El otro día puse en Bachiller "El violinista en el tejado", por ilustrar un poquito el tema del judaísmo que acabábamos de ver. Ni qué decir que os recomiendo la peli al 100%: ¡es una preciosidad!. Pero al caso: una de las muchas historias de amor que cuenta es la de una chica, judía por supuesto, que se enamora de un cristiano ortodoxo. Su padre le sale con lo de "cada oveja con su pareja", puesto que así lo dispuso Dios desde el principio. Por supuestísimo, mis niñas no lo entendieron, porque "si se quieren... ¿qué más da?. El amor no conoce barreras".
En realidad las crías no saben bien lo que dicen; pero sin querer dicen cosas bastante coherentes. A mí al menos me dan que pensar. Y recordé aquella canción de Luis A. que decía: "¿Quién levantó la primera ancestral barrera de piedra?. Piedra sobre piedra, odio sobre odio, miedo sobre miedo. ¿Quién levantó esas viejas orgullosas, inmensas barreras... Que dividen al mundo separando a los hombres con mil banderas: unos quedan dentro y otros quedan fuera. Los ricos de los pobres, los listos de los tontos, los buenos de los malos tienen fronteras...".
Y le voy con el tema al Señor, a ver qué opina Él, y me pone la puntilla...
Leemos en la Misa de hoy:
"Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea" (Is 11).
El mezcladillo de parejas que hace no tiene desperdicio. Dios, como buen Niño que es, tampoco conoce barreras. No sabe distinguir (a Hadasita le pasa exactamente lo mismo: en casa me colocó sus peluches como le vino en gana, y de muestra el botón de la foto). Y claro: este nuevo Noé que es Jesús, no supo meter en el arca y salvar a una pareja de cada especie... Nos quiso meter a todos, porque no entendió la palabra "especie". Y porque pensó algo parecido a lo que dicen mis niñas del cole: "Si los quiero, ¿qué más da?"...
¡¡¡El Amor no conoce barreras!!!.
Nota: no puedo evitar el impulso de poneros el final de la canción. Es tan... ¡de Adviento!
"Cuándo nacerá esa mañana clara y luminosa, cuando al levantar la vista, se pierda en el espacio infinito de la tierra, nuestra mirada, sin nada que la interfiera. Y los hombres marchando a paso regio y decidido, lleguen hasta los confines de la vida, y descubran que los hombres son iguales en todas las partes de la tierra. Que no importa el nombre que se emplee para llamar "madre" a quien te pare, o "hijo" al que nace fruto del amor de sus entrañas. Que no importa la palabra que se use para llamar al pan que te alimenta, y a la libertad, y a la belleza, y a la dignidad de ser persona. Y ese día entonces, luminoso, desde lo más profundo de la tierra, se escuchará el grito jubiloso de la naturaleza: ¡¡¡sin fronteras!!!"
2 comentarios:
He estado aquíiiii, dotoreando tu blooooogggg, y he estado leyendo lo de sin fronteras... es que luego dices que no entramos.
Y yo estoy con Dios, en la variedad está el gusto.
Besitos, besitos y muchos besitos
Tuchichissss!!! ya era horaaaa!!! Yo también estoy con Dios (¿quién no?). Mira la combinación Tina+Tocha+Hadasita, qué diferentes somos y lo bien que funciona...
Me alegro que te guste mi blog. Ya me dirás si se escuchan bien las canciones, Mari, que desde mi PC no puedo comprobarlo, ¿vale?.
Besitos mil: pha pha pha!!!
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