencia me pueda ocasionar. A nivel laboral, la incertidumbre y la inestabilidad es el pan nuestro de cada día. Dios hoy habla y mañana calla, y no sabes nunca por qué hace ninguna de las dos cosas. Planifico el mes en una pizarra para poder ir borrando y cambiando todo de forma continua, a veces de hoy para hoy mismo. Me da miedo ilusionarme con algo, porque es todo tan probable como improbable.  En fin: si es cierto que


mi vida es magia pura. Y me temo que así va a seguir siendo, hasta llegar a la única Zona de Confort que creo que existe realmente, y que desde luego no está en esta vida. Y aun así, dando por supuesto que sólo los brazos del Buen Dios son una auténtica zona de confort, allí la magia tampoco dejará de suceder. Quizás esta vida incierta sea eso: un entrenamiento para la sorpresa, para el regalo, para la gran aventura de la gratuidad inesperada e inmerecida del Amor. Visto así, voy a cerrar el ordenador; igual resulta que funciona el ascensor y llega puntual el autobús, y a ver qué como hoy: nunca se sabe, así que ¿por qué no divertirme descubriéndolo?

martes, 5 de julio de 2016

Emociones expresadas

Hace unos días os pedí ayuda para completar un listado de emociones y sentimientos, y por lo visto o nadie me leyó o nadie conoce más emociones de las que conozco yo, porque la respuesta fue bastante poco enriquecedora. De todas maneras no me dí por vencida, y buscando en internet me hice mi propia lista actualizada. 

Dicen que las emociones se empiezan a superar cuando se empiezan a expresar. Yo voy entendiendo un poco de esto. Sólo en parte, puesto que hay emociones en mí que no quiero superar, sino incluso fomentar. Y porque cada vez soy más celosa de custodiar mi intimidad, y de no dar explicaciones a quien no me da la gana darlas, que es al 97% de la gente que me rodea.

Aun así, a día de hoy puedo decir así, sacado de contextos que no quiero contar, que siento agradecimiento, alivio, ansiedad, confianza, curiosidad, decepción, desencanto, duelo, esperanza, firmeza, flexibilidad, fragilidad, frustración, impaciencia, incomprensión, inestabilidad, inseguridad, interés, miedo, motivación, pudor, rabia, resignación, tenacidad, valentía, vergüenza... Una mezcla interesante, ¿verdad?. No sé dónde meter más esfuerzo: si en superar las emociones que no quiero o en potenciar las que sí, que de entrada pongo en negrita porque merecen ser resaltadas. Mis "doctores honoris causa" me ayudarán a discernir adecuadamente. Dios, que lo está viendo TODO, nos dará la luz necesaria para que este cuerpo invadido de emociones -entre otras muchas cosas- que os escribe, deje de doler.

lunes, 4 de julio de 2016

Hora de volver a empezar


Un poco de buena música con muchísimo buen rollo 
para empezar el último lunes de este curso.
Primero, porque me apetece un montón.
Segundo, porque ya hacía días 
que no os hacía pegar botes.
Tercero, porque este viernes estaré entre el público 
en Barcelona, escuchándola en directo;
y me sirve de aperitivo de lo que promete ser 
una bomba adrenalínica de primera categoría.
No sé qué estaréis haciendo vosotros 
a las 2 de la madrugada el 8 de julio:
yo estaré paseando por Saharabbey Road con Vetusta Morla.
Fantástico regalo de cumple, con unos días de retraso:
sin duda "es hora de volver a empezar".
Ya me diréis después si se me oía desde aquí mi lalalalalalalala...

sábado, 2 de julio de 2016

"Un año más...

o un año menos que dolerse
de esta herida y de esta luz",
que dicen mis amigos de Vetusta Morla.
Me he despertado llorando;
no sé si por el horror de año que dejo atrás
o por el miedo a que el que empieza 
tampoco esta vez sea mejor.
Ya no me atrevo a soplar las velas y pedir deseos:
nunca se cumplen. La experiencia se impone.
Aun así, al levantarme de mi cama
lo primero que he visto entre mis lágrimas
ha sido esto:


Y al final no he podido evitar sonreír.
¡Mil gracias, Tesita!
Sé que este año también ha sido especialmente duro para ti,
porque tu vida está inseparablemente unida a la mía.
Pero mira, ¿sabes?, todavía seguimos en pie.
Y aunque no vayamos a tener fiesta,
ni tarta, ni abrazos, ni regalos, ni nada de lo convencional
(nosotras nunca hemos sido convencionales, pequeñaja)
acabo de decidir una cosa:


¿Te parece buen plan?
Visto lo vivido hasta ahora, no puede ser demasiado difícil...

viernes, 1 de julio de 2016

En proceso

Que no esté publicando no significa que no esté escribiendo. A mi libro le han crecido casi 90 páginas... Roza ya las 300. Que salga es uno de mis grandes sueños, y me estoy tomando bastante en serio hacer lo que esté en mis manos para que se cumpla.

Cuando corriges cosas que escribiste hace unos 5 años y añades otras que salieron de ti en los últimos meses, darse cuenta de que ya no estás donde estabas es relativamente sencillo. Es cierto que haber vivido lo que he vivido (escribir es también vivir) me ha enseñado cosas gracias a las cuales ahora estoy en situación de escribir lo que escribo. La evolución es un proceso. Yo, hoy...

martes, 28 de junio de 2016

Listado de emociones

Me mandan hacer un ejercicio para distinguir lo que en mí son pensamientos de lo que son sentimientos y emociones. Imagino que habrá cierta diferencia entre pensar que todo es un enorme mondongo y sentirse triste; o a lo mejor son causa-efecto, no lo tengo claro todavía. Si aprendo algo interesante al respecto prometo compartirlo.

El problema viene a la hora de poner nombre a las emociones. Porque, al menos yo, estoy más acostumbrada a hablar de lo que pienso que de lo que siento; y me falta vocabulario, mucho muchísimo. ¿Me ayudáis a hacer una lista?. Empiezo yo:

- Emociones negativas: tristeza, desánimo, decepción, frustración, rabia, impotencia, desesperanza, vergüenza, miedo, preocupación...
- Emociones positivas: alegría, esperanza, ilusión, calma, entusiasmo, seguridad, satisfacción...

¿Se os ocurren más?. Agradezco aportaciones...

lunes, 27 de junio de 2016

Empezar de nuevo


Así que, después de la resaca de las elecciones de ayer
y de la incertidumbre sobre a dónde nos llevarán;
mirando el plan de trabajo para esta semana
que es un batiburrillo de acciones que no me competen;
con mi cuerpo haciendo de las suyas,
que a estas alturas ya parece haber perdido toda lógica
y merecer ser un capítulo nuevo de House;
a menos de una semana de mi cumple,
y sin querer todavía hacer balance de los daños
que ha ocasionado mi último año de vida;
con una perspectiva de vacaciones reales de unas 16 horas,
y sin tener ni idea de qué hacer con el resto del tiempo;
estando en éstas, va y de golpe me cae un lunes.
Pero mira: resulta que me importa todo un pimiento.
Sorpresa, para mí la primera.
Después del rojo el semáforo pasa a verde;
y quizás me pierda, porque no sé muy bien adónde voy.
Pero meto primera y suelto el embrague,
y el coche vuelve a rodar, en principio adelante.
Empiezo de nuevo a circular
con la única certeza de que, si lo hago,
es porque Dios es gasolina. O diésel, depende.
Y me voy a la ducha sonriendo,
pensando que tal vez le haga gracia
que una licenciada en Teología lo defina así.
¡Hala, a ver si hay suerte y esta vez
no empezamos en Malilla y acabamos en Pinedo!
Y si al final parece no haber salido bien,
todavía mañana podremos empezar de nuevo.

viernes, 24 de junio de 2016

Lo que nos decimos

Un pensamiento interesante:


A veces el peor de nuestros enemigos está en nuestra cabecita.
Esos monólogos interiores, en ocasiones tan crueles.
Interpretaciones, al menos la mitad de las veces irracionales.
A ver si acepto de una puñetera vez
que no soy la responsable del hambre en Camboya,
ni de la falta de conciencia con la que actúan algunos jefes,
ni de que, probablemente,
las segundas elecciones nos lleven a unas terceras.
Que el pasado, pasado está.
Que las decisiones tomadas las tomé por algo,
y mis motivos tienen valor y valores.
Que el futuro es Providencia.
Que lo que opinen los demás está de más.
Sí: a ver si aprendo de una vez por todas a decirme
otras cosas, ¿quién sabe?, quizás más objetivas:
como que mi trabajo es trabajo bien hecho;
que las curvas molan, y el blanco también;
que conduzco entre bien y muy bien; 
que los malos tragos pasan y hacen crecer;
que la paz tiene más que ver
con la suavidad del cuerpecito de Tesa
que con mi esfuerzo tenso por hallarla;
y que se pueden cambiar los monólogos interiores
por diálogos en oración con Aquél que nos habita.
No es una tarea fácil.
Dexter también tuvo que luchar mucho
contra su "oscuro pasajero".
Pero quizás sea un reto apasionante
que merezca la pena intentar... ¿no creéis?.

jueves, 23 de junio de 2016

Azul

Pase lo que pase,
sienta lo que sienta,
piense lo que piense,
ocurra lo que ocurra,
al final, arriba
el cielo sigue siendo azul.

martes, 21 de junio de 2016

Perspectiva

No sé qué escribir.
Estoy bloqueada.
Pero quería que supierais que sigo viva.
Es sólo que...
a veces es mejor esperar un poco
a ver las cosas algo más claras.
Quizás sólo necesito perspectiva.
Otra perspectiva.

viernes, 17 de junio de 2016

Buscando una chispa adecuada


Todo arde
si le aplicas
la chispa adecuada...

miércoles, 15 de junio de 2016

Escribiendo

Aquí estoy yo, dando una tercera o cuarta vuelta a mi libro... A mi libro por excelencia, a mi pequeña obra maestra, a "Un Dios que no duerme". Es uno de los tres que esperan editor valiente que quiera sacarlos a la luz. Los otros dos son un pequeño librito explicando la Navidad a los niños, y un Viacrucis según Santa Teresa. Pero éste es mi joyita. Cada capítulo es, por una parte, un cacho de mi vida que ni debo ni quiero olvidar; y por otro, un mensaje que Dios quiso mandarme a través de las teclas de mi ordenador, que ni debo ni puedo guardar sin más en un archivo. Lo repaso, lo corrijo, lo matizo, lo vuelvo a rezar, a veces lloro de nuevo porque me toca el alma... Pasa el tiempo y lo amplío, y lo vuelvo a actualizar, y lo mimo como lo que creo que es: lo mejor que he hecho en toda mi vida. Este libro que algunos ya han leído en un boceto que va quedando en mero esquema conforme pasan los meses y yo sigo escribiendo. Parece que, mientras espera salida, sigue vivo: cambiando, creciendo, como yo. Añado capítulos, imagino nuevas ilustraciones, sueño con que algún día alguien leyendo algún fragmento se encuentre con el Dios que late dentro...

Y mientras trabajo y disfruto y aprendo con esta nueva revisión, imagino a otro Escritor dando una vuelta más a otra historia: la mía. Y me da como una especie de entusiasmo que no sé explicar imaginarnos a los dos en la misma tarea, jugando con palabras, con historias, con Evangelio hecho presente, con sinónimos y antónimos, con forma y fondo, con un estilo propio y característico... Yo creo en "Un Dios que no duerme", que sigue trabajando, creando, hablando, llegando, saliendo al encuentro de cada uno de la manera más adecuada y personal posible. Y ¿quién sabe?: tal vez este nuevo capítulo que está escribiendo en mi vida últimamente se traduzca pronto también de un nuevo capítulo de mi libro... de NUESTRO libro...

martes, 14 de junio de 2016

La hora del corazón

Llego a la oración de la mañana tan cansada como si no hubiese dormido. No sé si es la medicación, la primavera, o simplemente yo; pero me cuesta. El ánimo tampoco me acompaña. Siento que no haberme dado cuenta de algunas cosas a tiempo me ha hecho retroceder; y no sé dónde colocar ni cómo encajar la rabia que esto me genera. Porque es tan brutal el esfuerzo que hago por dar un paso adelante cada día, que no consigo soportar que nada ni nadie me hagan dar medio hacia atrás. Y tampoco quiero bajo ningún concepto que las personas que se están dejando la vida en ayudarme a vivir la mía me vean triste, Intento poner todo en manos de Dios, que sabe mejor que nadie qué hacer con nuestros errores y cómo darles utilidad; pero hasta eso me cuesta. No encuentro las palabras para definir qué quiero que Él me cure: ¿es decepción, frustración, turbación, desánimo?. ¿Dónde coloco el pasado para que no afecte a mi presente?. ¿Necesito más humildad para aceptar que sigo cometiendo errores parecidos a los de siempre; fe para que las malas experiencias no me hundan; caridad para no sentir rencor hacia quienes de alguna manera me han dañado; esperanza en que todo entraba dentro de un Plan perfecto para enseñarme algo importante?...

Sigo intentando ordenar ideas y palabras en la oración; pero no hay manera. Me queda la certeza de que Dios sabe lo que hay en el fondo de mi corazón, que ve con claridad mis esfuerzos y mis intenciones, aunque yo no sepa expresar nada. Me callo, hago silencio, respiro hondo... y Él sí me hace llegar su mensajito esta mañana, para calmarme. 
Y tomo nota para rumiarlo bien durante el día:

"Tu inteligencia está torpe, inactiva: haces esfuerzos inútiles para coordinar las ideas en la presencia del Señor: ¡un verdadero atontamiento!. No te esfuerces, ni te preocupes. -Óyeme bien: es la hora del corazón" (Camino 102).

domingo, 12 de junio de 2016

El futuro no existe

Es algo que todos sabemos.
Aunque poco se nos nota...
El futuro no existe.
Lo que va a ocurrir a continuación,
ni tiene por qué ocurrir,
ni tiene por qué ser a continuación,
ni nada de nada.
Simplemente no es.
Ni ha pasado, ni tiene que pasar.
Entonces...
¿por qué narices seguimos agobiados
por algo que no nos presiona?;
¿por qué tememos a aquello
que realmente no nos amenaza?.
Si lo pasado, pasado está,
¿qué tiene el futuro
para que yo le preste mayor atención?:
¿es más guapo o qué?.

Todo lo que me da miedo del mañana 
está sólo en mi imaginación.
Todas esas cosas terribles
que, porque puede que me ocurran, me hacen sufrir,
son sólo un quizás, un tal vez, un puede que,
un acaso, un mero probablemente.
Adverbios indefinidos.
Construcciones gramaticales. 
Palabras. Sólo palabras.
Sin ningún contenido vital real todavía.

El hombre es el único ser lo suficientemente estúpido
como para autoprovocarse crisis personales
por puro Efecto Pigmalión *.
Eso mi Tesa no lo hace.
Ahora mismo ronca como un hipopótamo
sin importarle un bledo lo que vaya a ocurrir después.
Y yo, que ando despierta media noche,
dando vueltas a lo que quizás no ocurra, la envidio.
Y pienso... puestos a perder el AHORA
pensando en el LUEGO,
¿por qué no imaginar una mañana soleada,
una canción motivadora,
una Presencia sanadora,
un sueño hecho realidad,
un logro, un reto superado, un "yo puedo",
una salida del túnel, 
un final feliz?...

Hadasita: toma nota.
Aquí la penúltima lección de tu curso escolar...


* Profecía autocumplida. 
Expectativa que incita a las personas a actuar 
de manera que esa expectativa se vuelva cierta.
Wizard Animation