Hace unos días os pedí ayuda para completar un listado de emociones y sentimientos, y por lo visto o nadie me leyó o nadie conoce más emociones de las que conozco yo, porque la respuesta fue bastante poco enriquecedora. De todas maneras no me dí por vencida, y buscando en internet me hice mi propia lista actualizada.
Dicen que las emociones se empiezan a superar cuando se empiezan a expresar. Yo voy entendiendo un poco de esto. Sólo en parte, puesto que hay emociones en mí que no quiero superar, sino incluso fomentar. Y porque cada vez soy más celosa de custodiar mi intimidad, y de no dar explicaciones a quien no me da la gana darlas, que es al 97% de la gente que me rodea.
Aun así, a día de hoy puedo decir así, sacado de contextos que no quiero contar, que siento agradecimiento, alivio, ansiedad, confianza, curiosidad, decepción, desencanto, duelo, esperanza, firmeza, flexibilidad, fragilidad, frustración, impaciencia, incomprensión, inestabilidad, inseguridad, interés, miedo, motivación, pudor, rabia, resignación, tenacidad, valentía, vergüenza... Una mezcla interesante, ¿verdad?. No sé dónde meter más esfuerzo: si en superar las emociones que no quiero o en potenciar las que sí, que de entrada pongo en negrita porque merecen ser resaltadas. Mis "doctores honoris causa" me ayudarán a discernir adecuadamente. Dios, que lo está viendo TODO, nos dará la luz necesaria para que este cuerpo invadido de emociones -entre otras muchas cosas- que os escribe, deje de doler.
2 comentarios:
Eso de poner límites/vallas al campo es dificil y más para el lado del cerebro masculino dedicado al lenguaje y que quiere hablar de setimientos... Quizá en el mundo de las imágenes rendrías más suerte con nosotros. Un ejemplo: Un botijo sugiere paz, paxorra, descanso...
una llave inglesa dice del trabajo, la industria, la ténica...
unas zapatillas deportivas... etc. Lo dicho: mala pata en la respuesta a tu consulta.
Pero pasando a lo que dices, es lo que tiene el pathos, que es patético, y de ejemplo un botón: Rom 7 donde el buen buen Pablo siente el antagonismo de dos hombres en su interior y el "hago lo que no quiero"
Y Vetusta Morla, en su "valiente", actualizan a San Pablo y afirman "No digo lo que digo, hago lo que no hago: al revés, al revés".
Hace poco tuve una confrontación de ideas con una persona sabia. Yo hablaba de luchar contra nuestro "oscuro pasajero" a lo Dexter, contra el Gollum malo. Él decía que la palabra lucha no era correcta, que prefería esfuerzo: esfuerzo por potenciar la parte buena, pero aceptando que hay en nosotros siempre esa dualidad, y sin batallas que no sólo no se ganan sino que al final nos debilitan. Al menos eso es lo que yo entendí de la conversación...
Sigo sin estar del todo de acuerdo con él. Sin lucha no hay victoria. Y está claro que en mí siempre habrá dualidad de emociones conviviendo de aquella manera unas con o contra otras; pero que yo, si me esfuerzo, va a ser en una lucha a muerte por -al menos- potenciar las buenas, eso de momento sí lo tengo claro.
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