jueves, 17 de marzo de 2016

Los días raros

Soy, como dice Bunbury, una contradicción en el mismo centro de la contradicción. Me vengo a la soledad huyendo de las fallas, y ahora... ¿dónde me escondo de la soledad?. Son días raros éstos, en general.  Ando manteniendo el tipo, pero un poco perdida. Así que, como siempre que me encuentro así, he buscado refugio en la música. A ver... qué hay en esta carpeta.... mmmmm.... Un grupo, otro, otro, un álbum, éste no me apetece, el de aquí tampoco... ¡"Mapas"! ¡Buen título!. A ver... pista 1: "Los días raros". ¡Bingo!, ni hecho a posta. Nunca me falla la música. ¡Bendito Dios por inventarla!. Y me pongo a escuchar... Y vuelvo a recordar, a hacerme consciente de la normalidad de los días raros y a quedarme tranquila. Cada despertar es un regalo, a veces trae carbón, otras una sorpresa envuelta en celofán. Entre todos forman el mapa de mi vida. Y si me lío como un lazo en un ventilador, que pueda aprovechar para bailar en vez de dejarme llevar sin más. Hay cosas que no se puedn cambiar, pero sí la actitud con la que se viven, ¿cierto?. Mañana, haciendo un ejercicio de elección y prudencia, me vuelvo a casa pese a las fallas.  Por encima del ruido o del silencio quiero estar yo, y estar bien.

Os dejo con la canción. Es para escucharla con el volúmen bien alto. He decidido poneros la versión de Vetusta Morla con la Orquesta Sinfónica de la región de Murcia, porque es brutal. ¡Qué disfrutéis de vuestros días raros!


4 comentarios:

Hadasita dijo...

Al Buen Dios le pido el regalo de terminar mi vida con el subidón con el que acaba esta canción: y que me encuentre con su abrazo al entrar en Casa, y un "buen viaje, Hadasita, bien hecho". Esa es la meta de mis " mapas".

Hadasita dijo...

Dice Olaizola hoy en un twit:
Hagamos un pacto:
Tú tenme paciencia,
que yo tendré valor,
y entonaremos un canto
como nunca se ha oído.

Amén.

Tusy dijo...

Días raros... Creo que tengo un máster en eso.
Es difícil gestionarlos, máxime cuando además coinciden en el espacio y en el tiempo con situaciones que a priori se han deseado mucho. Quizás a veces las expectativas que nos hacemos son tan altas, que luego las situaciones no son para tanto. En mi caso al menos, lo veo así... Con esa sensación regreso yo hoy a Valencia, también. 
La canción es genial; describe a la perfección lo que supone un día así.
Y sí, cada amanecer trae un regalo, aunque a veces es un detallazo y otras, uno de pésimo gusto. Muchas veces no podemos hacer nada para hacerlo bello y apetecible, pero otras sí... aunque lo importante es tener conciencia de que al día siguiente vuelve a salir el sol, de que mañana será otro día y, ¿por qué no?, traerá aquello que ansiamos. Si se puede, disfruta del presente, si no, esperánzate en el mañana... pero siempre, siempre, elige ser feliz.
Cuídate Hadasita, ¡nos vemos pronto! ¡Un abrazo y la paz de Cristo!
PD: Querría haberte escrito algo más inspirado pero como sabes, también están siendo días raros para mí... Mil disculpas.

Hadasita dijo...

Tusy: lo bueno de los días raros es que también puedes elegir la actitud con la que vivirlos. Aquí una pincelada de logoterapia para drummies, jeje. Piénsalo. ¡Feliz regreso a casa!

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