lunes, 4 de agosto de 2008

Una breve meditación sobre el amor

Ando leyendo un libro que se titula "Amores altamente peligrosos". Nunca nadie antes me había enseñado que había formas de amar que eran dañinas, aunque yo misma -por experiencia- me había dado cuenta que se puede amar mejor o peor.

En nombre del amor justificamos conductas destructivas, que dudo que sean buenas (ni para el cuerpo, ni para los sentimientos, ni siquiera para el alma). Creo que sufrir por amor es una pérdida de energía absurda, si ese sufrimiento no va encaminado a buscar el bien mayor para la persona amada, en cuyo caso deja de ser sufrimiento para convertirse en entrega alegre. El amor de verdad, o hace felices a ambas personas, o no es amor. Y me refiero tanto a la relación de pareja, como a la amistad, o al amor al prójimo en general.

Si uno de los dos crece a costa de que el otro encoja, eso no es amor.
Si uno de los dos tiene que autotraicionarse para contentar al otro, eso no es amor.
Un amor que asfixia, que agobia, que invade al otro, no es amor.
Un amor que se sale con la suya a base de chantajes afectivos, no es amor.
Un amor que no sabe esperar, respetar, acompañar, no es amor.

El amor es gratuito.
El amor halla su felicidad en hacer feliz al otro.
El amor no tiene miedo a hablar, porque siempre dice las cosas con cariño.
El amor llena de luz la vida entera.
El amor da sentido y grandeza a todas las cosas pequeñas que forman nuestros días.
El amor engrandece al amado y al que ama.
El amor hace que uno quiera ser mejor, para ofrecer lo mejor al otro.
El amor respeta y se enorgullece de la dignidad y los principios del otro.
El amor crece hacia arriba, salta hacia adelante, se prolonga al infinito.
El amor acerca a Dios.

Y sí: todo esto tiene que ver con Nicaragua.
Y no: todo esto no sólo tiene que ver con Nicaragua.
Digamos que es simplemente una breve meditación sobre el amor.

12 comentarios:

Álvaro dijo...

a

Anónimo dijo...

te dije que ese libro no te iba a aportar nada nuevo y que era una caca, por lo que estuviste leyendo.
Además creo que eso ya lo sabias antes de empezar a leer el librito.
tambien te digo que si el amor no duele un poquito no es amor

besitos

ciao!

Pd: ya no soy tan inutil he conseguido poner e ir cambiando un reproductor en mi blog:D felicitame, bueno no, que yo ya me adoro bastante solita;)

Hadasita dijo...

Ali, cariño: lee el libro entero y luego me lo comentas. De caca no tiene nada. Y a veces la lectura es buena, no sólo por descubrirte cosas: también por recordártelas. Y felicidades por el reproductor, está muy chulo.
Álvaro, mi niño: tu comentario es de una profundidad abismal. Propio de un filólogo de talla como tú. Jajaja. Me he reído mucho. Eres genial. Por cierto: b.

Álvaro dijo...

¡¡Jajjaja. Me alegro que te haya gustado mi comentario, Ester; sí, propio de un gran filólogo como yo..., ejem... Lo cierto es que fue sin querer: había escrito un comentario que hasta los mejores escritores se frotarían las manos y se les haría la boca agua, pero a la hora de enviarlo hubo un problema y ya no lo pude recuperar. En fin, como ahora no me siento con fuerzas para coger (¡¡ups, perdón, agarrar) la pluma y el papel, ya te haré un “breve” comentario mañana. Por cierto, tengo un poema que enseñarte para que me digas tu opinión. Creo que la mejor crítica es la propia, y precisamente la mía no me convence, por ello quiero oír vox populi (la voz del pueblo -sabio, añado yo-). ¡¡Muchos besos, Estersita; que me le vaya bien.

Anónimo dijo...

dudas de mi capacidad lectora??? cuando en 15 dias que te has pirado me he leido casi un libro por día??? solo te digo que ese libro es muy malo, pero si hasta los ejemplos son nefastos y esta mal escrito. No digo que la intención del libro sea mala, solo digo que es muy malo el libro, y que no hay nada que tu sentido común y tu lógica no supieran ya.

besitos

ciao!

Hadasita dijo...

Álvaro: pásame ese poema, y yo te lo critico encantada.
Ali: de acuerdo contigo en todo, excepto en lo de que el libro es malo. No lo juzgues por un párrafo fuera de contexto.
Besitos a los dos.

Hadasita dijo...

Y más:
"Porque sólo el sufrimiento enseña a amar en espíritu y en verdad.
El amor no es deseo, sino obediencia.
El amor tiene que aprender soledad para ser puro.
El amor es paciente, porque se cree sin derechos.
El amor es afable, porque todo lo recibe como gracia.
No se jacta ni se engríe, porque el dolor le ha hecho humilde.
No lleva cuentas, porque no sabe calcular.
Disculpa siempre, se fía siempre, espera siempre, aguanta siempre".

(Javier Garrido: "Grandeza y miseria del celibato cristiano").

Anónimo dijo...

y digo yo una cosa, por qué narices se vuelve a hablar de este tema ahora? creia que habia quedado en el cajón del olvido.
pero lo del libro, buff, es que ese párrafo estaba muy , pero que muy mal escrito... no creo que el resto sea mejor si ese es tan malo, pero el próximo día que nos veamos si eso me lo dejas y te digo si es bueno o no...

paloma quiere darme no se que para que te lo de, es un regalo, cuando lo tenga en mi poder te lo haré llegar

besitos

ciao!!

TukiSanDesu dijo...

he leido esta entrada...la verdad es que no se el libro cual es,pero en el comentario de esther donde pone un pequeño parrafo del libro...me he quedado con algo que verdaderamente me ha llamado la atencion...
"El amor no es deseo sino obediencia"
me gustaria poder leer un poco el libro para ver en que contexto esta escrito...no quiero hablar antes de saberlo...solo puedo decir algo sin animo de faltar...obediencia de que a quien?de hombre a mujer?de mujer a hombre?o de ambos?,espero que si esta en un contexto sano,lo hagais saber,ya que podria crear mucha confusion,a mi me la ha creado

besos
Marta

Álvaro dijo...

Siguen pasando los días, impertérritos, lánguidos..., parece que carecen de toda vitalidad desde que volví de una tierra hermosa de América Central. Pero eso es tan sólo una impresión, pues el choque que ha supuesto en todos nosotros la experiencia de Nicaragua, ha de servirnos para seguir, siempre, hacia delante; para que los buenos propósitos y disposiciones, así como las virtudes que allí acrecentamos, no se vengan abajo tan sólo por estar de regreso en España. Es cierto que aquí la situación (de todo) es muy distinta, y no necesitamos pasar las penurias que allá están condenados a soportar, pero no por ello hemos de desterrar inexorablemente lo que nos ha hecho cambiar al otro lado del charco (cada uno sabe: personas, situaciones, momentos, imágenes...; aunque, sobre todo, personas). De todos modos, una vez has compartido con ellos la vida, te das cuenta que no todo son calamidades en sus días. ¿Cómo no recordar con especial cariño y admiración sus rostros dulcificados con una sonrisa? ¿O los abrazos de los niños brindándote multitud de caricias? Y las risas, la espontaneidad, la alegría expresada en sus gestos, miradas y palabras. En fin, creo que creo, que Nicaragua es una droga beneficiosa, un elixir que hay que probar, unas personas que hay que conocer...

Hadasita dijo...

Primero contesto a Marta: entiendo que no se refiere a la obediencia del hombre a la mujer, ni de la mujer al hombre, sino de ambos a Dios (la cual debe primar sobre el deseo, que no por eso deja de ser importante).

Álvaro: te entiendo a las mil maravillas. Comparto contigo el sentimiento a tope. Y es verdad que la vida sigue adelante, pero... ¿no es cierto también que aquí no es lo mismo? ¿A que nos queda cierto vacío irremplazable? ¿A que tú también me entiendes?

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la aclaracion,pero si de verdad quieres leer un libro,donde te enseña a ver el amor practicamente igual que lo que mencionas(a excepcion de tener a Dios como centro de sus vidas)te recomiendo "El Penultimo Sueño" de Ângela Becerra...
Solo te digo que no es la tipica historia de dos enamorados que se besan y no paran...te sorprendera,y al final,lloraras de la alegria y no de la tristeza

un saludo

Marta

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