Puede que lo más importante, junto con la intención.
La intención marca por qué hacemos las cosas.
La actitud el cómo.
El resultado ya no depende tanto de mí,
como de lo que Dios considere conveniente para mí.
Pero si la intención es hacer las cosas de la mejor manera posible
por Él, por amor a Él, ofreciéndolas además por quienes más lo necesitan,
la actitud no puede ser otra que la de superheroína.
Da igual la monotonía, el aburrimiento, el cansancio.
Y los madrugones, y el desánimo, y la incertidumbre, y el miedo.
Hay que darlo todo. Siempre.
Sin rendición. Las superheroínas nunca se rinden.
Esa constancia, ese esfuerzo, ese cariño con el que hacemos las cosas,
sin duda son virtudes heróicas.
Se puede estar asustada, se puede no tener ganas,
se puede incluso llorar muchas veces.
Pero enseguida hay que ponerse en pie,
recta, puños en las caderas, cabeza alta.
Respirar hondo, recordar la intención, orar y a trabajar.
Día tras día. Adviento tras Adviento.
Ésa es la actitud.
(Anatomía de Grey, temporada 11, capítulo 14)
6 comentarios:
Pues esa no soy yo... ;-D
Pues yo no soy así... :-(
¿Has probado a ponerte en posición superheroína antes de hacer alguna tarea? Parece una estupidez, pero oye... tiene su chicha. ¡Mil besitos, guapa!
Yo por las mañanas recomiendo la posición del león, rostro en tierra, la frente al duelo y susurrar muy despacio... Nunc coepi!
Yo por las mañanas nada más levantarte recomiendo la postura del león, tocando la frente en tierra y rezar muy despacio... Nunc corpi!
Ohhhh,¡me encanta la posición del león!
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