Tesa está un poco enfurruñada porque quería escribir ella; pero como es tan buena, al final se ha conformado con paz.
Quería contaros algunas cositas bonitas que pasan en nuestro nuevo hogar. Y la que se lleva el primer puesto es que desde aquí escuchamos campanas. No sé qué iglesia será, lo investigaré (estas cosas sólo ocurren conforme te acercas al centro, ¿cierto?). El caso es que... ¡nos encantan las campanas!. También ocurre que, cuando empieza a anochecer, desde la ventana de mi salón se ve la luna: ¡una pasada!. Y que la casa es mucho más grande pero parece mucho más pequeña; probablemente porque todos los días viene la familia a vernos. Tesa ya no se queda sola casi nunca, cuando voy a Misa mi nuevo párroco al verme se acerca a saludarme sonriendo, en la calle hay silencio, y en el orden que vamos creando paz. Es cierto que todavía siento pena: es lo que pasa cuando acabas un libro con un final triste. Pero igual que se pasa de página se cambia de libro, y en eso estamos. ¡Y más de adviento que nunca! No ha aparecido la corona, pero presiento que hoy, al fin, encenderemos las velas. Prometo foto si sucede el esperado acontecimiento. ¡Feliz domingo a todos!.
PD: hogar es donde te entienden. Aquí una imagen perfecta del nuestro...
1 comentario:
letare... es luz, es sonido de campanas que llaman a la cita grande de la semana, es el clic clic de las uñitas de Tesa que viene por el pasillo moviendo la colita, es ese rostro que cambia de repente cuando ves una cara amuga en la puerta de tu casa... gracias por todas las gracias que nos ha dado tu amor, dice un himno de la noche.
también queremos decirlo a esta hora primera del día.
gracias siempre, aqui y siempre, hasta el cielo, infinitamente.
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