Hace unos cuantos años, cuando cumplí los 30, me regalé un directo de Amaral en la plaza de toros de Valencia. Allá me fui, solita, en medio de un montón de gente. Y la verdad es que me lo pasé bomba. Hoy que cumplo algunos más no ha habido concierto, ni fiesta, ni siquiera vela. Ni lo he echado de menos. Será la madurez, quizás. Hay demasiada cosa superflua e insustancial en casi todo lo que hacemos. Yo estaré contenta si durante los próximos 365 días el Buen Dios permite que al fin encuentre mi sitio, sea lo que sea: un lugar, una vocación, un país, un trabajo, una persona... MI SITIO. Y si no, el año que viene se volverá a intentar. Las canciones, como los sueños, no tienen fecha de caducidad.
1 comentario:
Intento escribirte en skype pero no llegan mis mensajes!!!!
MUCHISIMAS FELICIDADES!!!
Espero que hayas disfrutado del día y dale gracias al Buen Dios por este DON.
Un abrazo!!!
María M
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