viernes, 15 de agosto de 2008

El poder de las palabras

Sobre este tema tendrán mucho que comentar los filólogos del blog, sin duda. Las palabras tienen un poder asombroso. Dice un refrán que la "lengua no tiene huesos, pero los rompe y bien gruesos". Gracias a Dios no es sólo eso, auque también. Existe la versión contraria: Jesús decía un "quiero", y el enfermo sanaba...

Sé, por experiencia, la fuerza que tiene un...
- "¡Adelante, sin miedo!", oído al final de una confesión.
- "Gracias", después de una tarde en el Uval hablando de la cooperativa.
- "Hipócrita", de boca de una persona a la que has querido, porque no acepta que decidas comenzar de cero.
- "Sólo quería mandarte un saludo y mucho ánimo. No dejes que nada ni nadie apague la luz que tú das a mucha gente que te quiere. Desde donde nace el "Mundo" muchos besos", en un email bendito de esos millones que no tengo que bloquear.
- "Soy tú", dicho por la persona amada, haciendo referencia a que tu felicidad es la suya.
- "Bueno, bueno, bueno...Estese tranquila. No dilato y ahí llego ya nomasito y platicamos.Va pues!", palabras que me hacen sonreir y me sacan los mocos de pura emoción, porque tienen como intención removerme la alegría con la que llené mi maleta en Nicaragua.
- "Desafiando el oleaje, sin timón ni timonel, por mis sueños va -ligero de equipaje- sobre un cascarón de nuez, mi corazón, de viaje", escrito por Sabina y cantado por Ana... y por mí.
- "¡¡Guau!!", seguido de trillones de lametones, respuesta a mi "Buenos días, princesa" con el que abro la puerta a Carry cada mañana.
- "Te quiero, monilla. Pha, pha, pha", lenguaje típico familiar, sabor a hermanas.

Es cierto que la lengua no tiene huesos, pero los rompe y muy gruesos. Y también es cierto que las palabras tienen el poder de mover corazones, hacer brotar sentimientos, reavivar lo mejor de las personas, levantar del suelo, lanzar a volar...

Al final, las palabras que calan son las que te dicen quienes tienen peso en tu vida. Cuando una persona buena, sensata, madura, con criterio y con intención recta, te dice algo -bueno o malo-, siempre te hace crecer.

Y una se descubre repitiendo palabras que antes ya ha escuchado. Porque a hablar se aprende, y a cómo hablar también. De lo que recibes das. Quien lleva amargura, amargura es lo que transmite. Quien lleva agradecimiento, no puede más que decir -deciros-: ¡¡¡GRACIAS!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que tienes razón, las palabras son un arma de doble filo… Pueden hacer mucho daño, por eso hay que controlarlas bien, pero a la vez pueden hacer mucho bien… con tan solo una palabra hay que ver cuántas sonrisas y alegrías se pueden desatar…

¡Que la Virgen te bendiga en este hermoso día de la asunción!

Anónimo dijo...

Esther!!!
Cuanto teimpo!! desde abril no?? y no sabia que habías estado en Nicaragua. Convivo con 4 nicaragüenses. Me ha alegrado que conocieras su tierra porque tengo gente muy querida que es de allí.
Sólo te escribo para saber si te llegó mi correo con la invitación a mi profesión. noimporta que publiques este mensaje.
Un beso. Rezo
María (cole)

Hadasita dijo...

María querida: sí me llegó, ya te confirmaré si puedo ir o no. ¡Qué alegría verte por mi blog! Me alegro que te gustara la entrada que te dediqué. Ya me contarás. Yo también tengo trillones de cosas que contarte. Da un abrazo a las chelitas que conviven contigo, diles que me enamoró su tierra. Te llamo en cuanto pueda. Un besote, mi niña!!! (PD: eres la excepción, en muchos sentidos, y estoy orgullosa de tí, que lo sepas).

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