Harta y escandalizada de la explotación de ellas por un lado, y de la persecución y el acoso de ellos por otro, cuelgo esta imágen de un cocge cualquiera de los que se pueden ver aparcados en cualquier lugar de mi ciudad.
Gracias a Dios no tengo coche. Y no tengo hijos a quienes explicarles qué son todos esos "cromos" que alguien cuelga de la ventanilla un día tras otro.
Acuso a la sociedad que permite hacer público el escarnio, la desgracia, y la indecencia. Y callan. Y no protestan. Y se hacen cómplices de este acoso sexual bestial, se mire desde el lado que se mire.
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