
¡Tres mil una gracias!
Por vuestro tiempo. Por vuestra compañía.
Sobre todo por vuestro cariño... y sobre todo ahora.
Cuenta la Biblia (1Sam 9) la historia de Saúl. A mí me fascinan estas narraciones, y muchas veces me veo reflejada en ellas. La de Saúl me hace gracia de forma especial últimamente. Dice:
¡Por fín es mío!
Hoy, un buen amigo me ha mandado por email lo que os comparto abajo.
Dice una canción de Manolo García:
Cuando un coche no funciona bien, se deja en el taller para que lo revisen en profundidad y lo arreglaen. Digamos que yo voy a estar "en el taller" como mínimo 2 mesecitos, ya de forma oficial. Y aprovecho para dar gracias, aunque parezca que no pegue en este momento. Porque es de bien nacidos ser agradecidos, que dice el refranero. Y yo quiero dar gracias al Buen Dios, porque SIEMPRE encuentro su mano tendida dispuesta a ayudarme; y porque me rodea de gente estupenda: familia, amigos, profesionales de la salud del alma y del cuerpo... Incluso me atrevo a hacer una afirmación que puede sonar un poco soberbia: creo que yo tengo la suerte -que no tienen todos- que a mí, mis chavales, sí me van a echar de menos...
Me llamo Hadasita. Tengo ... y dos años, y vivo en Valencia. Estoy en la misma casa que el año pasado y que en anterior, así que supongo que tendréis bien apuntada la dirección y no os perderéis esta noche. Por si acaso, mi ventana es la única de la finca que tiene colgado al Niño Jesús...
...por el uso ilegítimo de su nombre.
"Juntos cambiaremos el mundo este año, si nos unimos, si nos amamos, si a todos damos la paz". Éste es el deseo que comparto con mis amigos de Brotes y con todos vosotros para el 2008. Que estemos juntos, unidos, amando, y así cambiemos el mundo, porque no hay otra manera, está comprobado. Y porque así debe gustarle a Dios: la prueba está en los frutos, nos hace más felices.