martes, 3 de mayo de 2016

Estadística

Nunca he comprendido bien la estadística.
No en vano la he suspendido repetida veces.
No me había rendido con ella oficialmente,
pero siento que ya va siendo hora...

Querida estadística: lo nuestro es imposible.
Me hablas y no te entiendo.
No es culpa tuya: es que soy de letras puras.
He conocido a las palabras y las amo más que a tus números.
Lo siento. El corazón tiene... esas razones que la razón no entiende.
A estas alturas, nuestros problemas de comunicación
no digo que sean insalvables,
pero no me merecen la pena más esfuerzo;
no me compensan personalmente.
Llámame egoísta. ¡Me llaman tantas cosas últimamente!

Liberada de esta estupidez
que dice que mi 25% de ayer no era mi 100%,
que a los 40 tengo más posibilidades 
de ser alcanzada por un rayo
que de encontrar el amor,
que soy lo que hago,
que tengo tantas probabilidades de aprobar el práctico
como de suspenderlo...
me pongo en marcha, al abcde%.
"Tal vez las paredes ladren y el techo empiece a correr",
y a mí me suena bonito. Así, sin lógica.
¡Que caiga "la bomba universal"!.
Yo sé "lo que me hace grande",
y no depende en absoluto de estadísticas,
aunque me haya caído más veces de las que he sabido levantarme.

De nuevo gracias a mis chicos de Vetusta Morla.
Me visto y me voy a conducir un rato,
a ver "qué asoma detrás",
con la canción sonando de fondo 
en el MP3 que llevo de fábrica instalado en mi interior.

4 comentarios:

Hadasita dijo...

Y si vuelvo llorando, ¿qué pasa?. ¿Deja el mundo de girar?. Y si suspendo, y si no lo consigo, ¿eso me empequeñece?. ¿No tiene valor el esfuerzo en sí?. ¿Los intentos no cuentan nada?. No soy lo que logro, gracias a Dios. Entre pañuelos también suena la música...

Hadasita dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=nk0d-vEJzfQ

Yo también lo he comprobado. Mis niñas del cole son ENORMES. No es lo que hacen, sino cómo lo hacen. No son sus logros, sino la vida que inyectan con su esfuerzo. Y vuestra canción les llega, como a mí. Será que tiene verdad...

Hadasita dijo...

Aprovecho que me acabo de cargar el ratón del ordenador y que hoy parece no tener sentido nada para hacer otra declaración. Pucho: me la reflanflinfla tu juventud y tu novia. Tu pasión me vuelve loca. Desde ya te añado a la lista de los treintaitantos hombres que me tenéis enamorada. Y si esto fuera WhatsApp aquí vendría corazoncito, corazoncito, corazoncito.

Angel dijo...

Las matemáticas con sus aporías y sus números complejos... cuando menos marean. Cierto y comprobado aunque sean exactas. Quizá es porque con los números no se "conoce" a la gente y todo se queda enjaulado en un código de barras, o un sistema binario siempre virtual... Que a mi es lo que me parece: que los números son abstracciones y no dicen-escriben como las letras. Quizá por eso también choquean los misterios cuando se cuentan con cifras que hay que descifrar: ahi esdtán las maravilas de "los dos una sola carne" o la famosa "Trinidad", o la "Iglesia-Familia-Comunidad" donde sus miembros -como en la mano los dedos- son todos distintos pero van a una; y qué decir de aquel famoso 3 + 1 de los mosqueteros...
Documentado, medido, baremado: la asignatura desastre en el cole fue de siempre "mates", ahí veníamos a morir toditos los alumnos menos los empollones; hasta mi Buen Jesús -dicen las malas lenguas- no sabía... o quizá es que a los de letras (poetas cuando hablan de misterios, que por eso hay que pillarlos)los números les pierden: el Pastorcico que se subió al Arbol (de la +) es el que nos dice que 99 no valen más 1; o que el todo=infinito que se da no vale más que el x 1 que se gana. Esto sí que son paradojas y cábalas de nivel superior. Aquí si que los números queman por dentro. Aqui sí que la sangre se espesa en un latido de los pobres y se también aquello de venderlo todo por conseguir... el TODO, que es lo que hizo Pizarro con las naves -a cero- y otros tantos para conseguir x + infinito...
Me río también de esa forma de argumentar (falsa a más no poder) en la que te dicen aquello "9de cada 10" recomiendan tal producto o que los tales recomendados sean 0,0... yo se lo que me digo.
En fin y en acabando: las palabras siempre fueron más cordiales, más amigas de lo que llevamos dentro. Por eso mismo se musicalizan y nacen las canciones. Por eso Vetusta nos llega y no tanto el calculo algebraico de ciertos algoritmos o teoremas asesinos como el de Haar...
Por eso me gustó siempre más la expresión de Dios y tú (aunque sea 1 cero; o es 0 uno?) porque siempre suena a beso infinito de todo un Dios que me quiere y al que -aunque le midiéramos con todos los ceros posibles- nunca lo definiríamos en su abarcante amor y mucho menos en esa su cercanía con que se hace pequeño, a mi medida...
Las letras son más personales

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