Es algo que todos sabemos.
Aunque poco se nos nota...
El futuro no existe.
Lo que va a ocurrir a continuación,
ni tiene por qué ocurrir,
ni tiene por qué ser a continuación,
ni nada de nada.
Simplemente no es.
Ni ha pasado, ni tiene que pasar.
Entonces...
¿por qué narices seguimos agobiados
por algo que no nos presiona?;
¿por qué tememos a aquello
que realmente no nos amenaza?.
Si lo pasado, pasado está,
¿qué tiene el futuro
para que yo le preste mayor atención?:
para que yo le preste mayor atención?:
¿es más guapo o qué?.
Todo lo que me da miedo del mañana
está sólo en mi imaginación.
Todas esas cosas terribles
que, porque puede que me ocurran, me hacen sufrir,
son sólo un quizás, un tal vez, un puede que,
un acaso, un mero probablemente.
Adverbios indefinidos.
Construcciones gramaticales.
Palabras. Sólo palabras.
Sin ningún contenido vital real todavía.
El hombre es el único ser lo suficientemente estúpido
como para autoprovocarse crisis personales
por puro Efecto Pigmalión *.
Eso mi Tesa no lo hace.
Ahora mismo ronca como un hipopótamo
sin importarle un bledo lo que vaya a ocurrir después.
Y yo, que ando despierta media noche,
dando vueltas a lo que quizás no ocurra, la envidio.
Y pienso... puestos a perder el AHORA
pensando en el LUEGO,
¿por qué no imaginar una mañana soleada,
una canción motivadora,
una Presencia sanadora,
un sueño hecho realidad,
un logro, un reto superado, un "yo puedo",
una salida del túnel,
un final feliz?...
Hadasita: toma nota.
Aquí la penúltima lección de tu curso escolar...
* Profecía autocumplida.
Expectativa que incita a las personas a actuar
de manera que esa expectativa se vuelva cierta.
5 comentarios:
Matizo: existe el Futuro, pero así, con mayúscula.
Yo lo que veo es que últimamente se impone el carpe diem y la fuerza del presente y la búsqueda del lo quiero too, lo quiero ya, el subrayado del presente y la generación X que parece que no tiene futuro y al pasado, pisado y que le den...
Pero concediendo que es por salud mental el luchar contra los remordimientos y obsesiones neuróticas y otras hierbas, de todos modos y en honor a la verdad diré que este ser humano no puede hacer sin fallar a la realidad abstracciones al estilo cogito ergo sum...Ese racionalismo que manda la vida de todos los días al carallo, olvida en la ecuación que el SUM no me lo he dado yo. Y lo del ombligo que todos tenemos es la prueba irrefutable no sólo para decir que vivimos sino que convivimos también con OTROS...
Y como están los otros y sabemos que tienen sus jugadas, uno se hace sus composiciones de lugar y situación, previniendo el porvenir, planificando ese futuro que siempre es incierto precisamente porque no puedo controlar a ese OTRO/OTROS en sus jugadas...
El ser humano, a diferencia de los animales que funcionan por instinto a un más corto y breve plazo, es capaz no sólo de la famosa historicidad que decía el amigo Darlap de nuestros años de teología sino capaz de transistoricidad, de ser más humano y sufridor que ninguna de las otras criaturas animales.
En fin, abro una linea de debate. Prometo entrar en liza y al palenque; ahora preveo que si llego tarde, las monjas me echarán a los leones... por eso, porque SI hay un futuro previsible, aunque alguna vez me hayan llamado para decir que no vaya porque tienen otra fiesta. Y entonces también digo que hay futuro y empiezo a hacer otros planes.
Dejo aparcado el tema del OTRO que has apuntado y que me parece también muy interesante
No acabo de entender tu comentario. No entiendo qué pintan los otros para que exista o no un futuro. De hecho, si mi futuro tiene que depender de los otros, apañada voy. Ni siquiera sé si mis enemigos se despertarán mañana o no; a sí que sus jugadas son como mucho probables, pero no condicionantes de mi presente, que es lo que me importa porque es lo único que es real aquí y ahora (con la excepción matizada del Futuro en Dios, llámese Vida Eterna, que es otra manera de Presente: Presente perfecto). Está claro que si el jueves sigo aquí, el médico -el otro- me ha convocado para verme a las 9 de la mañana. Eso no significa que el otro planifique mi futuro, porque puedo no ir si no me da la gana. De hecho, si voy es porque YO decido que eso es bueno para mí, no porque el otro me lo imponga. En todo caso eso se verá el jueves, no es ahora más que una suposición en mi imaginación, a la que no pienso permitirle robarme presente pensando en ella. Como no te expliques un poco mejor, no entiendo el matiz que has querido añadirme. Plissss, desarrolla...
Me gusta que entres al trapo. Ale, maticemos, afinemos, dialoguemos...
Los otros y sus jugadas sí son importantes porque son, de hecho, condicionantes si bien no determinantes... como aquella historia del poli que le dice a X:
- Pues esta noche dormirá ud. en la cárcel.
- Que me la paso aquí, vale, pero el dormir es cosa mía...
Lo de Dios Presente Perfecto, Omnitodo también me vale porque soy creyente. Pero me vale también decir para la gente corriente que hay un presente -continuum, que deviene- que es YA el futuro, al estilo Silvio Rodríguez que cantaba que el presente es el pasado del Cielo, aunque el Conde Lucanor dijera aquello (hay gustos para todos) que cualquien tiempo pasado fue mejor...
Y por último, esperando tu contesta como Escrutopo -o sea, ardientemente- que sé que me vas a contestar y vas a chutar para meter gol, que creo conocerte y por lo mismo esperaré confiado, que si fuera otra persona quizás lo hiciera intimidado, o bajo el sentimiento participado y continuo hasta llegar al presente -secuenciado y futuro- en que te lea y salga del pathos en que estoy.
Desde mi entaponamiento mental -sigo sin pillarte onda- puedo decir un par de cositas:
- que estoy de acuerdo en tu matización: los otros no determinan pero sí condicionan. Quizás por eso temo situaciones en las que tenga que vérmelas con gente que me trae malos recuerdos.
- que lo que en tu presente escribiste, que yo leo en mi presente que para ti ya es pasado, lo contesto en un presente mío que será leído por ti en tu presente que será ya mi futuro. Visto así, el presente es pasado y es futuro, y todo existe mientras estemos vivos.
De todo lo demás que dices sigo sin entender nada, siento defraudarte...
Mi única pretensión con esta entrada era poner de manifiesto que no quiero vivir mi presente preocupada por cosas que no sólo no han ocurrido, sino que es probable que ni siquiera ocurran como yo imagino; y que a cada día le basta su afán. El mío, tratar de vivir el presente de manera que al llegar el final del día, pueda ofrecer en el altar -junto al pan y el vino- a Dios algo que haya sido conscientemente hecho para que valga la pena.
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