María sigue siendo un misterio para mí.
Probablemente por la imagen tan terriblemente distorsionada
que de ella nos ha ofrecido siempre la devoción popular.
Siempre me he sentido más cerca de José que de María.
Sin embargo... ¿cómo ignorar si "Haced lo que Él os diga"?.
Quien nos señala al Señor no puede más que hacernos bien.
Dice la segunda lectura de la Misa de hoy
que Dios reparte diversidad de dones para el bien común.
¿Qué es entonces eso que debemos hacer,
eso que el Señor nos dice que hagamos?
En Caná, los sirvientes atender a los comensales.
En María, interceder por nosotros.
En mí, quizás sólo de momento pedir la luz para saber
cuál es el carisma que Dios me ha regalado para vuestro bien.
Y confiar en que María no me fallará con su ayuda.
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