jueves, 24 de septiembre de 2015

Creo en el sensus fidei

Creo que el Espíritu Santo revolotea sobre su Pueblo.
Creo que los laicos tenemos la responsabilidad de escucharlo.
Creo en la conciencia iluminada por la Palabra, los Sacramentos,
la Tradición y la oración.

No creo en los laicos cobardes.
En los que callan y tragan para ahorrarse disgustos y problemas.
No creo en los laicos que no trabajan por la Iglesia;
que se sirven de ella sin más.

Creo en los consagrados que viven con y para los laicos.
Creo en una Iglesia que sabe decir sí y no.
Creo en la obediencia con cabeza, en conciencia,
y sobre todo fiel a lo que realmente "huele" a voluntad de Dios.
Creo en la corrección fraterna.
Creo en el diálogo y la escucha.
Creo en el disgusto y en el perdón.

Creo que al Cielo se va siempre juntos.
Y no creo en quienes separan, dividen, y se ensalzan sobre otros.
Creo en la humildad como signo indiscutible de santidad.
Y creo que el Buen Dios remediará el dolor que la Iglesia de Valencia está sufriendo gratuitamente estos días.
Porque Dios es justo. Y fiel. Y Padre. Nuestro.
Y lo creo porque así me lo dicta mi sensus fidei.


martes, 22 de septiembre de 2015

Matizando

Creo en la Iglesia que rige al Pueblo de Dios mirando por su bien. Creo en la jerarquía que no se siente jerarquía, sino siervos al servicio de los laicos. Creo en los Obispos que pisan las calles, hablan con las gentes, escuchan, rezan lo que han escuchado, y hacen de puente que une a Dios y los hombres. Creo que haberlos haylos, porque yo misma llevo el apellido de uno de ellos.

Creo que entre los laicos también es necesaria la conversión. Creo que igualmente nosotros tenemos una enorme responsabilidad en la mejora del rostro de Dios en la Tierra que es su Iglesia. Creo que buenos y malos, en bandos absolutos, sólo existen en las películas.

Aún así, creo que la Iglesia de Valencia precisa un serio replanteamiento jerárquico. Que el escándalo que las comunidades parroquiales estamos sintiendo en nuestra carne y nuestras almas pide a gritos a algunos de sus representantes menos despacho y más oración. Creo que hay muchas lágrimas y mucho dolor innecesario entre muchos fieles y sacerdotes. Creo que nuestro Arzobispo y sus Vicarios necesitan juntarse seriamente y replantearse su labor. Creo que el traslado más conveniente de todos es el que no se está produciendo, y está entre ellos. Y creo y espero que Dios escuche nuestras oraciones y vuelva su rostro a la Iglesia de Valencia, y le devuelva la paz.


domingo, 20 de septiembre de 2015

No creo en la Iglesia...

...que no está con la gente. La Iglesia de arriba, que manda y ordena a los de abajo sin conocerlos. La Iglesia aburrida, que hace y deshace para pasar el tiempo. La Iglesia que se rige más por gestiones administrativas incompetentes que por el Espíritu Santo.

No creo en la jerarquía que hace daño gratuito al pueblo de Dios. No creo que su voluntad sea una voluntad divina. No creo ni acepto obediencia a quien no muestra ni siquiera humanidad. A quienes no saben dialogar. A quienes, desde sus despachos lujosos y con aire acondicionado, dan órdenes sin sentido.

Creo en el sensus fidei. Creo en la fe de las abuelitas de mi parroquia. Creo en la oración de los niños y de los enfermos. Creo en mi propia conciencia por encima de Órdenes Mayores.

Creo en Dios, por encima de la Iglesia. Creo en su bondad, por encima de la corrupción y la falta de caridad de sus representantes. Creo que al final el Señor de los Ejércitos ganará la guerra, aunque hoy perdamos una batalla. Creo que la fuerza de su Pueblo remediará la incompetencia de sus Pastores. Creo, porque si no creo me muero...

PD: Ángel, te queremos, y siempre vamos a estar contigo, come what may...


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