Y me ha recordado lo importante que es el ahora para mí ahora.
No creo en las casualidades:
creo que Dios está detrás de todo, lo bueno y lo malo.
Con lo que de conflicto con Dios me acarrea a veces esta creencia.
Pero justo ahora no puedo permitirme no aprovechar el ahora.
Porque ahora hay personas que me apoyan.
Ahora hay quien reza por mí.
Ahora estamos en cuaresma.
Ahora, si pido ayuda, obtengo respuestas.
Ahora es ese adverbio de tiempo que no es ayer, ni mañana,
que ni es fatuo, ni duele, ni enerva.
A cada día le basta su afán.
Ahora yo escribo. Y ahora tú me lees.
No espero para construir. Tampoco para destruir.
Elegir un camino es dejar otros,
y de todo comienza a hacer ya mucho tiempo*.
¡Gracias a Dios!.
Yo creo, espero y empiezo a amar este ahora.
Porque "Ahora es tiempo favorable,
ahora es día de salvación" (2Cor 6,2).
*Bunbury: "Porque las cosas cambian".
3 comentarios:
Hora es cuando la Juani y el manuel se derrumban porque no le ven la cara al asunto; ahora es cuando Isabel necesita una lavadora y ahora es cuando Sara ya puede duchar a sus siete con agua caliente porque ahora es cuando ya tiene instalado ese calentador que era tan difícil conseguir; ahora es cuando la chica de Rafael está preñada y cuando necesitan como nunca ese trabajo soñado que les saque de la chatarra y les de el trampolín para salir del piso que tienen de patada y les den uno en alquiler bonificado; ahora es cuando más se necesitan los signos del Evangelio para no quedarse en mera ideología; ahora es cuando se pide como nunca una respuesta de los scouts o de quien sea para que acometa la empresa de trabajar en el barrio con estos chavales que tanto necesitan una infancia y sus valores; ahora es el tiempo oportuno y no podemos esperarnos a mañana porque lo que hay en juego es mucho y tanto desperdicio no se puede soportar; ahora es cuando se reza en carne viva y se escapan los suspiros por entre los rotos del alma; ahora es ahora y el Señor nos pone a prueba la fe que dice que nos mira y que está a nuestro lado y es bueno como nadie; ahora es cuando la luz de su mirada alienta nuestra esperanza; ahora es cuando pido al Buen Dios que aquí me trajo que no vaya de paquete y de visita y que me haga instrumento de su amor, padre y sacerdote intercesor, amigo y confidente y de sus penas buen consolador... ahora la oración sube en calma a pesar de los ahoras y se eleva mi mirada a mi Señor.
Y es ahora que yo, que no hago nada útil, me callo...
Estamos cosidos al hacer pero eso no es definitorio del ser porque el ser sencillamente tiene una carga y un plus que un robot no alcanza. Ser homo faber es algo más que obrar, ya que si el obrar sigue al ser consecuentemente podemos encender hogueras (que decían Alberto y Emilia de Brotes palencia) pero desde el fuego que llevamos dentro. Pero más aún, y esto es lo grande, acabado el hacer dejamos aún rastro, csí, como el incienso quemado deja el buen olor de sus esencias.
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