Un paje real me hizo llegar en fin de año este reloj, con un mensaje: "Ahora". O al menos eso creo que pone, porque la letra es bastante... confusa (lo escribiría con prisa).
- Hadasita, ¿tú qué lees aquí?
- A-ho-ra.
Muy bien leído, siguiendo con el dedito debajo cada sílaba con todo el cuidado.
- ¡Ahhhh! ¡Qué chuli! ¡Vas a estrenar el reloj con el año!
Tiene razón mi nena: es chuli. Ese "ahora" pone la hora a punto para que, en cada tic-tac, mi año sea nuevo.
Ayer escuché en una peli: "La vida no se vive por las veces que respiras, sino por los momentos que dejan sin aliento". Y me gustó. Porque según los ojos que miren la realidad, hasta un simple reloj puede ser la cosa más chuli; y se puede vivir en un ¡ahhh! continuo que nos deje sin aliento viendo lo bonito que es lo cotidiano que nos regala la Providencia a cada instante. La vida se dispara... tic... ahora es mejor, mucho mejor... tac... y ahora aún más... tic... ¡y a ver quién nos va a parar!... tac...
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