- Yo quiero ser profe, como mi mami.
- Pero Tesa, ¡si ya lo eres!.
- No me entiendes. He dicho que quiero ser profe...
- Sí, te he escuchado. Y repito que ya lo eres.
- ¡Pero yo no enseño cosas a los peques!
- No, pero nos enseñas cosas a los mayores.
- ¿Qué cosas?
- Tesa, bichito. Yo he visto en acción. Te sientas a mi ladito, en silencio, mirando todo lo que hago aunque no entiendas nada. Tú todo lo miras con interés, porque lo hago yo. Siempre quieres estar conmigo, aunque no sepas qué estoy haciendo. Tú me das lo que tienes: tu compañía, tu cariño. Y vives tranquila, sabiendo que en cualquier momento te caerá un mimito, una palabra bonita, un huesito... Y así es. Y eso que tú haces, querida Tesa, me enseña a mí mucho. Cuando no sé cómo orar me acuerdo de tí; y me pongo cerquita del Señor, en silencio, aunque no entienda nada. Y allí me quedo, mirando lo que hace, aunque no sepa qué es. Y al ratito me viene la paz: en cualquier momento escucharé esa palabra de cariño, vendrá un mimo, un regalito, un pequeño premio que me haga saber que mi compañía le agrada. Como a mí me agrada la tuya...
(No había acabado de escribir estas líneas cuando me ha interrumpido una avalancha de lametones, acompañados de un movimiento de rabo descontrolado. Parece que mi peludita lo tiene todo claro).
1 comentario:
guau!
Querida Tesa: yo también he aprendido mucho desde que te conozco y se p.ej. que las cosas tienen olores vivos ademas de los colores -mas bien grises- de la ciudad.
También he aprendido que hay un tiempo para cada cosa y que despues de vigilar la casa -yo mis cosas- hay un tiempo del todo necesario para darse un garbeo y oxigenarse y tratar con los amiguitos.
He aprendido obediencia y contemplación -que sé cómo me mniras- y que el tiempo corre a nuestro favor cuando lo invertimos en estar con la gente que nos importa.
Sé que hay que ser humilde porque vosotros los animalitos no tenéis ni sombra ni reliquias del pecado original y por eso no podemos ir con esos humos con que vamos los humanos.
Contigo sé lo que valen los cariños y los mimos y el calor de estarse cerca unos con otros. Y no lo digo porque ahora los dias se hacen mas cortos y umbríos sino porque ese fueguito es el que calienta el corazón...
En fin, querida Tesa, te veo y aprendo de lo mucho que tu aprendes también. Porque no te pierdes una catequesis ni una clase de inglés ni ninguna de esas asignaturas de Román... Y te admiro porque no te cansas nunca, porque eres perseverante y sabes estar ahi, dia tras día. Porque alguien dijo que la perseverancia es la madre de todo: es la que hace que los nenes lleguen a personas construidas y los matrimoniuos al oro del sacramento.
Yo que soy cura se que tú curas con eso bueno que puso Dios en ti y por eso me gustaría ser también como tú al lado de mi Pastor.
Ah, se me olvidaba decirte otra cosa que es importante: se que a veces hay sustos y gente que te amosca y por eso ladras; y sé que hay emociones fuertes que te hacen saltar el corazón... Pues eso, he aprendido que lo malo hay que sacudirselo así como haces tu: desde las orejas a la punta de la cola. Guau! Eres grande Tesa, aunque muchos te vean mas bien chiquita... Guau! y hasta otro rato que nos veamos, que se que tu turbohélice se dispara cuando me ves...
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