Le debo al doctor House el descubrimiento de este temazo de los Rolling. Tengo el estribillo de banda sonora en el fondo de mi cabeza desde hace días, y me sienta realmente bien.
Es cierto que no siempre, por no decir que casi nunca puedo conseguir lo que quiero. Y tampoco es que quiera cosas fuera de lo común. Pero parece que hasta lo que es rutinario para las personas que me rodean, para mí es algo excepcional... probablemente porque yo soy excepcional y no podría ser felíz sólo con lo rutinario. Así que no. Lo que quiero no sale. Pero lo que necesito se me va poniendo a tiro.
Intentando ser buena profesora de religión en secundaria, he conseguido disfrutar de la enseñanza en el refuerzo de niñas especiales en primaria. Huyendo de la soledad he descubierto lo dulce de la independencia. Después de haber intentado llevarme bien con todo el mundo, he conseguido que el mundo me haga mucho menos daño y me respete más. No me siento mal diciendo no. Me felicito por no vivir mal acompañada. Creo en mi inteligencia, a pesar de mis suspensos. Probablemente nunca llegaré a ser psicóloga, ni a tener casa propia, ni a casarme, ni a volar en ala delta. Puede que nada de eso me convenga. Puede que, intentándolo, encuentre lo que realmente necesito. La experiencia hasta el momento me dice que así suele ser...
Sube el volumen y dale al play.
martes, 31 de mayo de 2011
domingo, 29 de mayo de 2011
Apología de lo efímero
Andando por el centro de Valencia, he encontrado una cosa en un escaparate que me ha llamado tanto la atención que hasta me he parado a mirar. Y eso es raro, pero muy raro en mí. Por supuesto no eran ni joyas, ni saldalias, ni bikinis: por esas cosas no me paro, y menos a echar una foto. Lo que he encontrado es una paradoja: "rosas naturales eternas". Algo falla. No me encaja. Espero que no sea posible...
La hermosura de la rosa cuenta con su carácter efímero (y si no, que le pregunten al Principito). Si fueran eternas, nadie se pararía a olerlas, a mirarlas, a regarlas, a regalarlas. Las rosas, como todo lo natural, pasan. ¡Gracias a Dios!. No quisiera ni imaginarme que tuviésemos que cargar con rosas vivas de amores muertos toda la vida; que los corazones no pudieran romperse; que los momentos de felicidad fueran eternos; que todo estuviera protegido por la certeza y la estabilidad. La vida sería el rollazo más insufrible, el castigo más tedioso. Pero no: todo pasa. Pasan los flechazos y pasan los desamores (las rosas que hoy llenan los jarrones, mañana van a la papelera); pasan los instantes de luz, de alegría, de éxtasis, y los de dolor, de sangre, de desdicha; y dan paso al camino, a la vida que sigue, como es lo natural, con rosas muertas y rosas nuevas. Y no hay lacas ni embalsamamiento de ningún tipo que nos mantenga este insante intacto para ser vivido más tarde. A una primavera le seguirá otra, pero no la misma. ¿No os parece maravilloso?
La hermosura de la rosa cuenta con su carácter efímero (y si no, que le pregunten al Principito). Si fueran eternas, nadie se pararía a olerlas, a mirarlas, a regarlas, a regalarlas. Las rosas, como todo lo natural, pasan. ¡Gracias a Dios!. No quisiera ni imaginarme que tuviésemos que cargar con rosas vivas de amores muertos toda la vida; que los corazones no pudieran romperse; que los momentos de felicidad fueran eternos; que todo estuviera protegido por la certeza y la estabilidad. La vida sería el rollazo más insufrible, el castigo más tedioso. Pero no: todo pasa. Pasan los flechazos y pasan los desamores (las rosas que hoy llenan los jarrones, mañana van a la papelera); pasan los instantes de luz, de alegría, de éxtasis, y los de dolor, de sangre, de desdicha; y dan paso al camino, a la vida que sigue, como es lo natural, con rosas muertas y rosas nuevas. Y no hay lacas ni embalsamamiento de ningún tipo que nos mantenga este insante intacto para ser vivido más tarde. A una primavera le seguirá otra, pero no la misma. ¿No os parece maravilloso?
miércoles, 25 de mayo de 2011
¿Leer?
Algunos de mis alumnos piensan que eso de leer no sirve para nada.
Coincidencias de la vida: suelen ser los mismos chavales que se creen con derecho a todo pero sin obligaciones;
que van de déspotas y soberbios por la vida, al menos hasta que la vida les devuelva la torta, que no será muy tarde;
que se permiten reirse de las asignaturas, de los profesores, de la educación que ellos tienen gratis y que medio planeta sueña como un imposible;
que no saben hablar, sino discutir, y siempre se han de quedar con la última palabra, aunque sea una mera palabra mal sonante;
que describen lo que está bien o mal en relación con lo que ellos hacen o no, de manera que está bien insultar y está mal estudiar, entre otras cosas;
que sólo pueden pensar en hoy, a veces incluso sólo en ahora, sin más perspectiva, sin intereses ni sueños de ningún tipo;
que ni desean ni imaginan vivir en un mundo mejor, ser una persona mejor, ofrecer a otros lo mejor, esforzarse por el bien, y todas esas tonterías que -de existir de verdad- seguro que sólo existen en la cabeza de los viejos o en las historias de esos libros que jamás abrirán.
Me gustaría poder despedirme de ellos ahora, a final de curso, diciendo que ha sido un placer. Pero nunca se me dio bien mentir. No ha habido mucho fruto porque hemos estado regando plantas con chubasquero. Es una pena. Sí, me dan pena. Mi Hadasita, en cambio, anda entusiasmada con un libro que le regalaron ayer por su santo. Anoche la pillé haciendo algo así...
Argine-HD from jujube on Vimeo.
Coincidencias de la vida: suelen ser los mismos chavales que se creen con derecho a todo pero sin obligaciones;
que van de déspotas y soberbios por la vida, al menos hasta que la vida les devuelva la torta, que no será muy tarde;
que se permiten reirse de las asignaturas, de los profesores, de la educación que ellos tienen gratis y que medio planeta sueña como un imposible;
que no saben hablar, sino discutir, y siempre se han de quedar con la última palabra, aunque sea una mera palabra mal sonante;
que describen lo que está bien o mal en relación con lo que ellos hacen o no, de manera que está bien insultar y está mal estudiar, entre otras cosas;
que sólo pueden pensar en hoy, a veces incluso sólo en ahora, sin más perspectiva, sin intereses ni sueños de ningún tipo;
que ni desean ni imaginan vivir en un mundo mejor, ser una persona mejor, ofrecer a otros lo mejor, esforzarse por el bien, y todas esas tonterías que -de existir de verdad- seguro que sólo existen en la cabeza de los viejos o en las historias de esos libros que jamás abrirán.
Me gustaría poder despedirme de ellos ahora, a final de curso, diciendo que ha sido un placer. Pero nunca se me dio bien mentir. No ha habido mucho fruto porque hemos estado regando plantas con chubasquero. Es una pena. Sí, me dan pena. Mi Hadasita, en cambio, anda entusiasmada con un libro que le regalaron ayer por su santo. Anoche la pillé haciendo algo así...
Argine-HD from jujube on Vimeo.
Etiquetas:
alumnos,
Denuncia social,
Infancia espiritual,
Libros
martes, 24 de mayo de 2011
Acceso limitado
Estoy desmotivada. No sé qué escribir. Será la primavera.
Será que empieza a pesar el curso.
Será que me voy haciendo mayor...
El caso es que estoy muy cansada.
Y antes, cuando era más niña, tenía más aguante.
Ahora me canso... y mucho.
Me canso de las personas que piensan que tengo cara de tonta y que pueden mangonearme.
Me canso de las críticas de a saber quién, que se cree con derecho a decirme no sé qué, sólo por tener una edad y una condición diferente a la mía.
Me canso del juicio continuo sobre lo que hago.
Me agota tener que pensar en escribir aquí sobre lo que me piden que escriba, cuando no hay manera, no me sale, no sé escribir por encargo.
Prefiero callar. Me parece más sensato.
Sólo quiero llegar cuanto antes a casa, y morirme de risa jugando con mi perra.
Iba a decir que lo siento mucho si a alguien no le gusto, pero no sería verdad: cada vez lo siento menos, me importa aproximadamente una hora de disgustillo y un pimiento.
De puertas adentro el acceso es limitado.
Desmotivadores del mundo, o de mi mundo: quedáis expulsados de la república independiente de mi casa.
Si alguien tiene algo bonito que decir, le invito a pasar.
No es tan difícil piropearme: hay algo encantador en mí, por eso me sigues leyendo...
Si quieres, puedes empezar por felicitarme, que hoy es mi santo... ;)
Empiezo la campaña de remotivación. Desde hoy es oficial.
Será que empieza a pesar el curso.
Será que me voy haciendo mayor...
El caso es que estoy muy cansada.
Y antes, cuando era más niña, tenía más aguante.
Ahora me canso... y mucho.
Me canso de las personas que piensan que tengo cara de tonta y que pueden mangonearme.
Me canso de las críticas de a saber quién, que se cree con derecho a decirme no sé qué, sólo por tener una edad y una condición diferente a la mía.
Me canso del juicio continuo sobre lo que hago.
Me agota tener que pensar en escribir aquí sobre lo que me piden que escriba, cuando no hay manera, no me sale, no sé escribir por encargo.
Prefiero callar. Me parece más sensato.
Sólo quiero llegar cuanto antes a casa, y morirme de risa jugando con mi perra.
Iba a decir que lo siento mucho si a alguien no le gusto, pero no sería verdad: cada vez lo siento menos, me importa aproximadamente una hora de disgustillo y un pimiento.
De puertas adentro el acceso es limitado.
Desmotivadores del mundo, o de mi mundo: quedáis expulsados de la república independiente de mi casa.
Si alguien tiene algo bonito que decir, le invito a pasar.
No es tan difícil piropearme: hay algo encantador en mí, por eso me sigues leyendo...
Si quieres, puedes empezar por felicitarme, que hoy es mi santo... ;)
Empiezo la campaña de remotivación. Desde hoy es oficial.
miércoles, 4 de mayo de 2011
Un uomo venuto da molto lontano
Dedicado a todos los amigos con los que he compartido estos días en Roma...
Y a todos los amigos en la fe.
Y a todos los amigos en la fe.
martes, 3 de mayo de 2011
domingo, 1 de mayo de 2011
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