miércoles, 30 de diciembre de 2009

Tal cual

Primero: a los que entráis en mi blog anunciando viagra... deciros que no me hace falta. No os molestéis en meter más propaganda, perdéis el tiempo y además os elimino.
Segundo: la canción... Sin comentarios. Tal cual. Disfrutarla.


viernes, 25 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

domingo, 20 de diciembre de 2009

La fiesta de la esperanza

Me refiero al Adviento.
La Navidad es distinta, es la fiesta de la promesa cumplida.
Pero el Adviento...

El Adviento se parece bastante más a mi vida cotidiana.
Porque esta Navidad pasará, con sus luces, sus regalos, sus encuentros, sus adornos...
Pero la esperanza sobrevivirá más allá del Adviento, cada día, cada mañana, cada abrir de nuevo los ojos, cada poner de nuevo los pies en el suelo, cada comenzar el trabajo diario.
Y a cada Adviento, por supuesto, le seguirá una Navidad, aunque sea en primavera.

La esperanza alimente la fe.
Y la fe vive por obras de amor.
Y el Amor es la Vida de los hombres...
¡Viva la fiesta de la esperanza!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Al menos cuatro

Dicen que tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. Si sólo hay esas tres, viendo los resultados de este años... ¡por favor, que alguien me pegue un tiro! Porque me llevo un suspenso general.
Y sin embargo aquí sigo: señal que la vida ofrece algo más.

Inevitable pensar hoy en Juan de Yepes; enfermo, maltratado, pobre a rabiar, despreciado por propios y ajenos. Me lo imagino en la cárcel de Toledo, oscura y fría, solo, un mes tras otro, sin saber qué iba a ser de él. Y en medio de esa noche, no sé cómo, escribiendo...

"¡Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios, nemorosos,
las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos...!"

Cuatro cosas tiene la vida, ¡como mínimo!: salud, dinero, amor... y sentido.
Dios se encarga de regalarnos la última, que es la más importante, la que no debe faltar.

"Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

Pues ya si en el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido;
que andando enamorada,
que hice perdidiza, y fui ganada".

San Juan de la Cruz, padre del Carmelo Descalzo y padre mío:
ayúda a mi pobre alma, para que llegue a ser, como la tuya,
un alma enamorada. Amén.


sábado, 12 de diciembre de 2009

¿No estoy aquí yo?

La vida es dura. Para todos.
A veces parece que nos golpea especialmente fuerte.

Tengo un amigo, enfermo y en paro, de mi edad. Su mamá tiene cáncer, y su papá acaba de morir de un infarto.
Tengo una amiga, más buena que el pan; de mi quinta también. Ruptura sentimental dolorosa y mamá con cáncer metastasiado.
Tengo otro amigo, un par de años más joven que yo: mamá, papá y abuelita enfermos; y la novia de reposo absoluto (su coche fue aplastado por dos camiones en la carretera de vuelta del trabajo).
Tengo una amiga de mi edad, superando una depresión moderada. En un mes, amago de infarto, hipertensión bestial, y esperando a que le abran para limpiarle unos quistes que le trajo el fin de año de regalo.
Tengo un amigo, un año mayor que yo; en el paro, con la mamá enferma, pasando sus días entre médicos y abogados, buscando cómo sobrevivir...

A veces parece que el cielo se cierra.
Que estamos solos. Que el túnel no tiene fin.

Y entonces, en medio de un Adviento que prepara una Navidad que se intuye que llegará paradójicamente amarga, suena una voy limpia, serena, que lo llena todo de confianza...

"Escucha tú, el más pequeño de mis hijos,
que no es nada lo que te espanta, lo que te aflige;
que no se turbe tu rostro, tu corazón.
No temas la enfermedad ni cosa alguna de cuanto te aflige...
¿No estoy aquí, yo, que soy tu Madre?
¿No estás bajo mi sombra y resguardo?
¿No soy yo la fuente de tu alegría?
¿No estás en el hueco de mi manto,
en el cruce de mis brazos?
¿Tienes necesidad de alguna otra cosa más?"...

Niña Lupita, nuestra Señora del Tepeyac, Madre de Dios y Madre nuestra:
no nos dejes nunca, Virgen de Guadalupe, luz del Adviento, esperanza nuestra.

(Dale al Play)

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Tanto?

"¡Hace tanto tiempo que no nos vemos...!" .
"¡Las cosas han cambiado tanto últimamente!".
"¡Tengo tanto trabajo!".
"Me gustaría, pero... ¡cuesta tanto!".
"¡Me duele tanto!".
"Llevaba tanto tiempo esperándolo que ya ni me acordaba".
"¡Tenía tantas ganas de oirte...!".
"¡Lo deseo tanto...!".

No sabría decir cuándo mide o pesa exactamente el "tanto". Pero viendo el contexto en el que usamos la palabra, deduzco que debe ser mucho. Y que se asocia con cosas que las personas consideramos importantes.
Lo que sí sé es que ese "tanto" no cuesta, porque hace referencia a cosas que no se venden: tiempo, esfuerzo, afectos, deseos, esperanzas, encuentros, circunstancias...

¿Cuánto es "tanto"?
¿Cuánto "tanto" es "te quiero tanto"?
¿Cuánto "tanto" el "tanto amó Dios al mundo"? (Jn 3, 16).
¿Cuánto "tanto" me ama, me espera, me busca a mí?
¿Cuántos Advientos tardaré en darme cuenta...?
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