Virtud importante, de las gordas, teologal.
Sin esperanza, ¿qué nos queda?.
Cada mañana suena mi despertador. Lo hace siempre a la misma hora, aunque a mí me parece que cada día me roba algunos segundos de sueño más. Y empieza la marcha: aseo personal, de la casa, desayunos de la peque y la peludita, revisar la cartera, agarrar el bus, y a clase, clase, clase, recreo, clase, clase, clase, comida, clase, clase y vuelta a casa. Hadasita hace sus deberes. Tesa también. Y yo. Paseo con pipi, Misa, médicos, compras... Y de nuevo a casa: cenas, pijamita, lectura, repasar lo que nos toca mañana, Jesusito de mi vida y hasta otro día.
Sin esperanza, ¿qué nos queda?
No hay cuerpo que aguante tanta monotonía.
Y menos a estas alturas del curso.
No hay quien no se sienta ahogar por la rutina...
a no ser que tenga los ojos puestos en el cielo.
Ahí los tenemos Hadasita y yo (Tesa nos esperará en tierra, comiéndose un hueso).
Suena el despertador, como cada mañana, tal vez un segundo antes. Y nos levantamos contentas. Subimos la persiana, abrimos el balcón, y miramos arriba, buscando algún pequeño rastro blanco sobre el azul infinito. La huella de algún avión que se nos ha adelantado.
Cada día es nuevo.
Ayer faltaban 63, y hoy sólo 62. No es lo mismo. Hoy huele más a Nicaragua que ayer.
A veces pienso que la muerte no será más que... otra forma -la definitiva- de cruzar el Charco.
3 comentarios:
iba a decir que el sabor de la esperanza es leche y miel, por aquello de la tierra prometida pero como te me has adelantado diciendo que el cielo sabe a Nica, entonces será un sabor a los jugos y delicias tropicales de esa tierra...
por eso digo -hablo de vida pasada-que la esperanza es la fe que nos tuvieron. si es la apueta que hizo gente que Dios nos puso en el camino y que nos dijo p.ej. que si, que bien, que serás catequista si eres capaz de hacer la programacion de todo un curso...
esperanza es el amor revestido de bronca de esa gente que, luego de hacer todo un programa detallado mandó que lo rehicieras completandola con la oficial de la diocesis...
esperanza es la brasa de oir de nuevo que tienes que rehacerla una vez más porque -esta vez con nueva catequista en el equipo- hay que incorporar ideas y experiencia de la otra...
esperanza, por fin, es aguantar el que te dgan que esa definitiva programación no vale un pimiento si no se reza antes de enfrentarte a ese grupo de niñas que Dios puso en tus manos, porque está claro que hay misterio y que "sin MI no podeis nada"...
esperanza es la pelea, el sinvivir y la espuela que te dan para que despegues rumbo a la utopia; para que des uno paso y otro y otro y cruces el largo y torrido desierto hasta llegar al ultimo monticulo de arena mas alla del cuel estan las verdes vegas del jordan...
esperanza es el mismo Dios que nos tiene tanta fe, que cree tanto y lo espera todo... es ese arte de Dios para sacar los endecasilabos y la cosa extraordinaria...
por eso la esperanza es tan fresca y tan jugosa... por eso huele a limpio y a estreno... por eso es tan bonita y tiene tanta fuerza... por eso nos levanta en vuelo y nos lleva a soñar tan lejos de esta sordidez asfaltana, y nos lleva tan lejos... por eso tiene un significado tan hondo y un valor tan alto, si, porque deletreas un Nombre de caracteres infinitos, un Amor de contornos y riberas celestiales
Jo Esther, qué bonito! Es verdad, no hay nadie capaz de aguantar tanto tiempo esta rutina. Yo ya empiezo a desear que se acaben los exámenes y olvidarme de la facu, escaparme unos meses y llenarme de energía para poder aguantar de nuevo el año que viene.
Espero poder conocer Nicaragua algún día.
Muchos besos profe. Tq!!
¿Siempre nos quedará París?...
Mejor: siempre nos queda Nicaragua. "Si pequeña es la patria, uno grande la sueña".
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