Hay cosas que no se pueden comprar, pero no por eso son gratuítas.
Yo, por ejemplo, no creo en la gratuidad del amor.
Creo que un amor que no es recíproco no es un amor sano. No sólo no enriquece al que ama, sino que lo humilla, lo quema, lo destroza.
No creo a las personas que dicen amar sin esperar nada a cambio.
Y no se trata de un comercio. Sino de la esencia misma del amor, que pide ser correspondido.
Y no tengo más que recordar la decepción y tristeza profundas que sintió el mismo Jesús cuando sus amigos lo dejaron tirado en el momento crucial, para darme cuenta que no estoy tan lejos de la verdad.
Amor con amor se paga.
Porque no hay nadie que pueda vivir sin amor. Como nadie puede vivir sin aire.
¿Qué hubiese sido de María sin el amor de José? ¿Y de José sin el de María? ¿Y del Niño sin el de José? ¿Y de José sin el del Niño? ¿Y del Niño sin el de María? ¿Y de María sin el de su Hijito? Por eso se llaman familia: no porque no tuvieran problemas, sino porque se amaban los unos a los otros. Ese amor es lo que celebramos hoy. Por eso es fiesta. Sí: ¡el amor es una fiesta!
Gracias a todos los que me queréis, así, tal como soy. ¡Gracias, familia!
8 comentarios:
creo que era algo asi: un corazon solitario no es un corazon...
Al menos no un corazón sano. Un corazón solitario es una pasa. Por cierto: ¡gracias, Angelito, por ser mi hermano!
Te equivocas en eso, Esther. El amor de Dios es totalmente gratuito. Dios nos ama gratis, independientemente de lo que seamos, de lo que hagamos, de lo que pensemos. Nada podrá separarnos del amor de Dios. Él ha dado su vida por nosotros cuando éramos malvados y pecadores, ha muerto en la cruz por puro amor al hombre.
Ahora bien, es cierto que de nosotros no sale este amor gratuito, que siempre esperamos ser correspondidos, que somos incapaces de amar a aquel que nos hace daño. Esto es imposible para el hombre, salvo que este hombre haya conocido el amor de Dios, que se haya sentido amado por Él gratis, cuando no lo merecía por sus pecados. Entonces, cuando tú conoces este amor, también puede salir de ti (por pura gracia) este amor gratuito hacia el otro, porque lo justificas, porque sabes que tú no eres mejor que él, porque sabes de Dios te ha querido primero a ti cuando tampoco lo merecías. Ahora, el poder amar de esta manera no es propio de la naturaleza del hombre. Una y otra vez constatamos en nuestras relaciones que no podemos amar a aquel que no nos ama (mucho menos a un enemigo, claro está), que de nosotros sale otra cosa. Pero, insisto, a pesar de esto, Dios nos sigue amando GRATIS.
En cuanto al amor en una pareja, si no es correspondido es muy amargo, y puede ser tan doloroso que, efectivamente, mejor dejarlo, desistir o alejarse, lo cual no quiere decir que por eso dejes de amar a esa persona. No depende de nuestra voluntad.
Un abrazo muy fuerte, se nota que eres muy especial y un encanto de persona. Te deseo lo mejor para el próximo año.
Gracias, Isabel, por tu comentario. Aunque sigo discrepando. De hecho, creo que Dios sólo nos pide una cosa: que correspondamos a su Amor. Él, que es Amor en estado puro, no puede desdecirse de su propia naturaleza y dejar de amarnos; por eso llamamos a su Amor "gratuito", porque no depende de nuestra correspondencia, sino de su esencia. Pero no te equivoques: amor pide amor, siempre. Y entre personas humanas mucho más. ¿Defíneme pecado? ¿no es, acaso, ausencia de correspondencia al amor -de Dios o del prójimo-? ¿y el pecado no deshace al hombre por dentro? Porque no basta amar para ser felices. Estamos hechos para amar y ser amados.
Feliz año nuevo para tí, Isabel; y bienvenida a este rinconcito en la red, que también es tuyo.
Esther..!!!oooOoO..Hadasita...!!
·Bueno..nose..Feliz Navidad & Feliz Año Nuevo Para las 2, pero tambien para Tesa.
·Un Besito Muy Fuerte Para Las 3!
·Desi
Desi, ¿mi Desi de 4ºB, verdad?. Muy feliz Navidad y año nuevo a tí también. Tesa te manda un lametón, jeje. Un abrazo, bonica.
De res, carinyet!!
27000 visitas no son nada comparadas con las que deparará el próximo año, que traerá, sin duda, nuevos retos y proyectos.
Gracias por tu pluma tocada por la Gracia y por tu corazón rebosante de "sapientia", que nos revela a todos verdades que creíamos ocultas.
Tu voz -que agrupa a todas las nuestras- es como la de aquel gaucho errante que cantaba:
"Gracias le doy a la Virgen,
gracias le doy al Señor,
porque entre tanto rigor
y habiendo perdido tanto,
no perdí mi amor al canto
ni mi voz como cantor".
Sí; uno no puede "amar por los dos".
El cielo es azul, el agua moja... y necesitamos amar, pero también ser amados.
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