miércoles, 5 de marzo de 2008

Restauración


Es un buen tiempo -éste de la Cuaresma- para sacarle algo de brillo. A veces se nos oscurece el corazón, de pura rutina; como pasa con las paredes de las casas con el polvo, el roce, el sol y el tabaco. Quizás no hay ningún estropicio grave, pero de vez en cuando toca pintar. Al corazón le pasa igual.

Desde hace 4 días estoy yendo a un gimnasio. No os podéis imaginas cómo me cruje todo, y las sudadas que me pego haciendo casi nada. Es pura falta de forma. Y parecía que el cuerpo andaba bien, cuando en realidad lo tengo para echarle 3 en 1 por todas partes, a ver si deja de chirriar. Sobran grasas que no sirven para nada bueno, falta movilidad, agilidad, ritmo...

Más de lo mismo ocurre con el corazón. A veces parece que todo anda bien, pero lo tenemos sobrecargado de apegos pesados, bloqueado por miedos, incapaz de emocionarse, lento para darse, vago para amar.

Toca restaurar. Porque hay promesa, hay bienaventuranza. Los limpios de corazón verán a Dios.

3 comentarios:

maria jesus dijo...

Ya, llevas razón, al corazon hay que mandarlo al gimnasio de vez en cuando y la cuaresma es una buena época para que haga gimnasia y tome una buena sauna que limpie todos sus poros. Un abrazo

Anónimo dijo...

Esto me hace recordar que hay que pintar tu casa jajajajaja...
lo del gimnasio ya te lo dije yo(desde el sabado podeis llamarme nostradamus;))

y la verdad es que creo que tengo que hacer gimnasia afectiva, ultimamente no me quiero ni a mi misma

besitos

ciao!!!!!

Anónimo dijo...

guapa!!

espero que estes bien eh!! y que no te revientes mucho cn el gym!!
ya me a dxo bru que no fuiste al cncierto:S:S joer..

bueno que ansio que llegue el dia 14 para verte en el cole hermosaa! =)

besos!
andrea alemany

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