La hipocresía en forma de piedras, de insultos, de escupitajos.
Los “justos” contra los injustos se ceban con el Justo.
Camino de la Cruz, Carmen y Jesús…
Y cae Jesús por vez primera.
Adulterio. Del tipo que sea. Carmen dijo “sí” e hizo no.
Fue pillada, juzgada y sentenciada.
Y la condena la cumple el Señor, sin haber delito en Él.
Castigado sin juicio justo.
Carga Dios con el pecado ajeno…
el de Carmen, el tuyo, el mío.
“Carmen: no peques más…” (Jn 8, 11).
Y Carmen se levanta. Y con ella Jesús.
La gente sigue gritando, cada vez más fuerte.
Sus palabras son claramente groseras.
Sus burlas, casi diabólicas.
El peso de la cruz crece.
Y cae Jesús por vez segunda.
Egoísmo. Del tipo que sea. Carmen dijo “tú” pero hizo yo.
Y nadie quiere perdonarla.
Nadie, salvo el Señor.
A derecha e izquierda, gente cargando piedras.
Sus gritos, aullidos de lobo hambriento.
Y en medio del Vía Crucis, ella, su pecado y Dios.
“Carmen: no peques más…”
Y Carmen se levanta. Y con ella Jesús.
Ambos agotados. Ambos destrozados.
Desollados por el pecado: el propio y el ajeno.
Mira el Señor compasivo a la gente del camino.
Y la cruz le va hundiendo de tanto peso asumido.
Cae Jesús por vez tercera.
Idolatría. Del tipo que sea. Dijo “Dios” y fue herejía.
Quiso vivir a lo grande - ¡como Dios!- pero sin Dios.
Oropel en vez de oro. Copo de nieve, no perla.
Saco roto, cisterna agrietada.
Carmen, ardor febril: pecado, caída, miseria.
Cristo, Amor sin fin: los clavos, la sangre, madera.
Muere Cristo en el Calvario.
Calla la Tierra dolida.
Lloran ángeles y santos.
Ya ha acabado la agonía.
El griterío ha cesado.
El juicio es piedra caída.
La muchedumbre ha marchado.
La luna gime a escondidas.
Y Carmen viste de fiesta.
¡Volvió la oveja perdida!
Su cuenta ya está saldada,
y la tuya, y la mía.
A precio de Sangre ajena
llega el perdón y la Vida.
Jesús, los brazos abiertos.
Mentira y muerte vencidas.
Con la sangre del Costado
Carmen limpia sus heridas.
“Yo tampoco te condeno:
no peques más, niña mía”.
Y en el banquete de bodas
la Mesa ya está servida.
La cuenta la pagó el Novio:
la novia está redimida.
2 comentarios:
El que te ha bajado la nota he sido yo.
Es buena pero tú puedes hacerla sublime y desde luego, no conformarte con menos de 'muy buena'.
Tiene gracia, porque sin duda -junto la historia de Choco- para mí es lo mejor que he escrito, jeje. ¿Cómo la mejorarías tú?
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