martes, 7 de diciembre de 2010

La gallinita ciega

Hay un juego de niños que, aunque parezca mentira, no precisa pantalla, ni mando a distancia, ni enchufes: sólo más niños y un pañuelo. Y aun así es divertido. Se llama "la gallinita ciega". Hadasita ha jugado muchas veces y se lo pasa bomba, sobre todo cuando me toca pagar a mí. Los peques se ríen muchísimo viendo lo torpes que somos los mayores haciendo cosas de niños.

El juego consiste en lo siguiente: se elige a uno que hace de gallinita, y para que sea ciega se le pone un pañuelo que le tape los ojos. Los demás niños le dan vueltas hasta marearlo, y luego lo sueltan para ver a quién pilla. Cuando la gallinita pilla a alguien, con el tacto tiene que adivinar quién es, y entonces quedará libre y el pillado pasa a ser la gallinita ciega.

Un juego sencillo. Divertido para los niños. Desquiciante para los mayores. Que así vamos por la vida: sin ver tres en un burro, girando alrededor de uno mismo hasta marearnos, sin pillar una, y sin reconocer a nadie. Y sin saber cuándo narices acabará esta broma.

Nos hemos equivocado de pañuelo: nos quitamos el de jugar y nos pusimos el del egoísmo; y si el primero empujaba hacia los demás, el segundo nos aisla en una vida bastante mediocre... Estrés, enfados, cansancio, desconfianza, angustia, tristeza, envidias, competencia, desesperanza, rutina, soberbia, falta de fe... A veces todas estas cosas se tienen que disfrazar con papel de regalo y colores rojos y dorados, porque toca navidad.
Yo propongo otro juego. El de quitarnos el pañuelo, mirar a los ojos del que tenemos en frente, respirar hondo, y bajar la guardia un poquito. A ver qué pasa.



No hay comentarios:

Wizard Animation