Estoy en pausa, pero no quieta.
Estoy en lo que San Ignacio llamaba "no hacer mudanza".
Estoy manteniéndome, y con firmeza además.
Estoy en espera, pero no una espera pasiva
sino viva, esforzada, perseverante.
Quizás no sea tiempo de tomar decisiones importantes.
Porque...
Pero, sin hacer mudanza, donde estoy, queda mucho trabajo.
De orden. De limpieza, De oración. De paciencia. De perdón.
De escucha. De replanteamientos.
De relecturas y reinterpretaciones.
En pausa, si, a la expectativa. Pero no parada.
Cogiendo aire y cargando fuerzas para lo que siga.
Esperanzada, creyendo que será mejor.
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