Esta noche me ha dado por pensar que los caminos son como el tiempo: relativos. Nunca he sabido realmente lo que puede llegar a dar de sí una hora, por mucho que la programe. Lo mismito ocurre cuando coges un camino y tiras para alante. A veces, por no ver el final, parece que va a ser larguísimo; y resulta que la meta está a la vuelta de la esquina. Otras ocurre que las dificultades del terreno complican las cosas. La foto que os cuelgo es del camino al Uval; ocho kilómetros eternos, por la falta de asfalto, las piedras y los agujeros, y la selva que se te mete por la ventanilla de la furgoneta comiéndose la visibilidad. En coche no se tarda menos en llegar que andando, os lo aseguro. Aunque de entrada nadie apostaría que fuera a ser así.
Una empieza un camino -llámese nuevo curso, plan de vida, propósito de enmienda o lo que sea- y lo empieza como se empieza todo: con ilusión y con miedo. Es la incertidumbre de la novedad. ¿Será tan duro como parece? ¿Se me hará muy largo? ¿Llegaré hasta el final? ¿Merecerá la pena el esfuerzo cuando vea lo que me espera donde este camino acaba? ¿Me podrá el agotamiento? ¿Aprenderé muchas cosas a lo largo del viaje? ¿Encontraré a alguien que deje grabadas sus pisadas en la tierra al lado de las mías?...
Y el Pueblo de Dios salió al desierto. Cuareinta años o cuareinta días, ¿quién sabe?. El camino, como el tiempo, es relativo. Depende de cómo, cuándo, y sobre todo con quién lo viajes.
7 comentarios:
Me ha gustado la entrada, aunque lo bueno de los caminos que tomamos es que siempre sabemos donde nos llevan, otra cosa diferente es que los queramos andar o no, eso ya depende de la persona. Te preguntas sobre las dificualtades de los caminos, si valdrá la pena andarlo o no, la meta ¿será lo que esperamos…?. Me gusta hablar siempre por experiencia propia, creo que es porque es lo que mejor conozco y lo cierto es que miedos al comenzar un camino nunca he tenido, incertidumbre y nervios, los de todo comienzo, pero siempre tengo la seguridad de que llegaré a la meta, en que condiciones y como, lo desconozco, pero siempre se que llego, si estoy convencido de ello y me lo propongo. ¿Es lo importante?, no creo, la meta es la consecución de algo… cuando consigues algo, el interés se pierde por que ya has llegado, ya has conocido, ya sabes lo que hay. Lo bonito de los caminos es andarlos, vivirlos, disfrutarlos… cuando mas angosto y enculebrado es el trazado, más a prueba nos ponemos y más medimos nuestras fuerzas, cuando estamos exhaustos y cansados, siempre encontramos un punto en el donde apoyarnos, en el mio es Dios, normalmente se que me mira y en ocasiones piensa… “con lo que sabes y como has caído, pero te he enseñado a levantarte, con lo cual…”, y solo queda poner las fuerzas que me queden, en levantarme y seguir adelante… alguien se preguntará ¿y si no te quedan fuerzas? Y siempre respondo lo mismo… siempre nos quedan fuerzas… que no queramos sacarlas y quedarnos tirados un rato, no significa que no esten ahí, simplemente que nos es más comodo estar tirados en el camino… por que si miramos dentro de nosotros mismos, nos damos cuenta siempre… que tenemos lo suficiente como para andarlo depende ya de nosotros el querer hacerlo.
Los caminos son como las personas un misterio por descubrir, ¿si encontraras a alguien que deje sus pisadas marcadas en el camino junto a las tuyas?, seguro que si… posiblemente no tengas que singularizarlo, si no pluralizarlo, un compendio de nombres propios variopintos que junto a ti y según que circunstancias andaran el camino contigo… si miras al cielo… entonces descubriras otro camino lleno de pisadas, tambien de personas que te siguen en el día a día a lo largo de todos los caminos… mires por donde mires… el camino aunque en solitario, nunca se hace solo.
PD: Veo que este año te haran falta unas botas de montaña, me alegro de que así sea.
Un abrazo.
Quizás, y solo quizás, no debieras hacerte tantas preguntas; simplemente, camina.
Anne
a mi lo que me gusta es caminar por las ramblas de los rios... ahi la gente empieza "a ver si no me mojo" y, luego, van saliendo pozas y demás accidentes geográficos y te dices: a la porra el no mojarse, lo que mola es precisamente eso, ir chopao hasta los huesos y disfrutar el camel tropy.
pero en esto de los caminos lo que veo fundamental del todo son las disposiciones o como se dice ahora motivaciones. asi p.ej. si un niño baja al parque y no esta dispuesto a "enterrrase" ¿donde está la gracia? ahí se va a lo que se va. pero ese es precisamente el tema: que a veces vamos por donde no queremos. y eso es lo que según veo yo le pasa a Hadasita.
y quizá lo que falta ahí, ebn el tema del camino que empieza, es que nos acompañe gente guay. si la hay, entonces -por la gente- se soporta lo que sea e incluso la aventurta puede hasta resultar interesante.
un paso mas en mi razonamiento: yo lo que creo es que Diosito lindo se encarga de poner la mejor gente del mundo a tu lado...
vale. y ahora hablo de mi: SIEMPRE, CUANDO VA A EMPEZAR EL NUEVO CURSO, TENGO TODAS LAS DUDAS E INCETIDUMBRES DEL MUNDO. o sea,es así. me parece que la cosa está toda por hacer, que no tengo ná de ná, que todo está en el airfe. ajá pero Dios es quien escribe mi historia... si, por mucha experiencia que uno tenga y muchos años recorridos, la verdad -asi lo siento- no hay mas que niebla, no le veo la carta ni la pinta. falta todo: gente, programación, medios... pero El me se encarga y me pone en marcha la vida, y noto que me la hace, día a día. y en esto tengo ejemp`los para decir que es cierto: miras mi agenda y la ves blanca adelante y en lo pasado llena de garabatos, anotaciones, tachopnes... que a veces te lleva a Nica con unas espectativas y te las cierra para opfrecerte SIEMPRE LO MEJOR.
acabo esta perorata: amigo Jacobo no estoy contigo en que uno controla elñ camino. para mi edl camino es sorpresa continua a cada recodo del camino; dices que son metas lo que te propones y consigues pero yo veo que son los mil rodeos para llegar a lo de siempre: a conocer y conjugar el verbo (en su entera acepcion bíblica) los pronombres personales del yo-tu-el-nosotros... y ahi, siempre, Hadasita, estamos los que Dios juntó, el regalo irrevocable que nos hizo al hacernos HERMANITOS DE CAMINO.
Hola Ángel… me alegra leerte, yo no digo que el camino no deba sorprenderte, enseñarte cosas nuevas e ilusionarte, pero el andarlo depende de uno mismo, el andarlo uno mismo no significa que quite a Dios de la ecuación, Dios siempre esta ahí, pero he de reconocer que en esos momentos que me pongo burriciego… (cabezón y que no veo más allá de mis narices), soy yo el que me paro en el camino… Dios no deja nunca de estar, pero me paro. Cuando arranco de nuevo… sigo viendo el camino, sigo siendo feliz… pero el andarlo o no… depende pienso a mi modo de ver de nosotros mismos, eso no significa que no este Dios, si no que no quiero andar en esos momentos por el camino…
Lo de las metas según lo veo, cuando empezamos un camino, lo que tenemos es una meta a donde llegar… y me explico, porque quizás no me he explicado, pongamos que veo la vida como una gran autopista de carriles infinitos... he optado por el carril Dios, de todos modos en el carril Dios hay muchos mas carriles… yo todos los días cojo unos determinados… el de familia-macotas, con peaje en amigos, en el de reincorporacion – encontrar trabajo, PHP-MySQL, etc. pero se donde me llevan o tengo una ligera idea de donde quiero llegar… en ocasiones voy de listillo y para evitar peaje… me salgo de la autopista y cojo el carril Demoniaco… piensas vere mas árboles, arbustos, etc. pero lo cierto es que lo minimo que te puede pasar es que gastes mas gasolina y posiblemente te dejes el carter o la suspensión en alguno de los baches… como poco y dando las gracias a Dios de estar de una pieza… entonces te das cuenta (hablo de mi) que eres un mendrugo e intentas de algun modo volver a la autopista que es lo que quieres en tu vida, con tus peajes, etc. Pero lo que tengo claro es que en cada camino que cogemos tenemos una meta, que muchos los cogemos sin saber si realmente la meta llegará o quedará disuelta en el infinito por que como decias hay mil sorpresas y circunstancias, pero lo que tengo claro es que tenemos siempre un punto de llegada, una meta, que por que sea una meta, no ha de ser innoble o tener algún interés… puede ser a lo mejor la meta del camino del día, intentar cumplir como Dios manda.
De todos modos… esto lo tenemos que hablar ante un café un día de estos Ángel, a ver si me paso por la Parro, te veo y no me escaqueo como el otro día…
Un abrazo a tod@s
mola lo del cafe, asi discutiremos que "la distancia mas corta entre dos puntos no es la recta sino las amistades que se hacen al ir y revolver haciendo ese camino"...
see you.
Te echo de menos...
Roberto.
Rober: yo también...
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