lunes, 8 de septiembre de 2008

Con amabilidad y profesionalidad

La vuelta al trabajo ha traído, como consecuencia primera, pasar gran parte de mi día en la ciudad. Cambiar el césped por el asfalto, los pajaritos por personas corriendo con cara de agobio ya a las 7 de la mañana, y los verdes pinos por autobuses amarillos y rojos. En uno de estos últimos he visto hoy un cartel publicitario no sé de qué, la verdad (tampoco me he fijado: seguramente era de algo que -gracias a Dios- no necesito en absoluto y que jamás compraré). Lo que sí me ha llamado la atención es cómo anunciaban el servicio: "Con amabilidad y profesionalidad". Me ha hecho gracia, porque lo ponía como si fuera algo exclusivo de ellos. Cuando, en realidad, se supone que todos realizamos nuestro trabajo con esas dos características (y quien no lo haga así, que se revise).

Inevitablemente, por ser 8 de septiembre, me ha venido a la cabeza María. Y he imaginado cómo sería su trabajo en el hogar de Nazaret. Y he retrocedido todavía más: al de Ana o al de Joaquín. Y el de José el artesano, cuando todavía ni se imaginaba hasta qué punto iba a cambiar su vida. Y el de Dios y sus designios. Y me he preguntado si Él también trabaja con amabilidad y profesionalidad sus obras.

El único texto que tenemos sobre la natividad de María es un apócrifo: el protoevangelio de Santiago. Ninguno de nosotros sabremos hasta el final qué hay de historia y qué de ficción en el relato; aunque algo sí podemos intuir. De cualquier forma, no ha dejado de parecerme tierno el trato del Buen Dios hacia los padres de nuestra Señora... "El Señor ha escuchado y atendido tu súplica" le dice a Ana. Y les nació María, llorando como hacen todos los bebés; que aprendió a andar, a cantar, a jugar, a orar como hacen todos los niños. Mujer de nuestro pueblo, de nuestra masa, corazón de carne, mirada limpia, manos trabajadoras. Ahí está la obra de Dios, que ni se impone ni hace chapuzas, que sabe trabajar en equipo, que sabe esperar el momento oportuno: amabilidad y profesionalidad al 100%.

"Y se hablará de tu progenitura en toda la tierra"...

4 comentarios:

angelito dijo...

albino... asi se llamaba el amigo de su padre... murio de accidente en el trabajo, en la siderurgia... y quiso honrarle haciendo que el nombre lo llevara su familia... y le nacio un hijo y se lemurio... y le nacio otro y lo mismo... y otro... y llegó por fin nuestro personaje y aunque nacio flojito, sobrevivió a las enfermedades infantiles; luego le vieron listo y lo metieron a estudiar. y saliò piadoso y se metiò al seminario... luego le ordenaron sacerdote y luego obispo... y al final llegó a Papa y tomó aquel nombre que llevaria nuestro Papa Grande. Pero vivió poco màs de un mes... y voló al cielo con la sonrisa puesta y el corazón lleno de luz... antes de morir, en esos días pocos que tuvo, se reunió con los seminaristas de roma y les decia poco mas o menos que hay que prepararse, que el tiempo de formacion hay que aprovecharlo, que si el llega a saber que le iban a hacer Papa, se habría preparado a conciencia...
Bueno, por la humildad se conoce al santo. pero lo interesante es que dios ya le tenía calado el corazón... si alguien era amable, ése era albino; si alguien era "profesional" (vocacional) era nuestro papa bueno de la sonrisa...
y me quedo con la lección: hoy es el dia mas importante de toda mi vida pues estoy preparando el futuro donde voy a vivir el resto de mi vida...

Hadasita dijo...

Dice Silvio Rodriguez en una canción ("Al final de este viaje") que "Estos años son el pasado del Cielo"...

Carlos dijo...

Hola mucha suerte y que te vaya bien en la vuelta al trabajo.
Saludos Carlos

LUCIANA COSTA - (LULLY) dijo...

Hola yo soy Luciana e vivo en Brasil. Me gusta mucho Es (Espanha) e voy a estudiar en una universidad que llama Carlos III. ?usted conece? los días passan muy lerros en Brasil...ahahah...yo quiero que lo día de irme si cheg.
mucha suerte para usted!

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