Es un texto correctísimo. De Sabina, que es licenciado en filología y letras. Y que atina siempre. Yo, mi, me, sin Tí, no sirve para nada. Lo tengo comprobado. Por más vueltas que le doy, mi ombligo sigue siendo redondo. Es un círculo vicioso del que sólo se sale con un "contigo".
Siempre está Dios detrás. Detrás de las personas que vienen a verme. Detrás de los amigos que llaman. Detrás de la familia, que nunca falla. Detrás de la gente que trabaja conmigo, por mí y para mí. Detrás de los Cirineos que me cargan cuando yo no puedo más. Detrás de quienes me hacen reir, y de quienes ponen su hombro para llorar. Detrás de los momentos más cómicos, de los ratos de charreta interminables, de los gestos de cariño. Una estudia en el cole: "Yo, mi, me, conmigo"; pero luego, la vida te enseña que no es así. El "contigo" es el que nos complementa y nos da sentido.
Cuando yo escribo "contigo" en este blog, me emociono. Porque son ya más de 11.000 visitas. Porque hay muchos conocidos por aquí, y muchos desconocidos que ya se han hecho familiares, y todos -sin excepción- me tratáis con un cariño bestial. Y porque sé que siempre, siempre, siempre, Dios está detrás. "Sin Mí no podéis hacer NADA". Por eso, hoy mi oración es ésta: "Yo. Mi. Me. ¡¡¡siempre CONTIGO!!!".
jueves, 29 de mayo de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
Nadie como tú
Algunos me comentan que estoy un poco emperrada últimamente. ¡Qué le vamos a hacer! Ha sido la novedad del mes. A veces la mataría y a veces me la comería. De cualquier manera la quiero. Y como hoy cumple tres meses, aquí mi felicitación para Carry. Tenerla conmigo es un máster intensivo de paciencia, dedicación, ilusión y afecto. Y a veces, cuando la miro, me ayuda a imaginar cómo debe mirarme a mí Dios. Por eso, y por su compañía, la quiero. Felicidades, Lady Furrullo, ¡y que cumplas muchos más!
martes, 27 de mayo de 2008
A veces...
A veces una quiere escribir y no sabe qué.
A veces los silencios son más elocuentes que las palabras.
A veces se nubla, y llueve. En Valencia, y en el alma.
Es una realidad. Dios cuenta con ella, y nosotros también.
Todo pasa. Pero a veces...
A veces los silencios son más elocuentes que las palabras.
A veces se nubla, y llueve. En Valencia, y en el alma.
Es una realidad. Dios cuenta con ella, y nosotros también.
Todo pasa. Pero a veces...
sábado, 24 de mayo de 2008
Hadassah
Hoy, el pueblo hebreo y la Iglesia cristiana, celebran a Santa Hadassah, Ester de Susa. Una mujer valiente, de gran corazón, que supo guardar la Palabra de Dios y reconocer sus promesas en su propia vida. Os recomiendo la lectura del libro en la Biblia, o en su defecto que veáis la peli (os cuelgo un cachito, pero aviso que no ha llegado a España, sólo se puede ver en la red).
Yo tengo el inmerecido privilegio de llevar su nombre. Me siento muy pequeña a su lado. Pero me consuela saber que ella tampoco sabía hacia dónde iba, cuál era el plan, y también sintió miedo, y estuvo perdida, y creyó morir... y confió, y su historia se celebra hasta nuestros días. De su "sí", como del de María, como del nuestro, depende mucho. Y Dios premia la fe con creces: al final todo es luz, todo tiene sentido, todo es para bien.
Hadassah, hija y reina de Israel, intercede por mí. Dame la fortaleza que necesito para vivir como tú, con coherencia, y decir un "fiat" que traiga como fruto la paz...
Yo tengo el inmerecido privilegio de llevar su nombre. Me siento muy pequeña a su lado. Pero me consuela saber que ella tampoco sabía hacia dónde iba, cuál era el plan, y también sintió miedo, y estuvo perdida, y creyó morir... y confió, y su historia se celebra hasta nuestros días. De su "sí", como del de María, como del nuestro, depende mucho. Y Dios premia la fe con creces: al final todo es luz, todo tiene sentido, todo es para bien.
Hadassah, hija y reina de Israel, intercede por mí. Dame la fortaleza que necesito para vivir como tú, con coherencia, y decir un "fiat" que traiga como fruto la paz...
lunes, 19 de mayo de 2008
Sobre la esperanza (III)
Sé que os tengo un poco abandonados, pero definitivamente los días no dan de sí lo que una espera, y ocurre que cuando decides dedicar tiempo a la gente éste corre que vuela, y... que me voy a vivir al campo en un mes, y ya he empezado el traslado; y hacerlo con Carry agarrada de una pierna y Hadasita de la otra complica bastante las cosas.
Es el principio y el fin, que decía la canción del otro día. Cortas el nudo gordiano de cuajo, vuelves a atar la cuerda y sigues escalando. Sé que no es una huída hacia alante porque me da miedo. Una no huye hacia el miedo: o escapa de él o lo enfrenta. Mi Carry está loca por trotar por el jardín, pero Hadasita es un mar de lágrimas; no entiende por qué nuestra casa tiene que dejar de ser nuestra casa. ¿Libertad y estabilidad, aprenderán a convivir en paz?
Llegará un nuevo día... ¡tiene que llegar!. Meto la esperanza en una caja con mis libros y me voy. Espero que esta historia merezca la pena...
"Es como en las grades historias, las verdaderamente importantes; siempre estaban llenas de oscuridad y peligro, y algunas veces uno no querría saber el final, porque, ¿cómo podía ser un final feliz?, ¿cómo podía el mundo volver a ser como era cuando tanto mal había ocurrido?; pero al final es una cosa pasajera, esta sombra, hasta la oscuridad debe pasar...
Llegará un nuevo día, y cuando el sol brille, brillará con más claridad; esas eran las historias que recordabas que significaban algo, aún cuando eras muy pequeño para saber por qué... pero creo que sí entiendo, ahora lo sé: la gente en esas historias tuvo muchas oportunidades de volver atrás, pero no lo hacía, seguía adelante, porque estaba aferrandose a algo... a que existe la bondad en este mundo... y que vale la pena luchar por ella".(Sean Astin, El Señor de los Anillos III)
Es el principio y el fin, que decía la canción del otro día. Cortas el nudo gordiano de cuajo, vuelves a atar la cuerda y sigues escalando. Sé que no es una huída hacia alante porque me da miedo. Una no huye hacia el miedo: o escapa de él o lo enfrenta. Mi Carry está loca por trotar por el jardín, pero Hadasita es un mar de lágrimas; no entiende por qué nuestra casa tiene que dejar de ser nuestra casa. ¿Libertad y estabilidad, aprenderán a convivir en paz?
Llegará un nuevo día... ¡tiene que llegar!. Meto la esperanza en una caja con mis libros y me voy. Espero que esta historia merezca la pena...
"Es como en las grades historias, las verdaderamente importantes; siempre estaban llenas de oscuridad y peligro, y algunas veces uno no querría saber el final, porque, ¿cómo podía ser un final feliz?, ¿cómo podía el mundo volver a ser como era cuando tanto mal había ocurrido?; pero al final es una cosa pasajera, esta sombra, hasta la oscuridad debe pasar...
Llegará un nuevo día, y cuando el sol brille, brillará con más claridad; esas eran las historias que recordabas que significaban algo, aún cuando eras muy pequeño para saber por qué... pero creo que sí entiendo, ahora lo sé: la gente en esas historias tuvo muchas oportunidades de volver atrás, pero no lo hacía, seguía adelante, porque estaba aferrandose a algo... a que existe la bondad en este mundo... y que vale la pena luchar por ella".(Sean Astin, El Señor de los Anillos III)
domingo, 18 de mayo de 2008
Endorfinas
Dicen que el deporte es bueno porque libera endorfinas. Las llaman "hormonas de la felicidad", y crean adicción.
Esta mañana hemos corrido media familia la Volta a Peu. No sé si he liberado endorfinas o no: sudar sí he sudado bastante. Pero he llegado al final sin problema. Y ver a los míos contentos creo que sí me trae un sentimiento de "hormona de la felicidad".
Personalmente el deporte no me llama. Lo hago por lo mismo por lo que como o por lo que me lavo los dientes: porque me conviene. Pero visto lo complicada que se hace a veces la vida, la cantidad de miedos y bloqueos que arrastramos, y la ausencia de mimitos que nos hacemos (lo cual, como ya dije, provoca la llamada astenia primaveral de las narices), quizás sí deberíamos buscar actividades placenteras, al menos para el domingo.
Imagino a Jesús sentado a la orilla del Tiberiades, con la mirada perdida, respirando profundamente... Yo estuve allí hace poco más de un año, y sé lo que se siente. Algo parecido a ver a la familia junta, a punto de pegarse la sudada padre por media Valencia, liberando endorfinas...
Nota: las autoridades competentes advierten que puede crear adicción.
Esta mañana hemos corrido media familia la Volta a Peu. No sé si he liberado endorfinas o no: sudar sí he sudado bastante. Pero he llegado al final sin problema. Y ver a los míos contentos creo que sí me trae un sentimiento de "hormona de la felicidad".
Personalmente el deporte no me llama. Lo hago por lo mismo por lo que como o por lo que me lavo los dientes: porque me conviene. Pero visto lo complicada que se hace a veces la vida, la cantidad de miedos y bloqueos que arrastramos, y la ausencia de mimitos que nos hacemos (lo cual, como ya dije, provoca la llamada astenia primaveral de las narices), quizás sí deberíamos buscar actividades placenteras, al menos para el domingo.
Imagino a Jesús sentado a la orilla del Tiberiades, con la mirada perdida, respirando profundamente... Yo estuve allí hace poco más de un año, y sé lo que se siente. Algo parecido a ver a la familia junta, a punto de pegarse la sudada padre por media Valencia, liberando endorfinas...
Nota: las autoridades competentes advierten que puede crear adicción.
jueves, 15 de mayo de 2008
Miedo
¿Cuántas sesiones de psicoterapia pensáis que son necesarias para que una persona adulta se pare, piense, descubra, acepte y confiese que tiene miedo? Porque hasta Juan Sinmiedo lo llegó a experimentar.
Tenemos miedos de distintos tipos:
- Miedos a cosas: cementerios, casas abandonadas, habitacines oscuras, pistolas, cuchillos, fuego, aviones...
- Miedos a seres vivos: arañas, ratones, cucarachas, perros, lobos, murciélagos, saltamontes, cuervos...
- Miedos sociales: a hacer el ridículo, a decir algo inapropiado, a contar un chiste y que nadie se ría, a suspender un examen, a tartamudear, a ponernos rojos, a sudar, a que descubran que eres inculto en algún tema... Más aún: miedo a las bodas, a las comidas de empresa, a las entrevistas de trabajo, a los funerales...
- Miedos estúpidos, o sea, complejos: a estar demasiado gorda, a estar demasiado delgada, a tener mucho o poco pecho, a ser más o menos bajito, a la celulitis, a la calvicie...
- Miedos futuros: a repetir errores del pasado, a envejecer, a la enfermedad, al dolor, a la soledad, a la hipoteca, al paro, al fracaso, a decepcionar, a perder seres queridos, a un cambio de vivienda... A la muerte, que es lo único que llegará seguro.
- Miedos espirituales: al pecado enquistado, a la debilidad, a la tentación, a la falta de fe, al no sentir, a ponerse delante de Dios, a dejarse mirar por Él...
Sobre todo, pienso que el miedo más común es a no ser felices. A levantarse una mañana y darse cuenta de que el día que despierta será como el de ayer, insulso, carente de alegrías, estresante, desmotivador. Miedo a que el corazón se endurezca, a no sentir amor, a la ausencia de relaciones gratificantes, al exceso de actividades urgentes no-importantes que nos comen las horas... A que llegue la noche y, desde la cama, uno se pregunte para qué ha servido tanto cansancio.
Lo peor del miedo es su efecto paralizante. Impide pensar con claridad, reaccionar, buscar soluciones, ver el lado positivo, adelantar, superarse.
¿En cuántas cosas estoy estancada yo por culpa del miedo? ¿Y vosotros?
16 sesiones. Espero que vosotros no tardéis tanto...
Tenemos miedos de distintos tipos:
- Miedos a cosas: cementerios, casas abandonadas, habitacines oscuras, pistolas, cuchillos, fuego, aviones...
- Miedos a seres vivos: arañas, ratones, cucarachas, perros, lobos, murciélagos, saltamontes, cuervos...
- Miedos sociales: a hacer el ridículo, a decir algo inapropiado, a contar un chiste y que nadie se ría, a suspender un examen, a tartamudear, a ponernos rojos, a sudar, a que descubran que eres inculto en algún tema... Más aún: miedo a las bodas, a las comidas de empresa, a las entrevistas de trabajo, a los funerales...
- Miedos estúpidos, o sea, complejos: a estar demasiado gorda, a estar demasiado delgada, a tener mucho o poco pecho, a ser más o menos bajito, a la celulitis, a la calvicie...
- Miedos futuros: a repetir errores del pasado, a envejecer, a la enfermedad, al dolor, a la soledad, a la hipoteca, al paro, al fracaso, a decepcionar, a perder seres queridos, a un cambio de vivienda... A la muerte, que es lo único que llegará seguro.
- Miedos espirituales: al pecado enquistado, a la debilidad, a la tentación, a la falta de fe, al no sentir, a ponerse delante de Dios, a dejarse mirar por Él...
Sobre todo, pienso que el miedo más común es a no ser felices. A levantarse una mañana y darse cuenta de que el día que despierta será como el de ayer, insulso, carente de alegrías, estresante, desmotivador. Miedo a que el corazón se endurezca, a no sentir amor, a la ausencia de relaciones gratificantes, al exceso de actividades urgentes no-importantes que nos comen las horas... A que llegue la noche y, desde la cama, uno se pregunte para qué ha servido tanto cansancio.
Lo peor del miedo es su efecto paralizante. Impide pensar con claridad, reaccionar, buscar soluciones, ver el lado positivo, adelantar, superarse.
¿En cuántas cosas estoy estancada yo por culpa del miedo? ¿Y vosotros?
16 sesiones. Espero que vosotros no tardéis tanto...
miércoles, 14 de mayo de 2008
No dejaré de sorprenderme
Es alucinante. En menos de un día habéis visitado este rinconcito de la blogosfera más de 100 personas. Jamás en la vida pensé que pudiera interesar a nadie mis rollos patateros, aunque tenía ganas de matar el gusanillo porque siempre quise ser periodista, de las de columna fija. Es uno de esos sueños que una tiene y que nunca cumple: escribir un libro, que alguien lo lea, y que le haga bien.
Yo no sé si con mis letrillas os logro hacer algún bien, pero sin ninguna duda vosotros sí me lo hacéis a mí. Y no me cansaré de daros las gracias. Por supuesto, la horchata del lunes la pago yo.
Yo no sé si con mis letrillas os logro hacer algún bien, pero sin ninguna duda vosotros sí me lo hacéis a mí. Y no me cansaré de daros las gracias. Por supuesto, la horchata del lunes la pago yo.
¿Quedamos?
Estoy a puntito de recibir las 10.000 visitas. Y, como lo prometido es deuda, ¿hacemos una kedada los blogueros para una horchatita... el lunes 19 después de Misa de 20,00h? ¿O mejor a mitad tarde y luego vamos a Misa juntos? ¿Cómo os va mejor de fecha y hora? Sugerencias aquí, en comentarios; pero aprisita, que estas cosas si se aplazan mucho luego no se hacen. ¡Qué ganas de veros las caras!
A tus pies
Aquí la tenéis. Dormida a mis pies, entre mis pantuflas y la silla del ordenador. Ella, a la que riño continuamente; la que hoy ha dormido solita castigada por el desastre que me hizo en el cuarto la noche anterior; la que se lleva cachetes en el morrito; la que me aguanta que le llame "Lady Furrullo", "Cochinota" "Mi cagonceta" y cosas parecidas; la que se traga a las malas la asquerosa medicina que me meto para la desparasitación. Todo el mundo juega con ella, la miman, la achuhan, le aplauden... y llego yo y de nuevo las riñas: "Carry, ¡¡¡NOOOOO!!!"; "te he dicho que no"; "llora lo que quieras, meona"... Abro la puerta de casa, entro, y mueve la cola como una loca, y se acerca a mí pegando trotecillos, saca su lenguecita y me pega un lametón en la boca. Y se viene a dormir a mis pies. A los míos. No a su cuna, no a su caseta, no a su alfombra: a mis pies.
¿¡Y que tenga que venir un cachorrito a enseñarme cómo se hace!? Me había acostumbrado a Hadasita, que siempre se porta bien, es dulce y amable, bonita, inocente, lista. Y llega Carry que es todo un huracán que me lleva loca. Y no había pensado ni por un momento lo complicado que debe ser para Dios cuidarme a mí, "Lady Furrullo" por excelencia, con mis cagadas, metiéndome la medicina a la fuerza, teniendo que corregirme a veces con un "NO" rotundo. Y yo ladro, gruño, muerdo, lloro. Bonita lección de humildad, Carry: así se dice y así se hace: cuando descubres que hay un Amo que te quiere bien, lo natural es descansar "a sus pies"...
¿¡Y que tenga que venir un cachorrito a enseñarme cómo se hace!? Me había acostumbrado a Hadasita, que siempre se porta bien, es dulce y amable, bonita, inocente, lista. Y llega Carry que es todo un huracán que me lleva loca. Y no había pensado ni por un momento lo complicado que debe ser para Dios cuidarme a mí, "Lady Furrullo" por excelencia, con mis cagadas, metiéndome la medicina a la fuerza, teniendo que corregirme a veces con un "NO" rotundo. Y yo ladro, gruño, muerdo, lloro. Bonita lección de humildad, Carry: así se dice y así se hace: cuando descubres que hay un Amo que te quiere bien, lo natural es descansar "a sus pies"...
martes, 13 de mayo de 2008
¿Vivir o escapar?
He encontrado una versión en castellano del Slipping Away de Moby. De remate, la canta con Eva Amaral, lo cual siempre es un placer para mi oído. Me gusta, porque expresa bien el sentimiento de quedarme atrás que tengo la mayoría de las veces. Me parece como si Dios mismo les hiciera los coros, con una tercera voz que dijera algo como "Pongo ante tí la vida y la muerte: ¡elige!"...
¡Y menos mal que todavía es tiempo para elegir!
¿Será verdad lo que dice mi amigo Anónimo, en sus comentarios: que el "ya" es kairós?
¡Y menos mal que todavía es tiempo para elegir!
¿Será verdad lo que dice mi amigo Anónimo, en sus comentarios: que el "ya" es kairós?
lunes, 12 de mayo de 2008
... y va y me cae un premio.
Justo hoy, uno de esos días griiiiseeeesssss, griiiiiseeeessss...
M.Jesús ha premiado mi blog. Curioso el motivo:
No sé cómo tengo que recogerlo. Ya me lo explicarás tú, M.Jesús. Y gracias, aunque sobra decir que no lo merezco.
M.Jesús ha premiado mi blog. Curioso el motivo:
“La Anaconda Cachonda”, es un premio que se da, a aquellos que pintan con colores, una vida que se nos ofrece en blanco y negro.Me dan un premio por colorear la vida en uno de esos días griiiiseeeesss...
No sé cómo tengo que recogerlo. Ya me lo explicarás tú, M.Jesús. Y gracias, aunque sobra decir que no lo merezco.
domingo, 11 de mayo de 2008
Furrullos
Siento la imágen tan explícitamente escatológica que os cuelgo hoy. Es uno de los furrullos de Carry. Porque, aunque no os lo creáis, esa bolita de pelo tan chiquitina suelta monumentos de estos contínuamente. Y a veces hasta se los quiere volver a comer. Además, con es estrés del viaje anda... ligerita.
También hace algo curioso: tiene una cunita para dormir, un rincón de periódicos para hacer sus cositas, y una esquina para comer con sus dos platitos. Vale, pues juega en la cuna, duerme al lado de los dos platitos, y suelta sus furrullos en cualquier lugar que no tenga papel de periódico. Vamos: que no da ni media.
Por supuesto, yo la tengo que reñir cada vez que me regala un pastelito de éstos, que por cierto huelen fatal. Tego que ser muy firme en esas cosas. Y le doy en el morrito si hace falta. Y me parece bien que lloriquee de vez en cuando. También la achucho y la premio y me la como a besos cuando hace algún progreso, como comérselo todo, o dar sus primeros saltitos. Pero cada vez que encuentro en cualquier rincón de la casa algo como lo que os he colgado en la foto, no puedo evitar pensar en mí misma. Porque yo hago una de esas de vez en cuando también. ¿Y qué puede hacer entonces Dios conmigo? ¿Qué hago yo con Carry?: la riño, le enseño la cochinada, la llevo al sitio donde debería haberlo hecho, la vuelvo a reñir, le doy flojito en el morrito... y le limpio el culete con toallitas higiénicas. La dejo sola unos minutos, para que vea que la cosa es seria. Y luego vuelvo, y la achucho, y la beso, y la peino, y me tiro al suelo a jugar con ella, aun sabiendo que -con casi total certeza- en menos de 2 horas se repetirá la escena. No. No puedo evitar relacionarlo con mis confesiones. Se parece demasiado...
También hace algo curioso: tiene una cunita para dormir, un rincón de periódicos para hacer sus cositas, y una esquina para comer con sus dos platitos. Vale, pues juega en la cuna, duerme al lado de los dos platitos, y suelta sus furrullos en cualquier lugar que no tenga papel de periódico. Vamos: que no da ni media.
Por supuesto, yo la tengo que reñir cada vez que me regala un pastelito de éstos, que por cierto huelen fatal. Tego que ser muy firme en esas cosas. Y le doy en el morrito si hace falta. Y me parece bien que lloriquee de vez en cuando. También la achucho y la premio y me la como a besos cuando hace algún progreso, como comérselo todo, o dar sus primeros saltitos. Pero cada vez que encuentro en cualquier rincón de la casa algo como lo que os he colgado en la foto, no puedo evitar pensar en mí misma. Porque yo hago una de esas de vez en cuando también. ¿Y qué puede hacer entonces Dios conmigo? ¿Qué hago yo con Carry?: la riño, le enseño la cochinada, la llevo al sitio donde debería haberlo hecho, la vuelvo a reñir, le doy flojito en el morrito... y le limpio el culete con toallitas higiénicas. La dejo sola unos minutos, para que vea que la cosa es seria. Y luego vuelvo, y la achucho, y la beso, y la peino, y me tiro al suelo a jugar con ella, aun sabiendo que -con casi total certeza- en menos de 2 horas se repetirá la escena. No. No puedo evitar relacionarlo con mis confesiones. Se parece demasiado...
viernes, 9 de mayo de 2008
Carry en acción
Para satisfacer vuestra curiosidad,
aquí Carry, haciendo de las suyas su primer día en nuestro hogar.
(el vídeo es calidad-móvil, lo siento...)
aquí Carry, haciendo de las suyas su primer día en nuestro hogar.
(el vídeo es calidad-móvil, lo siento...)
Carry
Os presento a Carry. Nos ha tenido desde las 8 de la mañana, asomadas al balcón lloviendo, ansiosas por abrazarla. La hemos recibido como toca: tiradas en el suelo, a su altura, con un cariño que el repartidor ha alucinado. Ya ha desayunado, y ahora está dormidita.
Me imagino cómo deben estar esperándonos en el Cielo. Asomados al balcón, anhelando estrecharnos entre sus brazos, con nuestros nombres grabados a fuego en el corazón. En comparación con la fiesta que ha supuesto la llegada de Carry a nuestro hogar, lo que nos espera al entrar en la Vida debe ser el éxtasis absoluto. Gracias, Carry, porque cada vez tengo menos miedo...
PD: ¿a que es preciosa?
Me imagino cómo deben estar esperándonos en el Cielo. Asomados al balcón, anhelando estrecharnos entre sus brazos, con nuestros nombres grabados a fuego en el corazón. En comparación con la fiesta que ha supuesto la llegada de Carry a nuestro hogar, lo que nos espera al entrar en la Vida debe ser el éxtasis absoluto. Gracias, Carry, porque cada vez tengo menos miedo...
PD: ¿a que es preciosa?
jueves, 8 de mayo de 2008
Sobre la esperanza (II)
Y no hay 2 sin 3, que ya os digo que son simples ideas desordenadas. Pero que no puedo evitar compartir.
Hace un rato nos han llamado para decirnos que Carry está en camino, y que mañana la tendremos en casa. ¡Y el corazón nos ha dado una triple voltereta mortal! Es la alegría de la esperanza que es promesa segura. El "Ya pero todavía no" vivido en metáfora y a flor de piel. Y si esto nos ocurre con las cosas del mundo, que son tan pequeñas y limitadas, ¿¡qué será cuando lleguemos al Final!?.
Y de nuevo viene "El Principito" a expresarlo con una perfección insuperable. Habla el zorro:
- Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, a partir de las tres empezaré a ser feliz. A medida que se acerque la hora me sentiré más feliz. Y a las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento no sabré nunca a qué hora vestirme el corazón...
Vestirse el corazón.
Ese es el fin de esta vida: vestirse el corazón, prepararse para ese Encuentro, descubrir el precio de la felicidad. Y ahora que voy entendiendo la Esperanza como sinónimo de garantía, diremos que son como las 3 en mi vida, y se empieza a sentir...
Hace un rato nos han llamado para decirnos que Carry está en camino, y que mañana la tendremos en casa. ¡Y el corazón nos ha dado una triple voltereta mortal! Es la alegría de la esperanza que es promesa segura. El "Ya pero todavía no" vivido en metáfora y a flor de piel. Y si esto nos ocurre con las cosas del mundo, que son tan pequeñas y limitadas, ¿¡qué será cuando lleguemos al Final!?.
Y de nuevo viene "El Principito" a expresarlo con una perfección insuperable. Habla el zorro:
- Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, a partir de las tres empezaré a ser feliz. A medida que se acerque la hora me sentiré más feliz. Y a las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento no sabré nunca a qué hora vestirme el corazón...
Vestirse el corazón.
Ese es el fin de esta vida: vestirse el corazón, prepararse para ese Encuentro, descubrir el precio de la felicidad. Y ahora que voy entendiendo la Esperanza como sinónimo de garantía, diremos que son como las 3 en mi vida, y se empieza a sentir...
miércoles, 7 de mayo de 2008
Sobre la esperanza (I)
Son pensamientos sin hilar. Cuando les de vueltas publicaré el capítulo II.
El caso es que Hadasita y yo estamos esperando un nuevo miembro en nuestra familia.
Se llama Carry, y tiene 2 meses. Desde que sabemos que va a llegar, la esperamos con una ilusión y una alegría, casi como si ya estuviera aquí. Le hemos comprado la cunita y todo. No sabemos si llegará a casa esta semana o la que viene. Lo que sabemos es que vendrá seguro, y que será una más de nosotras desde el primer segundo. Es más: ya es parte de nuestras vidas, aunque todavía no la hayamos visto. Prometo colgaros una foto en cuanto la tenga en brazos.
Y titulo la entrada "sobre la esperanza", porque no puedo evitar relacionar el tema. Cuando esperas algo realmente bueno, la espera se puede hacer más o menos larga, pero se vive con alegría desbordante. Os aseguro que ahora entiendo el "ya pero todavía no" que nos dijo el Señor. Yo sé que Carry llegará seguro: el viernes, o el sábado, o el lunes, o el martes... no sé cuándo, pero llegará seguro, porque está pagada. Y sé que el Cielo llegará también, por un camino más recto o más torcido, porque sí, porque está pagado (aunque me lo haya pagado Otro). También a mí me esperan con alegría desbordante; pensando en Carry, ¡cuánto miedo me he quitado de encima! ¡Qué rectos son los renglones torcidos de Dios, el mejor Pedagogo de la historia!
El caso es que Hadasita y yo estamos esperando un nuevo miembro en nuestra familia.
Se llama Carry, y tiene 2 meses. Desde que sabemos que va a llegar, la esperamos con una ilusión y una alegría, casi como si ya estuviera aquí. Le hemos comprado la cunita y todo. No sabemos si llegará a casa esta semana o la que viene. Lo que sabemos es que vendrá seguro, y que será una más de nosotras desde el primer segundo. Es más: ya es parte de nuestras vidas, aunque todavía no la hayamos visto. Prometo colgaros una foto en cuanto la tenga en brazos.
Y titulo la entrada "sobre la esperanza", porque no puedo evitar relacionar el tema. Cuando esperas algo realmente bueno, la espera se puede hacer más o menos larga, pero se vive con alegría desbordante. Os aseguro que ahora entiendo el "ya pero todavía no" que nos dijo el Señor. Yo sé que Carry llegará seguro: el viernes, o el sábado, o el lunes, o el martes... no sé cuándo, pero llegará seguro, porque está pagada. Y sé que el Cielo llegará también, por un camino más recto o más torcido, porque sí, porque está pagado (aunque me lo haya pagado Otro). También a mí me esperan con alegría desbordante; pensando en Carry, ¡cuánto miedo me he quitado de encima! ¡Qué rectos son los renglones torcidos de Dios, el mejor Pedagogo de la historia!
martes, 6 de mayo de 2008
¿Todo recto?
Hay un libro que me encanta.
Es uno de esos "de cabecera", que se leen y se releen decenas de veces. Y que siempre hacen bien.
Cuando en el cole, mis alumnas me preguntan "Esther, ¿cuál es tu libro favorito? y no nos digas la Biblia, porfis", siempre contesto sin dudarlo ni un segundo: "El Principito".
Anoche lo recomencé. Igual que hoy el día. Igual que ayer la semana.
Me va acompañando en mis recomenzares. Y siempre los ilumina de alguna manera.
Y dí con una frase, de esas de oro puro.
El contexto es sencillo: el protagonista le propone al niño atar a su cordero para que no se vaya...
- Es que, si no lo atas, se irá a cualquier parte y se perderá...
Mi amigo soltó una carcajada:
- ¿Pero a dónde quieres que vaya?
- A cualquier sitio. Todo recto...
Entonces el principito observó gravemente:
- No importa. ¡Yo vivo en un sitio tan pequeño!...
Y, quizá con algo de melancolía, añadió:
- TODO RECTO NO SE PUEDE IR MUY LEJOS...
Cerré el libro. Y respiré hondo. Y pensé en los reglones rotcidos de Dios.
Digan lo que digan los expertos, el espacio más corto entre dos puntos no siempre es la línea recta. A veces la línea recta no lleva a ningún punto. Una se hace sus planes, y luego llega Dios y con su Providencia nos da la vuelta al calcetín, y siempre es para bien. Aunque de entrada no entendamos nada. Hoy, sin ir más lejos, he tenido que pasar todo el día en urgencias, y me toca semanita de reposo. Llueve sobre mojado. Y de todas formas me siento privilegiada. Porque las piezas del puzle encajan (aunque no se coloquen en línea recta).
Imagino que alguien podría decirle a Dios sobre nosotros lo mismo que Saint-Exupery a su principito: "si no los atas, se irán a cualquier parte y se perderán".
Imagino que su respuesta sería bien parecida...
Es uno de esos "de cabecera", que se leen y se releen decenas de veces. Y que siempre hacen bien.
Cuando en el cole, mis alumnas me preguntan "Esther, ¿cuál es tu libro favorito? y no nos digas la Biblia, porfis", siempre contesto sin dudarlo ni un segundo: "El Principito".
Anoche lo recomencé. Igual que hoy el día. Igual que ayer la semana.
Me va acompañando en mis recomenzares. Y siempre los ilumina de alguna manera.
Y dí con una frase, de esas de oro puro.
El contexto es sencillo: el protagonista le propone al niño atar a su cordero para que no se vaya...
- Es que, si no lo atas, se irá a cualquier parte y se perderá...
Mi amigo soltó una carcajada:
- ¿Pero a dónde quieres que vaya?
- A cualquier sitio. Todo recto...
Entonces el principito observó gravemente:
- No importa. ¡Yo vivo en un sitio tan pequeño!...
Y, quizá con algo de melancolía, añadió:
- TODO RECTO NO SE PUEDE IR MUY LEJOS...
Cerré el libro. Y respiré hondo. Y pensé en los reglones rotcidos de Dios.
Digan lo que digan los expertos, el espacio más corto entre dos puntos no siempre es la línea recta. A veces la línea recta no lleva a ningún punto. Una se hace sus planes, y luego llega Dios y con su Providencia nos da la vuelta al calcetín, y siempre es para bien. Aunque de entrada no entendamos nada. Hoy, sin ir más lejos, he tenido que pasar todo el día en urgencias, y me toca semanita de reposo. Llueve sobre mojado. Y de todas formas me siento privilegiada. Porque las piezas del puzle encajan (aunque no se coloquen en línea recta).
Imagino que alguien podría decirle a Dios sobre nosotros lo mismo que Saint-Exupery a su principito: "si no los atas, se irán a cualquier parte y se perderán".
Imagino que su respuesta sería bien parecida...
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domingo, 4 de mayo de 2008
y 9000
razones para levantarme un domingo tempranito y dar -y daros- las gracias.
Siento la caída en calidad de las entradas de las últimas semanas,
pero así es la vida.
Al fin y al cabo, ¿qué es un blog, sino un cuaderno de bitácora?
No voy a inventarme nada. Para eso están los Cuentacuentos, no los blogueros.
Por cierto: anoche estuve en el mar y me acordé de vosotros...
De noche, y con la cámara de un móvil, no se saca más (igual que las entradas de los blogs: te pillan como te pillan, y a veces salen mejor pero otras se pixelan...
Gracias por vuestro cariño INCONDICIONAL).
sábado, 3 de mayo de 2008
50 razones
Arriesgándome a que alguno de mis lectores me tache de beata irreformable, me tomo la libertad de copiarle a Enrique Monasterio esta entrada de su Pensarporlibre, por varias razones... al menos 50.
Y se la dedico especialmente a Chon, que mañana es su santo. Y ésta es una razón más.
¿Se os ocurren otras a vosotros?
Y se la dedico especialmente a Chon, que mañana es su santo. Y ésta es una razón más.
¿Se os ocurren otras a vosotros?
viernes, 2 de mayo de 2008
Mar adentro
Hace unas semanas solté unos cuantos rollos de lo lindo -que me aguantásteis heróicamente- con lo de la "sirena varada". Creo que al fin es agua pasada. Que se va encendiendo esa "chispa adecuada". Va encajando alguna pieza del puzle. Gracias a Dios.
Parece que cuanto más se acerca el verano, a los que vivimos en la costa se nos despierta una cierta atracción subconsciente por el mar. Y eso que yo no soy nada playera. Pero he pasado noches estupendas paseando por la orilla. Las olas y su murmullo tienen un no-sé-qué que hipnotiza. Y los ojos se agudizan y descubres a lo lejos, brillando, una pequeña luz que no sabes seguro si será un barco o una estrella.
Una mete los pies en el agua y se da cuenta que sí, que está fresquita, que quizás todavía no es el momento de echar a nadar mar adentro. Pero sé que, aunque mi vista no alcance a comprobarlo, más allá del azúl del mar vuelve a haber tierra firme.
Parece que cuanto más se acerca el verano, a los que vivimos en la costa se nos despierta una cierta atracción subconsciente por el mar. Y eso que yo no soy nada playera. Pero he pasado noches estupendas paseando por la orilla. Las olas y su murmullo tienen un no-sé-qué que hipnotiza. Y los ojos se agudizan y descubres a lo lejos, brillando, una pequeña luz que no sabes seguro si será un barco o una estrella.
Una mete los pies en el agua y se da cuenta que sí, que está fresquita, que quizás todavía no es el momento de echar a nadar mar adentro. Pero sé que, aunque mi vista no alcance a comprobarlo, más allá del azúl del mar vuelve a haber tierra firme.
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