hay selva, sólo selva. Y una todoterreno para llegar a esa gente a la que nadie llega. Hacia el centro de la selva viajamos cada día para la fiesta del ENCUENTRO. Con personas, con seres humanos, con hijos de Dios, con Cristo en sus pobres.
La vida es eso: una fiesta de abrazos, de gestos, de palabras, de apretones de manos, de compartir, de vivir juntos.
Todos estamos bien. Todos. Nuestra familia de Uval. Nosotros. Y ni os cuento cómo estáis vosotros: de lujo absoluto. Toca decir la palabra mágica, la que es de justicia pronunciar de todo corazón: GRACIAS.
1 comentario:
Disfruta! Eso es VIVIR de verdad...
Aquí, algunos te envidiamos.
Besos, Auxi
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