viernes, 31 de agosto de 2012
Buenos momentos
Han sido momentos breves.
Todos los momentos buenos lo son, ¿a que sí?.
Pero los hemos disfrutado mucho.
Tesa se asomaba al balcón y dejaba que el valle se le grabase en la retina. Hadasita hacía ramitos de lavanda para la casa. Y yo he sido feliz viéndolas disfrutar.
No hay nada más importante.
Y el lunes, cuando volvamos al cole, el disgusto no podrá borrarle a Tesa el recuerdo del valle, ni dejará mi casa de oler a lavanda.
Los deberes no apagarán nuestras risas.
Llegará un día en que los buenos momentos lo invadan todo.
El Cielo que espero son unas enormes Merindades de Valdivielso rebosantes de maravillas, donde disfrutar a tiempo completo y por siempre jamás.
Es un viaje que, seguro, algún día acabaremos haciendo.
Mientras, preparamos sin prisas la mochila y los libros, con tristeza pero sin amargura.
Seguro que el nuevo curso también trae consigo algunos buenos momentos.
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