Tened paciencia conmigo y dadme un poquito más de tiempo todavía para coger la marcha de nuevo aquí. Ya he firmado contrato con una editorial, y estoy dando el último repaso a mi libro "Un Dios que no duerme" para mandarlo a enmaquetar. Entre trabajo, médicos, casa y cosas tengo muy poco tiempo libre, y ahora mismo debo dedicárselo todo a este proyecto, a ver si puede estar en vuestras manos antes de Navidad. Mil gracias por vuestro apoyo y comprensión.
2 comentarios:
A veces los sueños, aunque sea a pequeña escala, sí se hacen realidad...
El faro es... luz estilita, apunta al éter celeste pero tiene su compromiso horizontal, se estaca firme en la roca y por contraste al oleaje y hace la guerra a las sombras con su espada de luz; el faro es Jesús que lama a la vida y está de guardia cuando todos duermen porque es permanente su misericordia.
El otro día dejé una candela y la fueron rompiendo a cachitos delante de mi... pero estaba encendida y aunque no lucia bonita lucia de verdad... así nosotros también debemos. Pero lo que más me gustó del tema fue el alcance de ese brillo amarillo... Hagamos la experiencia esta misma noche, en un garaje que es más grande en superficie que el lugar donde uno mora... Apagadas todas las luces, si se enciende una llama veréis los confines, las sombras no la "apagan"... Y de postre lo que sigue: tras el garaje, súbete y si no estas en las ciudad -que las eclipsan- mira las luces lejanísimas que titilan en ese mar de estrellas.
Un Faro en la portada dice tanto tanto que quien pase de largo y no lo vea tan rico rico bien tendría que leerte, al menos un poquito. Sin duda se extasiaría. Porque eso es lo que pasa con los niños que miran... una vela, una luciérnaga...
Publicar un comentario